Acuerdo con el FMI

Exclusivo: la bala de plata que Argentina se jugó hoy en los Estados Unidos

La reunión de este miércoles en el Fondo y el Tesoro de Estados Unidos buscó destrabar un tema clave con las metas de reservas e incluso flexibilizar la pauta de déficit fiscal incluida en el acuerdo para 2023.

Carlos Burgueño
Carlos Burgueño miércoles, 29 de marzo de 2023 · 15:37 hs
Exclusivo: la bala de plata que Argentina se jugó hoy en los Estados Unidos
Durante la gira por Estados Unidos, el Gobierno busca lograr el visto bueno del FMI para flexibilizar las metas fiscales, además de la de reservas, algo a lo que el Fondo se opone. Foto: Prensa Ministerio de Economía

Al menos en lo que tiene que ver con la relación de la Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Gobierno tiene en Washington una sola bala: que, además de la flexibilización de la meta de reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA), el organismo que dirige Kristalina Georgieva acepte renegociar la meta de déficit fiscal.

Y que ésta, en lugar del 1,9% comprometido para 2023 en el acuerdo de Facilidades Extendidas firmado el 25 de marzo pasado, se pueda extender hasta un nivel cercano al logrado el año pasado, con un 2,4% final.

Para que se permita este desvío, afirman en la delegación argentina que esta tarde llegó a la Casa Blanca para la cumbre Alberto Fernández- Joe Biden, que hay argumentos a favor de la petición. Según los funcionarios que viajaron desde Buenos Aires, la sequía no sólo está afectando la provisión de dólares al BCRA ante la pérdida de exportaciones; sino que también será un efecto exógeno (sobre el que no se puede actuar ni anticipar) sobre la recaudación.

Se menciona, como explicación técnica, que la recaudación impositiva está cayendo a un ritmo de 10% contra la inflación, sólo por los efectos de la baja en la liquidación sojera. Y que, de continuar esta tendencia, las posibilidades de lograr las metas previas consensuadas en marzo de 2022, quedaron demasiado ambiciosas.

Lista de reclamos

El problema es que esta condicionalidad no tiene empatía desde el FMI. Así se lo dejó en claro a Sergio Massa, la mismísima Georgieva, que en la primera semana de marzo, durante la Cumbre del G20 en la India, le dejó en claro al ministro que se puede analizar y concretar la flexibilización de la meta de reservas, pero no en la fiscal.

Para la directora Gerente del FMI (que no se cruzará hoy con los funcionarios locales por estar de viaje en China) la meta fiscal es la principal ancla que hay en el acuerdo de Facilidades Extendidas, para que la marcha de la economía argentina sea creíble. Y que, en todo caso, el Gobierno avance en reducciones del gasto y ajustes fiscales comprometidos y no ejecutados, como la segmentación de las tarifas de servicios públicos o el revalúo inmobiliario

Ante la esperable posición de Georgieva, la alternativa que tienen el presidente Alberto Fernández y Sergio Massa es que sea la Casa Blanca en su posición de principal accionista del FMI, la que presione sobre el Fondo para que flexibilice su posición.

Para esto, además de obviamente la reunión Fernández- Biden, el encuentro clave es el que el ministro de Economía mantuvo con la secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, Janet Yellen; que recibirá nuevamente al argentino en su despacho. Ya se conocen. Y se llevan bien. Ambos tuvieron un muy productivo encuentro el 12 de septiembre de 2022, donde renació la relación financiera entre ambos países. 

Derivaciones de canje

Massa buscará algo más del FMI. Que se avale la operación de canje de títulos en dólares en poder de organismos públicos locales, a cambio de títulos públicos en pesos indexables, según el tipo de cambio. La diferencia entre una operación prohibida por el FMI y la lanzada la semana pasada es simple: en un caso se fuerzan reservas y en el otro el Tesoro no pierde dólares del BCRA, aunque emita deuda a largo plazo en divisas.

Para el Fondo, tomar deuda nunca es problema; y menos en moneda doméstica. Y si el mercado habilitara en el futuro operaciones similares que disminuyeran la exposición de la Argentina ante los mercados internacionales, incluso provocaría, a los ojos de los fiscalizadores del staff técnico del FMI, una mejora en la calidad del pasivo argentino. Y, en consecuencia, una operatoria aplaudible.

La prohibición del organismo de volver a tocar las reservas a través de operatorias en el mercado de bonos quedó ya acordada por las partes, cuando el propio FMI emitió el comunicado de acuerdo en relación con los números del 2022, publicado la semana pasada.

Allí, en una carta firmada por los responsables del organismo sobre el caso argentino, Luis Cubeddu y Ashvin Ahuja, se deja en claro que el país deberá respetar durante el 2023 la premisa que indica que las autoridades argentinas "se comprometen a no utilizar reservas internacionales ni emitir instrumentos de deuda externa de corto plazo para intervenir en los mercados cambiarios paralelos".

Algo más abajo del comunicado del FMI se reclama que "las medidas cambiarias administrativas temporales no deben ser un sustituto de una política macroeconómica sólida". Con esto, el Ministerio de Economía que maneja Sergio Massa deja en claro que la operación realizada a comienzos de año no volverá a repetirse, aceptando una de las sugerencias que explícitamente la directora gerente del FMI le había realizado en persona a Sergio Massa, y que habían derivado en una de las discusiones, siempre caballerescas y dentro de términos de dos personas que buscan ponerse de acuerdo.

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