Masonería en Argentina

La masonería no tiene nada que esconder, dice el Gran Maestre, y revela la nueva política de la logia

En la sede de la Gran Logia de la Masonería argentina, MDZ entrevistó a Pablo Lázaro, actual Gran Maestre, quien habló de los orígenes de esta logia, su misión y su nueva política de apertura.

Nicolás Hornos
Nicolás Hornos lunes, 11 de abril de 2022 · 12:18 hs
La masonería no tiene nada que esconder, dice el Gran Maestre, y revela la nueva política de la logia
Ing. Pablo Lázaro, Gran Maestre de la Masonería argentina

La masonería formó parte de muchos procesos históricos a nivel internacional. También en el ámbito local grandes personajes se formaron en esta misteriosa logia. La sede de la Gran Logia de la Masonería argentina está ubicada en el Microcentro porteño. Allí el ingeniero Pablo Lázaro, actual Gran Maestre de la masonería argentina, recibió a MDZ para dialogar sobre la historia y la actualidad de la oren. 

-¿Cómo definirías a la masonería?

-Es una usina de ideas, un espacio de personas que pueden pensar totalmente distinto entre sí y que, sin embargo, buscan puntos de acuerdo para lograr una sociedad más fraterna. Es una sociedad filosófica, filantrópica, laica y progresista. Decimos "laica" en el sentido más amplio ya que los miembros deben estar dispuestos a sentarse al lado de alguien que está en las antípodas de su forma de pensar. Desde el lado religioso, necesitamos que haya católicos, judíos, musulmanes, agnósticos, ateos. Desde el punto de vista político: peronistas, radicales, socialistas, apartidarios, apolíticos. Porque buscamos y necesitamos que haya dentro de las logias lo que llamamos “todas las aventuras del espíritu”.

-¿Hasta dónde se remontan los orígenes de los masones?

-En el mundo la masonería tiene más de 300 años Sí bien hace mucho más de 300 años hay actividad masónica. Lo mismo pasa en Argentina, podemos hablar de masonería o masones desde los albores, mucho antes incluso de la Revolución de Mayo. Institucionalmente, la masonería en Argentina nació en 1857 y el primer Gran Maestre de Argentina fue José Roque Pérez.

-¿Y antes de que se forme como institución? ¿Hasta qué época se podrían remontar los estudios masónicos?

-En el mundo situamos el inicio en la Edad Media, aunque hay escritos que son previos a esa época. Algunos lo han relacionado con los esenios pero no tenemos manera de comprobarlo fáctica o historiográficamente. Sí podemos hablar de la Edad Media en adelante porque la masonería nace como un gremio de constructores. Los primeros masones eran quienes guardaban el secreto de determinada forma de trabajar en un rubro específico como, por ejemplo, la piedra, la madera o las guildas financieras. El método que se usaba consistía en agrupar en "grados" los distintos niveles de conocimiento práctico de una labor específica. Pasado un tiempo, cuando la construcción se populariza, se incorporan filósofos, políticos y científicos y la organización toma el nombre de Grandes Logias de Libres y Aceptados Masones. Los aceptados somos quienes no provenimos de la construcción. Es decir, desde el punto de vista de la historia la masonería nace en la Edad Media, pero hay actividad mucho antes. De hecho, se incorporan conocimientos de otras asociaciones iniciáticas, se cruzan muchas veces las historias y algunos relacionan la masonería con tradiciones tan antiguas como los esenios.

-¿Qué busca una persona que se quiere unir a la masonería?

-Nosotros entendemos que quienes buscan ingresar a la masonería -y cuyo interés no sea solo curiosidad- son personas dispuestas a estar sentadas junto a alguien que piensa distinto. Tienen que estar convencidos de que la diversidad nos nutre. Además de eso, la masonería brinda herramientas para que cada uno se convierta en librepensador y sea su mejor versión en su ámbito de trabajo. No quiere decir que vaya a ser presidente o un magnate multimillonario -ese es otro gran mito- sino que en tu oficio y tu profesión se desarrollará de la mejor manera posible. Por otra parte, la masonería ofrece herramientas operativas concretas. En Argentina es muy fuerte en lo que respecta a filantropía. Hoy, por ejemplo, estamos trabajando con la gran logia de Portugal en la evacuación y recepción de refugiados de Ucrania. La masonería es una red nacional e internacional que trabaja por la filantropía: es la más antigua del mundo y cuenta con más países afiliados que la ONU, por ejemplo.

-¿Por qué decidieron pasar de ser una logia secreta a una sociedad discreta?

-Porque no tenemos nada que esconder. La masonería formó parte de todos los procesos históricos. Desde el año 2008, cuando asumió la nueva gestión, comenzamos a trabajar con una nueva política mucho más abierta. 

-¿Con esto buscan que más gente se pueda sumar a la logia?

-Quizá en última instancia sí. La idea es hacer un efecto multiplicador: quien se quiera acercar será más que bienvenido. Cualquier ciudadano puede solicitar su ingreso ahora y ya no es requisito excluyente conocer a un masón como era históricamente, sino que se puede iniciar el pedido a través de nuestra página web y redes sociales. La idea, justamente, es dar a conocer qué es la masonería.

-¿Qué misión tiene la masonería en el mundo?

-La masonería necesita que se formen ciudadanos, dentro de nuestras sedes, para lograr una sociedad más fraterna. ¿Qué ciudadanos? Todos los que estén dispuestos a estar sentados y escuchar a personas que piensen distinto. Nuestro objetivo de máxima es lograr una sociedad más fraterna. Donde uno pueda ejercer el libre pensamiento, pueda ejercer la religión con libertad y la no religión. Es decir, el derecho a creer y a no creer. El derecho a elegir y ser elegido. A vivir en democracia en un sistema republicano con tolerancia. Entendiendo que no hay enemigos por pensar distinto. Que todos tenemos que coexistir en el mismo lugar.

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