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Javier Milei: lo bueno, lo malo y lo feo del presidente según la visión de Marcos Novaro

El último libro de Marcos Novaro pone foco en la gestión de Javier Milei a dos años de su ascenso a la cima del poder. Fanáticos, dirigirse por otra puerta.

Politólogo Marcos Novaro lanzó su nuevo libro en ocasión de los 2 años de Javier Milei en la cúspide.

Politólogo Marcos Novaro lanzó su nuevo libro en ocasión de los 2 años de Javier Milei en la cúspide.

Varios son los hitos de Marcos Novaro como escritor de textos atractivos detrás de una pluma dotada de claridad y búsqueda de análisis alternativos a lo que suele dominar la narrativa política de los intelectuales argentinos. Desde ayer ya está en librerías su último trabajo, "Lo bueno, lo malo y lo feo" (Dos años con Milei).

Hito fue su libro "Así lo viví", una extensa serie de diálogos con el hombre fuerte del Grupo Clarín Héctor Magnetto. En la misma escala se ubican sus textos por encargo del historiador contemporáneo argentino Tulio Halperin Donghi para la mítica colección "Historia Argentina". E incluso el libro en dupla con Marcelo Birmajer, publicado una década atrás, "Grandes y pequeñas mentiras que nos contaron". No deben descontarse varios de sus análisis sobre actualidad de la señal de noticias TN.

En esta entrevista Marcos Novaro responde con suavidad y hasta decoro, podría decirse, a varios de los interrogantes que plantea Milei en estos días erráticos, recurriendo a su estudio minucioso sobre el actual inquilino de la Casa Rosada. La mayoría están reflejados y fundamentados en el flamante lanzamiento de Edhasa. También explica algunas de sus conclusiones sobre la dinámica política de la cabeza de La Libertad Avanza.

El diálogo se extiende a otros actores de la actualidad, como el caso del gobernador de Corrientes y de su contracara, el oficialista Alfredo Cornejo, incluyendo una pasaje con perspectiva histórica de otro gobernador, el peronista José Octavio Bordón. Novaro tiene entre sus decenas de títulos uno que reposa su mirada en la centro izquierda de entonces, el experimento FREPASO. Asoma el Papa Franscisco, Macri, CFK y el elenco estable del país.

Introduzco un pasaje del libro de Marcos Novaro: "Resulta poco práctico separar forma y contenido para tratar de quedarnos con la economía de Milei y objetar su política. Porque las cosas son más complicadas: algunos rasgos políticos, culturales e institucionales del proyecto mileista, como hemos visto, no solo pueden convertirlo en un problema para la democracia argentina, sino para el régimen capitalista que él pretende reformar y para el plan de estabilización que es condición de su desarrollo. Entonces lo feo se convierte de nuevo en lo malo, y se vuelve más y más costoso e injustificado".

Entrevista novaro completa

Milei presidente

- Es el primer día de ruedo de este último libro tuyo que coloca en perspectiva estos "dos años con Milei".

- Sí, es un intento de explicar lo que ha ido pasando en estos dos años, tratando de tomar un poco de distancia de las pasiones que Milei ha generado, en favor y en contra. Y enfocarse en los cambios políticos que se han producido y los resultados un poco inesperados. Me parece que lo más interesante que tienen estos dos años de gobierno es que no eran fácil de predecir que las cosas evolucionaran de esta manera. Ni para los que celebraron y apoyaron y festejaron la llegada de Milei, ni para los que lo rechazaron desde el principio. Milei ha desmentido, en algunos casos favorablemente, en otros casos desfavorablemente, los pronósticos que se hacían sobre él. Y es también aleccionador sobre lo que se puede esperar que suceda en lo que le queda de mandato y en adelante en Argentina. La política argentina siempre da sorpresas, no siempre buenas.

- Tengo muchísimas preguntas. Leí algunos capítulos del libro y me gustaría detenerme en algo que dijiste recién, acerca de las pasiones y los rechazos que provocan ciertas figuras. Equiparás a Milei, en ese sentido, con figuras muy polémicas: desde el Che Guevara hasta el Papa Francisco, y Eva Perón. Sorprende esta categoría casi mitológica, ¿no?

- (Sonríe) Sí, ese es un poco un chiste, digamos, es una comparación para tomarse un poco más relajadamente.

- Invita a pensarlo.

- Sí, sí, porque nuestro país está lleno de estas pasiones cruzadas, y en verdad un poco la comparación para lo que en realidad puede servir es para tomar un poco de distancia de los personajes. Estos personajes en sí mismos tal vez nos han movilizado tanto que nos cuesta entender qué es lo que lograron, qué efectos tuvieron sobre la historia del país. El último, el Papa Francisco, tan actual, tan contemporáneo, está muy atravesado.

- Incluso MIlei con Francisco se odiaron.

- Siempre sucede que se odian algunas personalidades públicas y luego terminan como abrazados y declarando juntos. Sí, en esa reconciliación post-mortem en que...

- Muy italiano eso, ¿no te parece?

- Sí... bueno, la política argentina es muy, muy italiana, ¿no? Y ese personaje en realidad en sí mismo generó, digamos, admiración y rechazo hasta el día de la muerte del Papa Francisco. Después su muerte un poco se lo santificó, pero sigue siendo muy difícil entender el legado, digamos, el papel que tuvo Francisco para la Iglesia argentina en la historia.

marcos novaro milei
Marcos Novaro:

Marcos Novaro: "La política argentina es muy, muy italiana...".

Política argentina

- ¿Las multitudes casi como que tomaron por sí mismas ideas que excedían al líder?

- Sí, y además que, digamos, el mito tiene una función, pero también la historia tiene un desarrollo ajeno al mito, ¿no? Con Milei hay un poco de eso. Hay un mito sobre Millet, digamos, outsider, innovador, atrevido, agresivo. Y también sobre un Milei fascista, extremista. Y en verdad, tal vez lo más interesante que hay para analizar de lo que está pasando es algo bastante más pedestre, que es un nuevo intento de estabilización de la economía que tiene un montón de dificultades que ya vivimos muchas veces. Milei repite una historia que ya hemos vivido.

- Lo resumís afirmando que el presidente es un perro que ladra pero no muerde.

- (Ríe) Bueno, también juega un poco con esa frase. Esa frase en realidad pertenece a uno de los admiradores de Milei, que tiene sus argumentos. Nos dice que buena parte de la agresividad de Milei es, en realidad, pura espuma, que no es una verdadera amenaza para el juego democrático y demás. Lo cito a Alberto Ades, uno de los economistas con los que Milei se entrevistó ahora cuando visitó Nueva York. Alberto Ades muy admirador de Milei, muy devoto. A mí me parece que plantea algunas cuestiones que son importantes también, respecto de la agresividad de Milei. ¿Es solamente espuma o penetra más profundamente en nuestro juego político, en nuestras instituciones, con consecuencias más dramáticas.

- ¿No muerde porque no puede?

- Si tuviera más poder podría ser más tóxica su agresividad. Esa es una discusión que me parece que es importante desarrollar. Alberto Ades tiene su punto respecto de que no hay que exagerar la traducción de la verborragia en acciones antidemocráticas, pero es un punto amigo porque en realidad Milei ha demostrado también que puede utilizar sus oportunidades para revitalizarse.

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Libertario

- En otro fragmento del libro afirmas que Milei no es reformista, sino revolucionario. ¿Podrías ampliarlo?

- Sí, sí, ese es uno de los aspectos, digamos, que hace a la radicalización, ¿no?

- Es 0 o 100, escribís en otro momento.

- Sí, y me parece que Milei tiene algunas características revolucionarias que lo definen como un populista radical. En eso no se diferencia mucho de otros populistas radicales que hemos tenido. En el kirchnerismo esa idea también está muy extendida. Los razonamientos son similares: Argentina no necesita simplemente algunas reformas en áreas de la gestión del Estado, en áreas de las reglas económicas, sino que necesita una completa revolución cultural e institucional. Y esa revolución tiene características muy diferentes a la que gestiona las reformas. Si vos gestionás reformas, necesitas construir acuerdos con otros actores a los que integrás a una coalición reformista. Eso es lo que intentaba Alfonsín, lo que intentó Menem en su momento. Pero el kirchnerismo y Milei son pájaros de otra familia. Son personajes que lo que tratan es de transformar a los actores. O sea: hay que hacer una revolución. Esa idea un poco de cambio de raíz tiene mucha historia y en general ha sido muy tóxica para la Argentina.

- Esta es la famosa batalla cultural, ¿no?

- La batalla cultural es expresión de eso. Tiene una raíz muy doctrinaria. Milei ha buscado darle un alcance global a esa revolución que él propone. Toda la aspiración de construir un liderazgo de alcance mundial tiene mucho que ver. Esta característica funciona, para un gobierno tan precario como el de Milei, con esa necesidad de estabilizar la economía, como una especie de turbina, de reactor, frente a un aeroplano de papel. Es un gobierno muy débil pero que tiene un motor de aspiraciones revolucionarias, de batalla cultural global, que desborda por completo la capacidad de la estructura sobre la cual está montada.

- Esta construcción en la que puede autopercibirse como un líder carismático, transformador, ¿termina golpeada con la realidad?

- Lo estamos viviendo, en esa desproporción entre el sueño y la realidad concreta. Milei está necesitado de un salvataje de última instancia, de recoger el piolín y buscar apoyo a Macri después de haberlo despreciado. Y bueno, seguramente soñaba hasta hace muy poco con no tener que volver a ver nunca más a Macri, Hoy es inevitable.

- La tensión entre el reactor y el avión de papel.

- No es sostenible esa turbina en una estructura tan precaria. Y eso le pasaba mucho a nuestros revolucionarios. Los Kirchner, más allá de que la estructura de poder de los Kirchner era infinitamente mayor que la de Milei, fueron muy tóxicos y muy destructivos por esta desproporción. Y la sostuvieron durante mucho tiempo. Esa desproporción es muy argentina.

- Otra idea formidable para mí es cuando argumentas que no sabes si la Argentina merece a Milei, pero que no tenés dudas que el kirchnerismo sí lo merece a Milei.

- Nosotros tenemos una dinámica política muy curiosa, entre dos populismos radicalizados que se explican en gran medida en espejo, uno frente al otro. Esta larga decadencia donde el kirchnerismo nunca termina de dar paso a otra cosa y logra siempre zafar y vendernos que tiene todavía futuro, pero administra, digamos, este proceso de empobrecimiento constante como si fuera una causa épica, digamos. Esa decadencia explica en gran medida la frustración, el resentimiento y la bronca que están detrás de la emergencia de Milei. Y creo que la dinámica de los últimos dos años reafirma esta radicalización y competencia en espejo.

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Economía y política

- ¿Para qué fue elegido Milei?

- Sustento a un plan de estabilización. Es lo único que tiene que hacer: llevar adelante un plan de estabilización.

¿Fue votado solamente para estabilizar la economía y bajar la inflación? ¿Es su gran misión histórica?

- De eso depende que su gobierno sobreviva,,,

- Y que el país también, digamos.

- Obviamente para todos es vital que eso funcione, que no se frustre una vez más esta oportunidad. Y lo curioso es que a pesar de todas estas locuras que envuelven el proceso político argentino, esta dinámica de competencia entre populismos radicalizados y demás, en verdad no deja de haber chances de que esto funcione. Yo no creo que haya que quedarse en la espuma de esta competencia polar y de esta bipolaridad que parece condenarnos.

- ¿Ves que los moderados tenemos algún tipo de espacio y chance de participar en la vida pública del país, más allá de estos extremos tan caracterizados?

- Si hay un objetivo en este último libro es ése. Es tratar de argumentar que a pesar de toda esta dinámica que un poco nos enloquece, en verdad la política argentina puede no estar tan enloquecida. Puede estar funcionando más o menos bien en lo que realmente tiene que resolver. Obviamente que no es lo único. Hay otros problemas: cómo funciona nuestro Estado, los problemas de corrupción y demás. Pero en lo que sí a este gobierno se le puede exigir que funcione, no es que no hay ninguna chance.

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Cornejo, el PRO y otros varios

- Volvemos al plan de estabilización.

- Tiene todavía chance de funcionar, obviamente en gran medida por factores externos, pero también porque hay gran acuerdo en la sociedad respecto de que Milei tiene que hacer ese trabajo y estamos todavía en alguna medida dispuestos a aceptar costos para que ese trabajo prospere. Me parece que en ese sentido, el mío no es un libro de lamentaciones. Yo no creo que la política argentina esté condenada a ese juego pendular y empobrecedor. Me parece que realmente hay bastante sentido común en muchos actores y esos actores tienen posibilidades de cooperar. Y además, aún los actores que están bastante enloquecidos, me parece que si quieren sobrevivir van a tener que cooperar.

- Hay preguntas que quiero formularte. Una se refiere a este radicalismo extraño. Tenés al gobernador de Mendoza, Cornejo, que es un socio indisoluble de Milei y de Karina. Tenés al de Corrientes, que hizo todo lo contrario, y al que le fue bien. De modo que uno no sabe quién es más radical o quién es radical, en todo caso.

- Sí, lo mismo le pasa al PRO. Y lo mismo le pasa en alguna medida a algunos peronistas, que no saben si volver a cooperar, cuando haya oportunidad de hacerlo, que seguramente después de las elecciones va a haber, o apostar a la competencia contra Milei. Provincias Unidas está un poco también en eso. Macri, Cornejo, Valdéz, Pullaro, todos ellos tienen el mismo dilema. ¿Cómo competir y convivir con el presidente para que no fracase del todo, que tampoco tenga éxito del todo en sus proyectos, sobre todo los que nos comparten, y, al mismo tiempo, evitar que al fracaso en el plan de estabilización le siga un regreso similar al de 2019. O sea. la política de continuidad del régimen de alta inflación, de encierro de la economía, de aislamiento supuestamente nacionalista.

Los gobernadores de Provincias Unidas en el encuentro que llevaron a cabo este martes en Chubut.
Los gobernadores de Provincias Unidas en el encuentro que llevaron a cabo este martes en Chubut.

Los gobernadores de Provincias Unidas en el encuentro que llevaron a cabo este martes en Chubut.

- La referencia es para Axel Kicillof.

- Es un poco lo que él anuncia. Uno escucha a Kicillof y lo que puede inferir es que lo que lamenta Kicillof es que, bueno, YPF no se expropió antes, que no rechazamos el acuerdo con el fondo en 2020-2021, dice que la deuda es impagable.

- Lamenta haber sido tan blando, en todo caso.

- Claro, bueno, lo que rechaza de Alberto Fernández es no haber roto con Cristina, haber continuado el plan de estabilización como sugerían los economistas peronistas más o menos razonables, Nielsen, Redrado. en vez de Martín Guzmán, haber puesto a un tipo aún más duro. Ese me parece que es el diagnóstico de muchos en el peronismo y claramente hay sectores del peronismo que no comparten esto, muchos gobernadores, y no solamente los cordobeses. Creo que hay un acuerdo entre gobernadores que es tan transversal porque entienden que tienen que lograr alguna forma de convivencia y competencia con Milei para que esto no fracase. Ese es uno de los motivos por los cuales yo creo que la política argentina está reaccionando.

Elecciones y después

- Provincias Unidas sería un chiste borgeano: "no nos une el amor, sino el espanto".

- Vamos a ver qué curso sigue esa construcción. Esta elección va a ser probablemente una donde las cosas más o menos queden como están ahora. Yo no veo que vaya a haber un gran cambio, ni un derrumbe de gobierno, ni una resolución de quién es el líder emergente. A continuación se va a abrir una discusión respecto de qué viene después y cómo se puede construir una alternativa no frustrante, no basada en el fracaso. Y Provincias Unidas tiene un desafío al respecto y también Cornejo, Frigerio, los Macri: ¿cómo van a construir una sucesión?

- ¿Descartas un segundo mandato del presidente?

- Es muy difícil que Miei sea reelecto, A mí me parece que es casi imposible. Y no está mal que eso haya pasado. O sea, que a Milei se le baje la espuma de sus sueños de perpetuidad, puede ser funcional a su gobierno para sostener lo que realmente tiene que hacer y generar socios que sean también sus competidores no pendulares. Tipos que le digan, mirá, yo te voy a sostener hasta 2027 para poder reemplazarte. Y eso puede ser tantos tipos que ya han hecho acuerdos con él como tipos que estén compitiendo contra él. Pero no para que fracase, sino para disputarle la bandera del cambio.

- Sería una luz nítida para el futuro político.

- Es una opción para que la política argentina tenga otra salida y no que estamos condenados a que el próximo presidente sea algo parecido a Alberto Fernández. Me parece que tenemos posibilidades de que sea una salida bastante mejor.

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Pilo Bordón

- Otras de las preguntas que quería hacerte, porque además has escrito libros específicos, es que un momento de este último texto citás el caso de Bordón con Menem. ¿Cuál es tu visión histórica sobre Pilo Bordón?

- Yo hago la comparación para tratar de explicar por qué el mileismo tiene problemas para generar una competencia que sea su socia. Los planes de estabilización tienen varios componentes. Pero uno fundamental es que los opositores aspiren a continuar con el nuevo orden económico estable y no a reemplazarlo. Que compitan dentro del orden económico. Eso lo logró Menem, dentro y fuera del peronismo. Nunca bloqueó la aparición de figuras que podían competirle. Yo menciono tres figuras que fueron muy importantes en los años 90; Cavallo, Duhalde y Pilo Bordón. Los tres fueron parte del riñón de su nueva versión del peronismo más moderna, más hacia el mundo y fundamentalmente estabilizadora. Y los tres, a su manera, trataron de pararse sobre los hombros de Menem y reemplazarlo. Y eso fue una dinámica muy virtuosa. Y los tres en alguna medida fueron vitales para que la Argentina tuviera una continuidad. Y si fracasó después esa continuidad fue por otro motivo, no porque faltaron actores. Fueron muy importantes. Ojalá hubieran podido cooperar entre ellos y hubiera sido seguramente mejor nuestro destino.

- Extrañamos esa diversidad de candidatos.

- Faltan esos tipos de actores hoy en la Argentina. Milei no es un tipo que sea, como Menem, favorable a generar este tipo de competidores y socios. No lo puede hacer porque es una persona bastante más cerrada y temerosa. Esa es un poco la forma en la que gobernaron los Kirchner estos 20 años. Y Milei es hijo de esa escuela.

- Otro tramo del libro interesante es que detacas que Milei gestiona una "violencia legítima", bastante en el borde,

- Sí. Y esa visión de la política es muy estatal. Monopólica...

- Casi soviética, como suele criticar del resto...

- Exactamente, pero es curioso que él sea el más antiestatista del mundo y tenga una visión de la política donde lo único que importa es la política y el control del Estado. Su supervivencia depende de controlar esa mezquindad y esa pretensión de monopolio. Si él quiere sobrevivir, va a tener que abrir su gobierno.

- Marcos, has trabajado mucho con Tulio Halperin Donghi. Una eminencia. No sabría cómo adjetivar porque es un monstruo.

- Es de otra naturaleza. La historia con él fue muy curiosa. Nosotros con Vicente Palermo habíamos hecho un libro sobre Menem, precisamente sobre el primer gobierno. Tuvo ciertas repercusiones en ese momento porque era un libro que trataba de explicar la experiencia menemista sin adherir ni odiar. Y en la mitad de los noventa eso era muy difícil. Así que fue un libro que tuvo mucho impacto. Nos generó pocos amigos (risas).

- Es un buen libro, entonces.

- (Más risas) Es un buen libro. Y nos generó la simpatía de Tulio Halperin Donghi, que nos llamó. Yo lo conocía, lo había escuchado en algunas conferencias. Lo había visto en algunas clases. Él venía y daba clases regularmente en Argentina, a pesar de que vivía en California. Fue básicamente por ese libro que él nos llamó y nos dijo que quería continuar la colección de historia argentina que él había dirigido en el Paidón y que se había interrumpido en los años setenta. Había terminado el último tomo que trataba sobre el regreso de Perón al poder, a mediados de los setenta. Y nos pidió que hiciéramos el tomo siguiente: Era básicamente desde la dictadura en adelante. Y él esperaba que fuera un solo tomo. (Risas) Una cosa más o menos titánica. Era un trabajo muy pesado y a nosotros nos enamoró ese encargo. Fue una oferta tan generosa de su parte y tan valiosa para nosotros dos. Fue un respaldazo espectacular para hacer el trabajo que realmente continuó con lo que queríamos hacer. Una historia política reciente. Una historia contemporánea, que era la post-dictadura. Un libro que terminó siendo dos libros mucho más largos.

- Hay un tomo que tiene seiscientas y pico de páginas.

- Sí, los dos. Hicimos uno sobre la dictadura y otro sobre el periodo 83 al 2000. Esos dos libros son larguísimos. Halperin nos bancó en todo. Fue extremadamente generoso con nosotros. Un hombre de otra galaxia. Era una persona extraordinaria, con una cabeza extraordinaria y un tipo capaz de ironizar sobre todo sin banalizar nada, sin dejar de ser extremadamente atento a la materia que estaba en cuestión y a las preocupaciones que involucraba cada asunto que se trataba. Y esa tensión entre la ironía y la capacidad reflexiva me parece que era excepcional. Yo no la encontré con nadie.

- Lo último que te pido es si tenés algún vino recomendado para acompañar la lectura de "Lo bueno, lo malo y lo feo". Y agradezco tu tiempo.

- Gracias por haber sido tan atentos en la conversación. Me parece que fue divertido. Es más importante que sea divertido a que sea sustantivo.

- En esta época, sí.

- (Risas) En esta época que por lo menos sea amable es muchísimo. Respecto a la recomendación... yo tomo poco vino porque tengo bastantes problemas, pero si tengo que tomar uno, recomiendo el Cabernet Franc de la Casa Boher. Espero que sea una buena conjunción (risas).