Bento contraataca, parte 1: lo que dijo el juez en el banquillo

El juez Walter Bento terminará esta semana la serie de declaraciones indagatorias que lo tienen como protagonista en la causa de las coimas en la Justicia Federal de Mendoza. El magistrado enfrenta cargos como presunto líder de una asociación ilícita, cohecho y enriquecimiento ilícito, entre otros. Y de acuerdo con su propia defensa, utilizó "una carretilla de documentos" para mostrar su inocencia.

Se trata de una instancia fundamental. Falta muy poco para que se confirme si al magistrado y a los más de 20 imputados que figuran en el expediente se les confirmará el procesamiento, se les dictará el sobreseimiento o se optará por la falta de mérito. 

Ante la expectativa, Bento cuestionó una a una las acusaciones del fiscal Dante Vega y calificó con dureza la labor del juez Eduardo Puigdéngolas, que tiene a cargo el caso. A continuación, una síntesis de algunos de sus argumentos.

El teléfono de la discordia

El juez en el banquillo se refirió al personaje que dio pie a la investigación por las presuntas coimas, Walter Bardinella Donoso, quien actualmente está preso por una causa de narcotráfico.

A Bento se lo acusa de haber dejado "listo para firmar" un fallo que favorecía a ese imputado y haberse tomado luego una licencia, encajándole al juez Marcelo Garnica la tarea de decretar la falta de mérito en una de las dos acusaciones que gravitaban sobre el detenido Bardinella.

La tesis del Ministerio Público es que Bento "abusó de la buena fe" de su colega, seguro de que este no cuestionaría su instrucción. Pero el propio Garnica dijo que había firmado ese fallo a conciencia; y además parece que la licencia que se tomó Bento fue porque se había roto cuatro costillas en un accidente.

"De las constancias de la causa surge que nunca favorecí a Bardinella Donoso. Negué todos los pedidos que realizó en mi juzgado, tanto los realizados por sus primeros abogados (Lecour y Salinas), como los realizados por los los doctores Ríos, Aramayo y Ortego", insiste Bento. 

El teléfono de Bardinella es fundamental en esta historia, porque fue de ese aparato que surgieron las sospechas de que había algún tipo de negociado entre delincuentes y la Justicia Federal. Bento retruca: "En los mensajes extraídos de ese teléfono no existe ninguna mención a alguna irregularidad en el trámite del proceso". 

Es más, el juez acusado apunta que "de las constancias de la causa surge que el Fiscal Dante Vega intentó beneficiar a Bardinella Donoso al dictaminar para que se le conceda su exención de prisión, y luego interpuso un recurso de casación en su favor (que fue desistido el Fiscal General Mario Villar, que actúa ante la Cámara Federal de Casación Penal".

El contrabandista liberado

Otra causa bajo la lupa es la FMZ 35072 2016, donde se cuestiona, entre otros asuntos, que Bento haya dictado la excarcelación de un detenido por "tener hemorroides" o una dolencia por el estilo. Esa decisión levantó dudas sobre un posible pago a cambio del beneficio.

De las escuchas incorporadas el expediente surge que la situación de Eugenio "El Gordo" Nasi era muy conversada en los chats que compartía el sujeto que ha sido señalado como supuesta mano derecha de Bento, Diego Aliaga, y el resto de su entorno, entre ellos, el también imputado Luciano Ortego. 

Ortego y Nasi, de hecho, se sacaron esta foto el día en que este último salió de prisión:

Por su parte, el juez Bento jura que no hubo ninguna irregularidad en el proceso. "La excarcelación tuvo como presupuesto un
dictamen favorable del Ministerio Público Fiscal que luego consintió la decisión adoptada", subraya.

Intento de suicidio

El tercer caso que abordó Bento es el de Javier Santos Ortega y Juan Carlos Molina, involucrados en una millonaria causa de contrabando. Ortega, de hecho, declaró como arrepentido hace algunas semanas y contó que la banda de la Justicia Federal le había pedido 722.000 dólares a cambio de beneficios procesales.

"El primer abogado de Ortega y Molina fue el doctor Figueroa, quien aludió a la condición psiquiátrica de Ortega y la participación secundaria de Molina", dice Bento. 

Luego, en una movida que llamó la atención del fiscal Vega por su frecuencia, el abogado original de aquellos acusados fue sustituido por otros. Y esos otros están hoy vinculados a la presunta asociación ilícita que cobraba las coimas. En medio de todo esto, Ortega quiso matarse mientras estaba en su celda, atándose una sábana al cuello. 

Bento desmiente que él haya cobrado coimas: "Figueroa fue sustituido por (los abogados) Ríos y Aramayo cuando Ortega se encontraba en el hospital psiquiátrico El Sauce, por lo que Figueroa solicitó que se realizara una audiencia con Ortega para que ratifique la sustitución de defensores, a lo que le hice lugar. Así, Ortega ratificó personalmente la sustitución. Si hubiera existido una asociación ilícita, nunca hubiera arriesgado que Ortega no ratificara la sustitución de defensores".

"Por pedido de Aduana -agrega Bento- ordené la donación de la mercadería valuada en mas de 200 millones de
pesos (...) Y la resolución que adopté en la causa -procesamiento por el delito de encubrimiento de
contrabando- fue proyectada por los funcionarios del juzgado y, además, fue convalidada por la
Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza".

En breve, la segunda parte de la defensa de Bento y la respuesta que probablemente dará la fiscalía.

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