La pulseada eterna

El FMI le pone los puntos al Gobierno: no más recompra de deuda

La dureza del reclamo llevó al Gobierno a aceptar la principal condición del organismo financiero internacional para el acuerdo vigente este año. Las partes entienden que la recompra de deuda fue una medida extraordinaria en momentos de volatilidad cambiaria, pero ya no está en el menú.

Carlos Burgueño
Carlos Burgueño martes, 14 de marzo de 2023 · 13:00 hs
El FMI le pone los puntos al Gobierno: no más recompra de deuda
Pese al buen diálogo entre Kristalina Georgieva y Sergio Massa, el Fondo Monetario Internacional exige evitar nuevos canjes de deuda, y respetar cada palabra del acuerdo alcanzado en marzo de 2022. Foto: FMI / Miniisterio de Economía

Argentina se comprometió formalmente ante el Fondo Monetario Internacional a no reiterar la operación de recompra de bonos de deuda pública emitidos en moneda extranjera bajo legislación internacional.

En la carta de intención firmada por los responsables del organismo sobre el caso argentino, Luis Cubeddu y  Ashvin Ahuja, por la cual se define la aprobación del ejercicio 2022 y se deslizan las primeras acciones que el país deberá respetar para el 2023; figura expresamente que hacia delante las autoridades locales "se comprometen a no utilizar reservas internacionales ni emitir instrumentos de deuda externa de corto plazo para intervenir en los mercados cambiarios paralelos".

Algo más abajo del comunicado del FMI se reclama que "las medidas cambiarias administrativas temporales no deben ser un sustituto de una política macroeconómica sólida". Con esto, el ministerio de Economía que maneja Sergio Massa deja en claro que la operación realizada a comienzos de año no volverá a repetirse; aceptando una de las "sugerencias" que explícitamente la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva le había realizado en persona a Massa, y que habían derivado en una de las discusiones (siempre caballerescas y dentro de términos de dos personas que buscan ponerse de acuerdo).

Georgieva le había manifestado en el encuentro que mantuvo con el ministro en la Cumbre del G-20 de la India su visión negativa ante la operación de recompra de deuda, manifestando que hacia delante sería una posición pétrea en contra de la alternativa.

La aprobación

Luego, en las negociaciones con el FMI de los últimos quince días entre funcionarios argentinos y los dos técnicos del organismo (encuentros presenciales y vía zoom), los interlocutores del organismo volvieron sobre el tema y dejaron en claro que la reducción de los dólares que debe detentar en el primer trimestre del año la entidad que maneja Miguel Pesce, tiene que venir con el compromiso que Buenos Aires no avanzará sobre el tema otra vez.

Tanto el viceministro Gabriel Rubinstein como el negociador local, Leonardo Madcur, aceptaron el pedido, luego de haber consultado a Massa; quien aprobó la condición. A cambio de la flexibilidad del FMI en otros temas más complicados y necesarios.

El conflicto en cuestión se había generado el 18 de enero pasado, ante el anuncio de Massa sobre la intención oficial de recomprar bonos de deuda pública por unos U$S 1.000 millones, con el objetivo de frenar el incremento de demanda de divisas (financieras y en el dólar blue) y como instrumento de intervención indirecta en el mercado cambiario.

Los recursos para la recompra serían aportados por el Tesoro Nacional a partir de supuestas partidas de previsión de ahorro para 2023; dinero que, según el anuncio de Economía, surgiría de áreas como la energética por la aplicación de aumentos de tarifas en los servicios de electricidad a sectores de mayores ingresos, bajas en la importación de combustibles y mejores condiciones de exportaciones de productos industriales.

“Vimos una caída de mil puntos o un poco más del Riesgo País de la Argentina. Eso significa una ventana de oportunidad”, había sostenido Massa al presentar la operación. La operación recibió una primera reacción positiva del mercado, con suba de bonos, caída del blue (en esos días, a 375 pesos), retrocesos en el MEP y el CCL.

Del inglés al chileno

Sin embargo, también recibió críticas de parte del FMI. Más precisamente el director adjunto para el hemisferio occidental, el inglés Nigel Chlalk, que criticó públicamente la medida anunciada por el Ministerio de Economía. Según el funcionario, encargado de la negociación técnica con el país, este tipo de alteraciones iría a contramano de lo comprometido por Argentina de darle más transparencia al mercado.

Chalk le dejó en claro al Gobierno que sus opiniones se hacían como técnico y que no tendrían que ver con la aprobación del ejercicio 2022 del acuerdo de Facilidades Extendidas; algo que finalmente se dio como había prometido el inglés. Sin embargo, el hecho que Georgieva haya traído el tema a la reunión con Massa hizo sospechar que el reemplazante interino de Illan Goldfajn habló con la economista búlgara y le comunicó su descontento técnico. Algo que Georgieva compró. Al menos eso es lo que se especula desde Buenos Aires.

Por eso, y porque hay cuestiones más importantes y urgentes que discutir con la gente de Washington (además de estar viviéndose cierta tranquilidad cambiaria), Economía no anunciará más operaciones de este tipo. Al menos, por el momento. 

Se esperará en realidad hasta mayo, a que asuma en el lugar que hoy ocupa Chalk (y de manera interina Cubeddu), el chileno Rodrigo Valdés. El ex ministro de Hacienda de la época de Michelle Bachellet y muy conocedor de la realidad política, económica, financiera y cambiaria del país, podría tener una visión más flexible y entendedora de la realidad local; al haber sido visitante frecuente, tanto en su calidad de funcionario, como también conferencista.

Teórico aceptador de medidas gradualistas, podría también ser más compresivo que la actual autoridad sobre la necesidad de trabajar con recursos menos ortodoxos y poco anglosajones a la hora de trabajar sobre el tipo de cambio; especialmente en momentos de complicaciones de oferta y demanda de divisas.

Y llegado el caso, se analiza hablar directamente con Valdés para explicarle la situación, antes de actuar con este tipo de operaciones. Pero mientras sea Chalk el encargado de poner o quitar operaciones, se aceptarán movimientos ortodoxos para ejecutar las políticas monetarias y financieras.

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