Sube el precio de la uva: con una cosecha 50% menor por las heladas, crecen las especulaciones

Aunque aún bajo la clasificación de “estimaciones”, el gobierno de Mendoza ya ha confirmado el total de hectáreas afectadas por las heladas, así como la baja en la producción de uva y otros frutales que esto implicaría. De este modo, hay más de 80.000 hectáreas afectadas de las que 54.000 corresponden a vid, 23.000 a frutales y 2.500 a cultivos hortícolas.

En este contexto, y siempre según la información oficial sobre la base del daño promedio denunciado, la producción tendrá una merma de 51% para la vitivinicultura y de 69% para el sector vinculado a la producción de frutales. En este contexto y en medio de la puja entre Nación y Provincia, por los anuncios del ministro de Economía Sergio Massa que no terminan de cumplirse, el aviso de nuevas ayudas para el sector y cierta demora en la cuantificación de los daños, tanto productores como bodegueros ponen el foco de lo que puede pasar con el precio en 2023.

Lo cierto es que la mayoría coincide en que habrá subas, lógicas debido a la escasez, pero ni de un lado ni del otro arriesgan aún un monto. El presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), Martín Hinojosa, destacó que el precio del vino a granel ya ha tenido un incremento, según los datos oficiales.

En tanto, desde la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas (Acovi) también mencionaron los aumentos, ya que en la góndola el vino común pasó de $85 a $120. Las subas reflejan la expectativa de lo que pasará con los volúmenes en la próxima cosecha y son una manera de resguardarse ante el futuro encarecimiento del principal insumo.

Desde el Centro de Viñateros y Bodegueros del Este, Mauro Sosa expresó que el mercado de vinos está paralizado debido a una retracción de la oferta que se ha elevado el precio del vino. “No obstante esto, no hay ventas debido a que hay retención”, subrayó Sosa. En el mercado vitivinícola los precios están influenciados, entre otros aspectos, por el precio de la uva y del vino así como por la existencia de stocks y de lo que se destina para mosto.

Más allá de las estimaciones del gobierno, tanto desde el Este como desde el Valle de Uco e, incluso, el presidente del INV coinciden en que aún no se han cuantificado los daños y recién se han terminado de presentar las denuncias, que luego deben ser cotejadas.  

Dispersión de precios                                                                                                 

El precio de la uva varía en función de su calidad. La cosecha pasada, la más barata o la común se pagó en torno a los $35 el kilo, mientras que la de calidad tuvo un valor de entre $70 y $80 pesos. Por supuesto, hay precios intermedios con una gran incidencia de las variedades que rondaron los $50 o $55, así como uva que se llegó a vender a casi $110 el kilo.

Este mercado, como otros del sector agrícola, no se mueve tanto por los datos generales de la inflación, sino más bien por los vaivenes de la oferta y la demanda.

Un punto a tener en cuenta en torno al valor de la uva y del vino es que este último es un producto altamente atado a precios debido a que tiene diversos tipos de sustitutos, que van desde las cervezas hasta las gaseosas. Es decir que su consumo interno se encuentra muy relacionado con el costo, ya que cuando se registran subas en la botella de vino e, incluso, en el pack de tetra brik, se observa una disminución en las ventas.

En tanto, si bien el mercado externo tiene una lógica diferente, el precio en dólares también es un importante condicionante en las ventas. En la actualidad, el valor general de las exportaciones ronda los US$ 4 el litro.

Situación crítica

Desde el punto de vista de Hinojosa, quien admitió que este año la estimación de cosecha será compleja, la temporada arrancará entre enero y febrero con un precio de base y después se ajustará sobre la marcha en función, también, de la calidad de la uva que incide en los rendimientos.

Es que, además de las heladas sufridas en octubre y noviembre, los productores evalúan el posible impacto en la cosecha del actual y atípico calor, la falta de agua, así como de las caídas de granizo, que aún podrían afectar la producción.

Fabián Ruggeri, presidente de Acovi, expresó que los precios van a subir aunque aún no saben cuánto. Lo cierto es que el valor de la uva impacta en toda la cadena y tanto los elaboradores como los productores están expectantes. De hecho, ya se han registrado subas y es posible que haya más.

La puja entre ambas puntas de la cadena siempre ha sido tensa debido a los formadores de precios y a que, según expresan diversos referentes, la situación se complica aún más cuando los pagos del producto se hacen con demoras de entre seis meses y hasta un año y medio. “Por más que se pague con precio de vino, ese lapso es insostenible”, comentaron.

“Estamos expectantes y preocupados. El productor, con su justo derecho, va a querer mayor precio por su uva y el tema es hasta dónde el consumidor está dispuesto a pagar”, comentó Ruggeri

Agregó que el objetivo será buscar el equilibrio, al tiempo que al productor le llegue el mayor precio. Mario Leiva, representante de la Sociedad Rural Argentina y del Valle de Uco, no cree que en 2023 haya uva blanca y remarcó la situación crítica de muchos productores, en especial de los que esta vez perdieron todo. Su pedido es que se cumpla la norma que pide llamar a una concertación de precios entre todos los actores de la industria.