Paula Ransenberg: “Es fundamental aferrarse a las cosas que uno ama”
Es actriz, dramaturga, directora, docente y los Premios ACE la acaban de reconocer por su trabajo en "Para mí, para vos". Sobre esto y algo más, habló con MDZ.
Fue arriba de un taxi donde Paula Ransenberg aprendió una lección que nunca olvidó. “Empezamos a hablar con el taxista y me preguntó qué hacía yo, le respondí que era actriz pero que no vivía de eso. Él me dijo: ‘sí vivís de eso, porque eso te hace vivir’”, recuerda la artista en diálogo con MDZ.
La anécdota le hace reflexionar. “En este momento, en los que se avecinan tiempos en los que no sabemos qué va a pasar, pero creemos que será muy duro para todos, y específicamente para el arte, los artistas debemos tratar de aferrarnos a eso que nos hace vivir y que nos da la energía para seguir viviendo, que nos permite atravesar las tormentas. Ese es nuestro arte. Es súper necesario, imprescindible. Me lo digo a mí misma. Aferrarse a las cosas que uno ama me parece fundamental”, expresa.
Y tal es el amor que ella pone en su trabajo que los Premios ACE (galardones entregados por la Asociación de Cronistas del Espectáculo de la Argentina) acaban de reconocerla como Mejor Actriz de Reparto en Drama y/o Comedia por Casandra, el papel que interpreta en Para mí, para vos. “Es como un mimo, me dio muchísima alegría. Es muy lindo que reconozcan tu trabajo y, sobre todo, cuando se trata de un trabajo que uno quiere mucho. Me enamoré del personaje y fue muy linda la creación que hicimos con Héctor Díaz, el director, y con los compañeros”, cuenta.
- ¿Qué te enamoró de este personaje?
- Cuando leí el texto me gustó mucho, me pareció muy rico para descubrirlo y jugarlo porque es una mezcla de una cosa medio coro trágico y, al mismo tiempo, una mujer muy terrenal que no se da cuenta de algunas cosas. La mezcla me pareció extraña y, cuando encontramos el tono, muy divertida. Tenía vida propia. Cuando uno crea un personaje de forma personal y junto con el director, porque obviamente uno nunca trabaja solo, se logra como una amalgama de trabajo tan linda que eso llega a la gente.
- ¿Cuánto tiene de vos Casandra?
- Está mezclado, porque cuando uno encuentra una buena dinámica de dirección, es el director el que te anima a proponer. Casandra era un personaje que no sabíamos que era uruguayo y no sabíamos que cantaba, eso un día se lo propuse yo a Héctor. Cuando el director te dice ‘dale, probá’ o te estimula en el medio del ensayo, hay algo que se da como un juego compartido. Ese es el mejor lugar. Los dos estamos jugando y los dos proponemos. Como actriz, es lo mejor que me puede pasar: estar libre para proponer y al mismo tiempo abierta a que lo que vos propongas lo pruebe. Es decir, que haya un espacio creativo más allá de lo que está escrito en el texto.
- Desarrollaste una larga carrera en el circuito teatral independiente y esta obra está en el comercial. ¿Cómo te sentís con este tipo de teatro?
- Tuve la suerte, o la convergencia de las energías, de que los trabajos que hice en teatro comercial siempre fueron muy hermosos. Grandes obras como Todas las rayuelas, en la que estaban Hugo Arana, Esteban Meloni… Después, Laponia, con Jorge Suárez, Héctor Díaz y Laura Oliva; o sea, actores y directores que admiro y que las obras estaban buenísimas. Entonces, para mí, no hubo cambios. Si los hay en la cantidad de funciones que uno hace y, obviamente, el cambio de que uno puede empezar a vivir de esto que ama. Pero en términos artísticos, no hubo cambio y eso está buenísimo porque habla de la calidad de los proyectos de los cuales puedo participar.
- ¿Qué evaluás antes de aceptar un nuevo proyecto?
- Depende de muchas cosas, pero primero evalúo que me guste, que cuando lo lea me movilice de alguna forma y que me imagine a mí transitando el proceso que, a veces, es largo. En teatro independiente son procesos de un año o dos. Busco que sea un personaje atractivo, que me permita hacer algo que no hice, que me permita jugar. Si es un proyecto audiovisual, que lo que me toque hacer sea algo interesante. También tengo en cuenta el equipo. A veces uno dice “bueno, tal vez no es la mejor obra, pero el equipo está buenísimo y se que va a ser una fiesta hacerlo”.
- La próxima semana se baja el telón de Para mí, para vos. ¿Qué viene después?
- Empiezo a grabar una serie que se llama Las reglas del boxeador, que dirige Sebastián Pivotto para Disney. Después, tengo una obra. Hacemos dos funciones de Mucho corazón, el espectáculo musical de Ligia Piro y la Orquesta A Saidera, que me llamaron para que hiciera la estructura y lo dirija. Y en febrero empiezo a dirigir una obra que escribí y que se llama Pelo muerta. El elenco es genial y la dirección musical es de Facundo Rodríguez Borgia. Estoy chocha.
- Por lo general, actúas lo que escribís y esta vez será distinto. ¿Por qué solo dirigirás?
- Fue una posibilidad y la estuve evaluando mucho tiempo. Siento que encontrar a una directora o un director que se haga cargo del material propio es muy difícil si uno va a actuarlo. Generalmente los directores están con materiales que escribieron y, además, por las particularidades de esa obra. La veo en mi cabeza y también tengo muchas ideas con respecto a lo musical. Sentí que tenía que hacerme cargo de la dirección.
- ¿Qué podés adelantar de las particularidades de la obra?
- Es un poco surrealista, en muchos momentos política y es musical. Esto es una cosa nueva en mi escritura. Es algo con lo que estoy coqueteando este último tiempo. Hay algo particularmente en la escritura de todo este universo que uno se va imaginando y tenía ganas de tomar las riendas.
Para agendar
Para mí, para vos. Últimas funciones (en cartel hasta el sábado 9). Teatro Multitabaris Comafi (Avenida Corrientes 831, Buenos Aires). Entradas en Plateanet.
Mucho corazón. Viernes 8 y sábado 9, 20 horas, en Teatro Picadero (Pasaje Enrique Santos Discépolo 1857, Buenos Aires). Entradas en Plateanet.