El error de Julio Iglesias que opacó los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992

Julio Iglesias es de los cantantes españoles más reconocidos a nivel mundial. Desde 1968, triunfa con cada presentación que hace. También es conocido por ser el padre de Enrique Iglesias, también cantante, compositor, productor discográfico y actor.

El comienzo de Julio fue en aquel año, el 17 de julio, tras ganar el Festival Internacional de la Canción de Benidorm con su composición "La vida sigue igual". Con el pasar del tiempo, Julio Iglesias fue ganando más popularidad dentro del ambiente musical, ya que este tema le permitió ocupar el puesto número uno en diferentes listas locales, hasta llegar a ser el más escuchado en países de habla hispana.

En 1988, ya fue consagrado como uno de los mejores artistas españoles, a la par de Raphael, Isabel Pantoja, Lola Flores o Rocío Dúrcal. El padre de Enrique Iglesias se presentó en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos en Corea, la cual es televisada mundialmente. Ese mismo año, realizó una gira mundial por 23 países, y su última parada fue Barcelona, donde brindo un recital en el Camp Nou, estadio del FC Barcelona.

Allí Julio Iglesias sacó a escena una reproducción del perrito Cobi, mascota de los Juegos Olímpicos. Y esta vez se estaba presentando ante 100.000 personas y con un concierto de nada más y nada menos que de cinco horas. Luego de la emisión televisiva el Comité Organizador Olímpico Barcelona 92 (COOB-92), envió un requerimiento notarial al cantante, por la aparición del perrito Cobi, sin autorización.

El cantante emitió una carta e hizo notar su "pena y extrañeza" por el uso de Cobi en su recital y, en tono de disculpa, aclaró que "se trató de un acto inocente”, haciéndose responsable del malestar producido, y lograr parar de esa manera las acciones legales iniciadas.