El top five de consejos para una buena planificación financiera familiar
No importa si pudiste estudiar o no terminaste el colegio primario, seguramente nadie te haya enseñado cómo ordenar tus finanzas personales y familiares. En el caso de quienes tuvimos esa suerte, nuestros padres nos transmitieron la importancia del ahorro y de estudiar para tener un buen trabajo.
Una vez que empezamos a ganar dinero, aparecen preguntas difíciles de responder para la mayoría. ¿Conviene tomar deuda? ¿Cuánto de lo que gano debería ahorrar? ¿Debería invertir mis ahorros? ¿Cómo hacerlo? ¿Dónde o en qué invertir? Una buena planificación financiera, ayuda a responder estas preguntas, y muchas otras.
A través de un proceso introspectivo, en el cual un buen asesor nos puede ayudar, nos permite identificar lo más importante en nuestras vidas, y nos da un plan de acción para cuidar lo logrado hasta ahora, y alcanzar lo que queremos lograr en el futuro.
Veamos cuales son los cinco componentes que no pueden faltar en una planificación financiera familiar para tener nuestro tiempo y dinero, usados en línea con la vida que queremos.
Valores: Los valores son aquellas creencias u opiniones que moldean cómo vivimos la vida. También se dice que son las prioridades que funcionan de filtro para cualquier decisión que tomemos. Estos moldean los objetivos que nos proponemos. ¿Por qué es importante el dinero para vos? No tan rápido. Sabemos que sin dinero no podríamos cubrir nuestras necesidades básicas como techo, comida, abrigo, servicios de salud. Pero una vez cubierto eso, ¿para qué trabajamos? ¿qué nos gustaría que el dinero haga por nosotros?
Una de las principales razones es la libertad que da en algún momento poder dejar de trabajar por un tiempo, o trabajar menos, sin que nos falte lo indispensable para vivir cómodos. Otra es la seguridad que da sobre que no nos faltará para cubrir un gasto inesperado, por ejemplo, un problema de salud.
Para otros es importante porque les permite mantener a su familia, colaborar con alguna institución religiosa (fe), hacer caridad. Teniendo claro el propósito de nuestro dinero, es mucho más simple tomar decisiones financieras luego, y definir objetivos claros y precisos.
Objetivos: Ningún GPS lleva a ningún lado si no se le pone la dirección. Es importante en esta parte definir los 3 o 4 objetivos financieros más importantes. Acá es clave ser lo más precisos posible. Imaginen poner en el GPS la dirección Alberdi 341 y no aclarar de qué ciudad.
Si tenemos objetivos para los que vamos a necesitar dinero en el futuro, como dejar de trabajar, trabajar menos, o hacer un viaje, cuánto dinero necesitaremos, y en qué fecha. Si vamos a tener que proteger a nuestra familia, para que no le falte lo básico para vivir y educarse, por cuánto tiempo y con cuánto dinero.
Riesgos: Sería muy simple planificar sabiendo que no habrá sorpresas, pero hay muchas cosas que estarán fuera de nuestro control. En el futuro podemos perder el trabajo o tener que cerrar nuestra empresa, por más que seamos buenos haciendo lo que hacemos. El contexto económico local, los gustos de los consumidores, la competencia, y otras muchas variables pueden hacernos perder nuestra principal fuente de ingresos.
Una enfermedad grave o un accidente incluso, pueden cambiar para siempre el rumbo de nuestras finanzas personales. Todos estos factores y posibilidades los debemos tener en cuenta para tener las máximas chances de éxito en lo que queremos cuidar y alcanzar.
Plan: Ahora es momento de enfocarnos en lo que podemos controlar. El punto de partida es lograr el hábito del ahorro y evitar todas las deudas posibles. Solo podremos avanzar si tenemos ingresos mayores a nuestros gastos, y evitamos las deudas, que la mayoría de las veces tienen intereses demasiado altos.
Luego debemos formar nuestro fondo de emergencia, ese dinero fácilmente disponible que nos permite cubrir cualquier problema que surja, como un arreglo de la casa o el auto, quedarnos sin trabajo por unos meses, o algún otro gasto inesperado. En general se lo hace por un monto equivalente a 3 a 6 meses de nuestros gastos fijos.
Después llega el momento de planificar nuestras inversiones, que nos permitirán tener ingresos que no dependan de nuestro trabajo en el futuro, y seguros, que evitarán que ante un accidente, enfermada grave, o fallecimiento de la persona que genera la mayor parte de los ingresos de la familia, no queden otras personas en la ruina.
También corresponde hacer una planificación sucesoria, que ayude a que el legado económico de aquellos que supieron acumular cierto patrimonio, vaya a las personas, y causas, más valiosas para la familia, y de la forma menos costosa posible.
Acción: Todo plan solo tiene sentido si se aplica. Y suena simple, pero suele ser la parte más difícil. Es por esto que en general después de hacer una planificación financiera con un asesor, se vuelve importante mantener reuniones de seguimiento con frecuencia, para avanzar en los objetivos y tareas definidas, y también para actualizar el plan ante nuevos objetivos que surjan.
La vida es dinámica, y es normal que al pasar el tiempo la situación económica personal y familiar cambie, surjan nuevas causas, preocupaciones, y cuestiones importantes sobre las cuales se deberá trabajar. En esta etapa no solo se avanza con el plan definido inicialmente, también se lo revisa y actualiza para poder mantener eso que queremos:
Tener finalmente nuestro tiempo y dinero, alineados con la vida que queremos.
* Jonatan Kon Oppel es Asesor Financiero en Conosur Inversiones y enseña a invertir y planificar las finanzas personales en JKO Finanzas. Licenciado en Economía por la UNNE, Master en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella, y CFA Charterholder.