Cuáles son las siete cualidades que tienen los inversores exitosos

Por Diego Matianich *

Todos los principiantes de cualquier disciplina observan a los que lograron triunfar en ellas para copiar cualidades y emular comportamientos, apuntando a obtener los mismos éxitos. Y la inversión no es la excepción.

Día tras día, los ahorristas que quieren convertirse en inversores buscan cómo los grandes participantes del sector financiero amasaron gigantescas fortunas. Si bien no todos lo hicieron siguiendo los mismos caminos, la mayoría comparte una serie de características a tener en cuenta.

Mentalidad analítica

Todos los inversores que lograron triunfar y se convirtieron en referentes aplicaron una mentalidad sumamente analítica en la toma de decisiones, dejando de lado sus emociones.

El ser humano, por naturaleza, suele ejecutar acciones en base a sentimientos e instintos. Sin embargo, a veces, esto puede ser un gran error, como al invertir.

La decisión de comprar y/o vender un activo debe estar fundamentada y respaldada por un largo y profundo estudio, no por una “sensación” o “corazonada”.

Los inversores que se centraron en acciones pasaron horas analizando sus balances financieros, investigando sobre los ejecutivos a cargo y estudiando variables macro y microeconómicas. Asimismo, los de renta fija estuvieron un largo tiempo informándose sobre los flujos de fondos, la capacidad de pago del emisor, etc.

En ocasiones, sentir afinidad por una empresa puede incentivar a comprar sus acciones como inversión, pero si no se sabe cuál es su situación financiera y sus proyecciones de crecimiento, puede ser un grave error.

Alta disciplina

Por otro lado, los inversores exitosos son unos maestros de la disciplina. Por ejemplo, si su plan dicta que hay que comprar acciones de cierta compañía cuando los precios están más de un 20% por debajo del valor intrínseco, lo hacen, sin excusas.

Tener disciplina permite controlar las emociones y evitar que estas generen malas decisiones de inversión que tarde o temprano pueden afectar a todo el portafolio.

Luego de analizar los fundamentos de una empresa, muchos inversores exitosos realizan compras programadas a mediano y largo plazo, según determinados requisitos, para promediar el precio de adquisición, ya que son conscientes de que a veces no se puede vencer al mercado.

Si no fueran disciplinados, comprarían en cualquier momento no pactado, y la estrategia perdería sentido y rentabilidad.

El éxito de la disciplina suele observarse en aquellos inversores pasivos que compran fondos indexados generales. A largo plazo, no importa si las cotizaciones subieron o bajaron mucho, ya que al promediar las compras la volatilidad se redujo y la rentabilidad alcanzó para vencer a la inflación.

Coraje

Muchas grandes operaciones, que incrementaron sorprendentemente el capital de algunos inversores, no pudieron haber sido posibles si éstos no hubieran tenido el suficiente coraje para colocar una gran porción de dinero.

Analizar durante horas el balance de una empresa, charlar por teléfono con sus directivos y estudiar con economistas los escenarios macroeconómicos carece de sentido si no hay coraje para colocar capital en la apuesta potencialmente ganadora.

Los referentes de la industria bursátil no fueron kamikazes, pero sí afrontaron sus miedos de perder dinero porque estaban muy seguros de sus estudios y estrategias.

Sólida gestión del riesgo

Como se mencionó recién los inversores exitosos no fueron ni son kamikazes, ya que gestionan muy bien el riesgo de sus posiciones.

Si el potencial de crecimiento de una acción es del 10%, pero su potencial baja es del 90%, entonces no se estaría gestionando adecuadamente el riesgo. Si el ratio riesgo-retorno es positivo, pero se toma deuda y se coloca absolutamente todo el capital en la posición, tampoco se estaría administrando correctamente el peligro.

Gestionar los niveles de riesgo en las inversiones ha sido la mayor clave del éxito de muchos referentes del sector. A mayor riesgo, mayor recompensa, siempre y cuando este principio sea aplicado con prudencia e inteligencia.

Visión de largo plazo

Por otra parte, prácticamente todos los que triunfaron en los mercados financieros lo hicieron invirtiendo a largo plazo y haciendo uso de las bondades del interés compuesto. ¿Por qué? Porque las acciones de empresas son volátiles a corto plazo, pero estables con el paso de las décadas.

Observemos el caso del S&P 500, el índice que nuclea a las 500 compañías más grandes de Estados Unidos ponderadas por capitalización bursátil. Desde 1993 hasta la actualidad, el fondo cotizado SPY que replica su comportamiento se revalorizó un 771% nominal en dólares. Si se tienen en cuenta los dividendos, se revalorizó el 1.432%. Eso es equivalente a un rendimiento promedio del 9,61% anual.

Al tener en cuenta los efectos de la inflación, la revalorización total llegó al 745%, lo que se traduce en un retorno real promedio del 6,99% promedio anual. Pero esto no hubiera sido posible si los inversores abandonaban la inversión en el camino por no tener paciencia y visión de largo plazo.

El caso de Berkshire Hathaway, el conglomerado del gran inversor Warren Buffett y su socio Charlie Munger, es aún más impactante y revelador. Desde mediados de 1965 hasta finales de 2021, la cotización de sus acciones se revalorizó un 3.641,613% aproximadamente. Esto equivale a un rendimiento promedio anual del 20,1% y más del 15% real anual ajustado por inflación.

Sencillez

Hasta el momento, otra de las cualidades que dominaron los inversores exitosos fue la sencillez de sus estrategias. Simplemente dedicaron tiempo y se comprometieron a estudiar a fondo variables clásicas de las empresas y sus activos y tomaron la decisión de colocar una gran parte de su dinero en ellas.

No aplicaron técnicas extremadamente sofisticadas o avanzadas, ni utilizaron algoritmos complejos o trading automático. Tomaron lo simple y lo pulieron de tal forma que permitió generar grandes resultados.

Hoy en día, muchos nuevos inversores están en la búsqueda constante de un “Santo Grial” que permita ganar dinero, y además en el corto plazo. La realidad es que atarse a las bases y los principios fundamentales les sirvió a los referentes más importantes de la industria financiera, por lo que también les servirá a los minoristas.

Austeridad

A excepción de unos pocos, los inversores que lograron amasar grandes fortunas gracias a la bolsa llevaron en sus inicios vidas completamente austeras, en las que no derrochaban el dinero y utilizaban sus ahorros para seguir reinvirtiendo.

En la actualidad, algunos jóvenes que se involucran en las finanzas se gastan todos los beneficios de sus primeras operaciones en lujos innecesarios o en supuestos dispositivos y objetos que les permitirán seguir ganando dinero.

Si fueran más austeros, tal como los más importantes inversores de la historia, podrían tener más dinero para reinvertir en acciones y otros activos financieros y así incrementar aún más su patrimonio.

Tratar de imitar las cualidades de los exitosos del mercado no garantizará nada, pero ayudará a encontrar el camino hacia las buenas rentabilidades, y la buena vida en consecuencia.

 

* Diego Matianich es jefe de Investigación en Inversor Global, editor del newsletter Mercado en 5 Minutos y principal colaborador de Plan de Retiro Soñado y Super Acciones Millonarias.