Lidia Caracotche, sobre diabetes infantil: "Son los de más riesgo de diagnóstico errado"
La médica especialista Lidia Caracotche analiza los desafíos de la diabetes infantil en Argentina y advierte sobre la importancia del diagnóstico precoz.
Lidia Caracotche es médica especialista en diabetes infantil.
Agustín Tubio/MDZLa diabetes infantil sigue en aumento en Argentina y los especialistas advierten que el diagnóstico suele llegar tarde. En diálogo con MDZ, la médica diabetóloga infantil y juvenil Lidia Caracotche detalla por qué es clave detectar los primeros signos y fortalecer el acceso a la atención.
Caracotche integra la Sociedad Argentina de Diabetes, donde participa de un registro multicéntrico que busca obtener datos precisos sobre la enfermedad en niños y adolescentes. Su experiencia en el seguimiento clínico y en programas de educación diabetológica le permite observar tanto los avances como las desigualdades que atraviesan las familias.
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Con décadas de trabajo en diabetología pediátrica, la especialista remarca que la detección temprana, el acceso a la tecnología y el acompañamiento emocional son pilares que definen la evolución de cada paciente. En esta entrevista, repasa los desafíos más urgentes y el impacto que tienen los hábitos, el entorno y las políticas de salud.
Mirá la entrevista completa a Lidia Caracotche sobre diabetes infantil
Situación actual de la diabetes infantil
—¿Cómo describiría la situación actual de Argentina en cuanto a diabetes en niños y adolescentes?
—Nosotros desde la Sociedad Argentina de Diabetes estamos realizando un registro multicéntrico que abarca alrededor de quince provincias con 40 centros como para evaluar un poco todo lo que tiene que ver con las estadísticas. Y nosotros no tenemos números, no podemos en realidad aportar datos a las autoridades como para implementar políticas de salud.
Síntomas de diabetes
—¿Y cuáles son los signos de alerta que deben tener en cuenta las familias?
—Yo creo que la alerta también tiene que ser para los pediatras, que es fundamental el diagnóstico oportuno, el diagnóstico precoz, en las familias también. Y en realidad tiene signos cardinales que son la pérdida de peso del niño; comienza a orinar mucho, a comer más y no incrementa de peso. Son las cuatro P, se llama: orinar mucho, la pérdida de peso, la polifagia, sobre todo mucha sed.
Diagnóstico de diabetes
—¿Con qué frecuencia se llega tarde al diagnóstico?
—En Argentina en realidad se llega... Sobre todo en los países que tienen baja incidencia, o sea que no es tan frecuente el diagnóstico, son países que se llega tarde. El niño, cuando llega a la consulta, llega prácticamente en un cuadro de descompensación en cetoacidosis. También en los niños pequeños no se piensa en el diagnóstico porque en un niño de dos años no se piensa que en realidad puede llegar a tener un debut de una diabetes. Entonces, son los de más riesgo con respecto a lo que es el error de diagnóstico o el subdiagnóstico. Siempre se llega un poco tarde. Y fundamentalmente por situaciones socioeconómicas, desde el entorno de la familia que no tengan el acceso a la consulta médica en forma oportuna. También esos chicos son pasibles de llegar en forma más descompensada a la consulta.
Diferentes tipos de diabetes
—¿Y cuál es la diferencia en niños de diabetes tipo 1 y diabetes tipo 2?
—Bueno, con respecto a la diabetes tipo 1, nosotros sabemos que la diabetes 1 tiene una carga genética, o sea, tenemos formas que son monogénicas, o sea, que interviene un gen, una variante que se dan en un período de la adolescencia y las diabetes neonatales. Esas son las formas monogénicas. Y las formas poligénicas, donde intervienen varios genes, como ser la diabetes tipo 1 o la diabetes tipo 2.
Las diferencias, en realidad, si bien hay una carga, hay antecedentes heredofamiliares; en la diabetes tipo 1, nosotros tenemos una respuesta inmune, por lo cual hace que en un período presintomático, en el primer periodo, nosotros tenemos esa carga genética más esa respuesta inmune.
La respuesta inmune significa que comienzan los linfocitos T a agredir directamente a la célula beta y eso hace que se pierda esa masa, que se destruya en un casi 90% de la masa de la célula beta para que se provoque la enfermedad. Entonces, consecuentemente, no se produce insulina. La insulina es la hormona que regula el metabolismo hidrocarbonado, por lo cual comienzan a tener síntomas sobre todo lo que son los aspectos metabólicos, tanto de los hidratos de carbono, que son los almidones, los azúcares, como las proteínas, como las grasas.
Entonces, en forma posterior aparece la clínica, pero en estos períodos presintomáticos, lo primero que aparece son anticuerpos contra esas células beta y después aparece en una segunda etapa, en un segundo estadio, apenas una disglucemia, una alteración sin síntomas, que son etapas presintomáticas. Y después, en el estadio tres ya aparecen los síntomas clínicos, la alteración de la glucemia. Recordemos que la glucemia es el azúcar en sangre, como para que lo puedan entender.
—¿Y cuáles son aquellos factores que influyen en el aumento de casos de diabetes en adolescentes?
—La diabetes tipo 2 es la que se ve más en la etapa de la adolescencia por la obesidad, el síndrome metabólico. Si bien hay variantes desde el síndrome metabólico con antecedentes familiares de hipertensión, se va generando esa intolerancia a la glucosa hasta desarrollar en etapas más tempranas la diabetes 2.
Por eso es importante el cuidado de esos factores de riesgo, como la obesidad, o sea, que se generen buenos hábitos en los niños, de actividad física, alimentación saludable, de todo lo que tendría que ser el control pediátrico, en una primera instancia. Todas estas cuestiones tienen que ver con que los pediatras vayan generando en las familias estas aptitudes para mejorar todo lo que es una vida un poco más saludable: menos pantallas, más actividad física, una alimentación saludable.
Herramientas para controlar la diabetes
—¿Y qué herramientas tienen los pediatras para hacer este control de la diabetes?
—El control es simple. Es pedir una glucemia si ellos observan algún factor de riesgo con los controles habituales que le hacen a los niños. En realidad, si les llegan a pedir algún laboratorio, incluir la glucemia como una prueba determinante. Porque ya van a ver si está alterada.
También es importante evaluar todo lo que tiene que ver con los antecedentes familiares. Entonces, dentro de lo que es el control, tener muy en cuenta esto de los antecedentes familiares y, si hay antecedentes familiares en familiares de primer grado de diabetes tipo 1, es mandatorio en realidad insistir sobre el hermano de un niño que tiene diabetes 1. Como para evaluar ese niño, buscar si está en un periodo precoz temprano.
Si bien en el 90% de los debuts de diabetes tipo 1 no hay antecedentes familiares, hay un porcentaje entre el 5% y el 9% que sí. O sea que tiene un riesgo de diabetes tipo 1 en los hermanos, por ejemplo. Hubo enfermedades que tenían otras enfermedades del tipo autoinmune. Recordemos que la diabetes también tiene la parte de la carga genética; es una enfermedad de tipo autoinmune.
Avances tecnológicos para la diabetes
—¿Cuáles son los últimos avances que fueron mejorando la calidad de vida de los pacientes con diabetes?
—Desde 1922, donde se descubrió la insulina. En 1946, esa misma insulina, que era el extracto del páncreas, se mejoró en hacerlo un poquito más prolongada. En 1970 apareció la primera bomba de insulina; casi 50 años se utilizaron jeringas, se utilizaron las tiras para control. En 1985 más o menos aparecieron los primeros dispositivos, las primeras lapiceras, que en realidad fueron un avance importante, sobre todo como dispositivo para la aplicación de la insulina en el aspecto de la accesibilidad, la adherencia al tratamiento, la facilidad y la rapidez para la aplicación. Después, con el advenimiento de los sensores continuos de glucosa, que en la actualidad hay múltiples marcas y son sensores continuos, van censando la glucemia en forma permanente.
Y lo ideal es que todos los niños tengan acceso al sistema. En Argentina, en nuestro registro hay una franja del 52% que no tiene probabilidad de acceso. Si bien nosotros como país somos un país federal, muchas de nuestras provincias en los gobiernos provinciales tienen la posibilidad de realizar este control con los dispositivos y con los monitoreos continuos de glucosa, porque se los provee el programa que tienen a nivel provincial.
Recordemos que hay una Ley, la 23.753, que se promulgó en el año 1989, que es una ley modelo para Latinoamérica; es la primera que salió en Latinoamérica de protección para los pacientes con diabetes. Se promulgó esa ley con el 100% de lo que era la medicación, de la accesibilidad a nivel público. Entonces, después hubo varias reformas de ley que no es que se reemplazó la ley, sino que se le fueron agregando ítems, como por ejemplo, los de tecnología y la última reforma que fue en el año 2022, que se agregaron los sensores como cobertura de ley.
—O sea, hoy en día todos los pacientes deberían tener acceso a esas tecnologías.
—Sí, porque está dentro del marco de la ley y está dentro de la norma. Entonces los pacientes tienen acceso, si bien hay determinadas condiciones para que puedan acceder a los monitoreos continuos, porque, por ejemplo, tener más de seis monitoreos por día, realizar lo que se llama el LDAP, que es un programa de educación diabetológica, en el cual los pacientes ya saben con respecto a lo que es el manejo con la alimentación, los conteos de hidratos de carbono, o sea, qué cantidad de almidones necesitamos para tanta cantidad de insulina. O sea, está dentro de ese programa de educación y tienen el acceso; está dentro de las normas de la cobertura.
—¿Qué desafíos tienen las familias para sostener el tratamiento?
—Y los desafíos son múltiples, desde lo socioeconómico hasta la dinámica intrafamiliar, donde el chico pasa en la etapa de muy pequeño a ser el centro de esa familia y hay que ver cómo esa familia está dentro de la vulnerabilidad y la fortaleza de esa familia, que todo se logre un balance y un equilibrio.
Así que esto es importante también. Y después, lograr que ese niño que va creciendo vaya teniendo independencia. Y por ende, también los desafíos sociales del entorno y los económicos por sobre todas las cosas. Que si bien, como te dije, hay una ley de protección a los pacientes con el 100% de los insumos que el paciente requiera, hay que hacer cumplir la ley. La ley está justamente para que esa norma se cumpla.
Lo importante es que las familias puedan sociabilizar la enfermedad, porque esto va a redundar en lo que es la adherencia al tratamiento de esos chicos, de esos adolescentes. Promover todo lo que son desde muy pequeños los hábitos. Buscar apoyo si lo requiriera la familia, apoyo desde el punto de vista psicológico; también esto es importante porque a veces las madres son las que hacen la carga de la enfermedad, o sea que son las que se ocupan permanentemente de ese niño.
Entonces, toda la responsabilidad generalmente recae... Tratar de hacer que la familia, toda la familia, esté involucrada en el tratamiento y colabore con respecto al tratamiento, la alimentación y el control de ese niño.
—Para ir finalizando, me gustaría que le dé un mensaje a aquellas familias que recién reciben el diagnóstico de su hijo o su hija.
—Bueno, el mensaje que les puedo dar, que no tengan miedo. Si bien es un camino largo porque saben que es una enfermedad crónica, hay muchísimos avances en lo que es de muchísimas expectativas. De acá a diez años va a haber, como hubo tantos avances desde el punto de vista tecnológico, y realmente, buscar ayuda si la necesitaran, tratar de tener un contacto frecuente con su médico, tratar de hacer lazos con otros papás también que tienen las mismas dificultades que ustedes. Yo creo que ese es el mensaje.
Y que todo se puede. Así que eso es lo fundamental, que los papás tienen que saber que el niño puede hacer una vida totalmente normal, puede realizarse a nivel de la escolaridad, deportes. Esto es acompañarlo en este camino que es la diabetes.
