Inflación turística: hoteles en Cariló, más caros que en Grecia
Llega el verano y la demanda para viajar al exterior está en alza. Los precios internos, medidos en dólares, de hoteles y servicios están por arriba de los valores que se manejan en el exterior.
Desde hace meses, en el sector turístico, hay un tema que preocupa: la suba de los costos internos en dólares y el abaratamiento para los argentinos de los viajes al exterior. La baja del “blue” de las últimas semanas acentúa esta situación y eso se nota en la mayor demanda turística internacional y la caída del mercado interno.
En cuanto al movimiento aéreo, mientras los vuelos de cabotaje vienen cayendo respecto al año pasado, las salidas al exterior crecen. Por otro lado, según los últimos datos oficiales, el país registró una caída de 11,8% en la cantidad de viajeros que se hospedaron en el país, mientras que la ocupación hotelera disminuyó 13,7% interanual, con una tasa promedio de 30%.
Contabilizando un total de 1,4 millones de visitantes en todo el país, casi todas las regiones mostraron una disminución respecto al mismo mes de 2023. Las cifras corresponden a la Encuesta de Ocupación Hotelera publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
En este contexto, el dato de inflación difundido por parte del Indec, muestra que el índice de precios general subió 2,7%, el rubro restaurantes y hotelería creció 4,3%. La diferencia es grande y va en contra de la lógica de la oferta y demanda. Si la cantidad de plazas ocupadas disminuye, los precios no deberían seguir subiendo a ritmo tan alto, ya que desalentaría más el consumo local.
Gabriela Ferrucci, presidenta de Asociación de Hoteles de Turismo, explicó por qué los precios del sector están aumentando más que la inflación y cuál es la situación de demanda ante el inicio de las vacaciones. “La demanda para el verano al momento viene reflejando cierta demora en la concreción de las reservas, parte de esa respuesta está dada porque veranear en el exterior se está tornando más atractivo, no sólo por los kilómetros de playa que tiene un país vecino como Brasil, sino por el abaratamiento que este país está teniendo a partir de la devaluación de su moneda”, señaló.
Respecto a los precios del sector, explicó que “en cuanto a los datos del INDEC en materia de hotelería y gastronomía, donde la evolución del índice de precios de esta última actividad creció por encima de la inflación general (4,3% vs 2,7%), las explicaciones están dadas por varios motivos. Por un lado, este índice se encuentra conformado por gastronomía y hotelería, siendo la gastronomía la que produce un impacto mayor en la conformación del índice. Por otra parte, en destinos como la Ciudad de Buenos Aires, Mendoza, Córdoba, y la Patagonia, octubre forma parte de los meses de alta temporada y provoca un aumento de valores por la estacionalidad".
A esta situación se suma el incremento de otras variables que tienen alto impacto en el sector: “Los principales costos de la actividad hotelera han evolucionado por arriba de la inflación (costos laborales y energéticos creciendo por arriba de este índice). Esto último coincidente con los datos del INDEC, donde la evolución de los bienes en general está creciendo al 2% mensual mientras que los servicios crecen al 4% reflejando el crecimiento de la mano de obra, y su apreciación por sobre la inflación".
Lo que queda claro es que, más allá de los argumentos que se esgrimen, cualquier comparación de precios de hoteles que se realice hoy entre los destinos de verano en la Argentina con los de otros países, muestra que la hotelería local es cara.
La preocupación mayor del sector hotelero está centrada en Brasil. Es un destino codiciado por los argentinos por su proximidad, la oferta turística y los precios. Más si se tiene en cuenta que, en la actualidad, con la devaluación del real, es mucho más competitivo. En este caso, las diferencias hoy son contundentes.
Pero no es el único ejemplo. Si la comparación se realiza con otros destinos turísticos de primer nivel internacional, la relación de precios incentiva la salida del país. Entre esos lugares exclusivos y de fama mundial se encuentra Grecia, más precisamente Mykonos, su isla más conocida y centro de veraneo del jet set internacional.
La oferta hotelera es amplia y cuenta con numerosas playas con distintas características. Paradise y Super Paradise, por ejemplo, son las más bulliciosas y con gran movida joven. Es habitual que la música suene en sus bares hasta mucho después del atardecer. Platis Gialos, pese a ser una de las más pequeñas, se distingue por la gran cantidad de restaurantes alineados frente al mar. Kalafatis es una de las más alejadas del pueblo y tiene la particularidad de su ambiente calmo y poco concurrido. Una de las más tranquilas.
También está Elia. Es una de las más distinguidas, con complejos hoteleros de gran nivel y un público más selecto. El Cova Suites es un hotel boutique de 4 estrellas de no más de 20 habitaciones. Al estar emplazo en una loma de unos 200 metros, ofrece una vista privilegiada a la playa y al mar Egeo. Su estilo, como muchos lugares de Grecia, es simple y acogedor. Cuenta con piscina.
Los precios de las habitaciones para dos personas, para la temporada alta de agosto del 2025, pleno verano europeo, parten de 1.900 dólares (1.800 euros) por 7 noches, menos de 270 dólares por cada una. Las habitaciones cuentan con pequeñas terrazas donde se sirve el desayuno y se puede contemplar el mar transparente.
En la Argentina, uno de los balnearios más exclusivo es Cariló. Allí concurren turistas locales de alto poder adquisitivo. Pese a esto, está lejos de ser un destino de veraneo internacional. El entorno es el que ofrecen los cientos de kilómetros clásicos de la costa atlántica bonaerense y su mar,
Un hotel de tres estrellas, con salida al mar, como el Cariló Suites Apart, tiene un precio de $3.342.395 por 7 noches en base a habitación doble estándar, en la primera quincena de enero. Es decir, el equivalente a la temporada alta europea. Medidos en “blue”, equivale a unos 3.000 dólares billete, unos 430 dólares diarios. El precio de la habitación es de $2.762.310 y el resto ($580.085) corresponden a impuestos, según se discriminada en la página de internet.
Está claro que esta comparación apunta al valor de las habitaciones. Obviamente, si se toma el costo del pasaje, el presupuesto para un viaje a Grecia se dispara. También considerar que es difícil comprar hoteles en lugares tan disímiles como Argentina y Grecia, con costumbres y conceptos diferentes por lo que los hoteles elegidos son a modo de ejemplo. Siempre va a estar abierta a la discusión sobre las características de unos y otros.
Lo que refleja y es, sin duda, el tema central de la nota es el alto valor de la hotelería argentina en contraste con lo que se paga en el exterior en lugar reconocidos internacionalmente.

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