Santi Maratea, su plan para pagar la deuda al FMI y cómo cambió la vida de un niño con leucemia
El influencer lo hizo de nuevo. Luego de colaborar en el despacho de ayuda para Ucrania en un avión de Open Arms, lanzó una campaña para ayudar a Kevin, un cordobés que debe viajar a España para tratar su leucemia. Bromeó con recaudar fondos para pagar la deuda con el FMI, pero no hará esa colecta.
Santi Maratea se está convirtiendo en una suerte de héroe para la sociedad argentina. Lo que empezó como un juego, pidiéndole ayuda a sus seguidores para comprarse algo acabo convirtiéndolo en un referente de la solidaridad. Millones de argentinos confían en él y para las empresas es un buen mix de marketing y filantropía.
Obstinado, parece estar dispuesto a lograr cada cosa que se propone y por eso ya hace meses su fans le piden que tome el ministerio de economía para ajar la inflación, el de trabajo para resolver el desempleo o que se ocupe de armar una colecta para saldar la deuda con el FMI.
Además de viajar, disfrutar salidas, grabar videos y demás, Santi Maratea lee los comentarios que sus seguidores le dejan en las redes sociales. Escucha los reclamos de la sociedad, se hace eco de las historias y hasta se hace cargo de las que por algún motivo lo conmueven. No parece haber un denominador común en las causas en las que se embarca: la colecta para el remedio de Emmita fue tal vez un hito en esta suerte de carrera solidaria que podría llevarlo a crear una ONG. Pero también hubo causas como ayudar a la organización Madres de Víctimas de la Trata a conseguir el dinero para una casa a donde recibir a personas en situación de vulnerabilidad, una colecta para comprar insumos necesarios para el manejo del fuego en el peor momento de los incendios en Corrientes o la polémica compra de una ambulancia para una comunidad wichí. Hace días, cuando activó un pedido solidario por Ucrania, confesó que una de las razones por las que dudaba de hacer esa campaña era porque no tenía una posición tomada respecto a la política internacional. Pero enseguida explicó qué lo movía: hay gente que tiene una necesidad.
Quizás ese sea, justamente, el hilo que une esas causas que lo activan. Y tal vez haya algo más: la certeza de que las personas, en general, desean colaborar pero no siempre encuentran la forma de materializar esa ayuda. Y entonces Santi Maratea -que aun no cumplió 30- es un poco el puente entre esa necesidad y esas ganas de ayudar.
Maratea ya había nombrado a Kevin cuando presentó la causa de Ucrania. Aun no conocía los detalles de su historia. Pero enseguida pensó en cómo podría ayudarlo. Y sus seguidores hicieron lo suyo tras escuchar el llamado. En apenas unos días el influencer juntó más de $70 millones que servirán para que, Kevin, un niño cordobés de 7 años, pueda viajar a Barcelona donde será tratado por una leucemia linfoblástica aguda.
"Lo logramos una vez más", celebró Santi Maratea y agregó: "No me sorprenden. Juntamos lo que había juntar para que los papás de Kevin no tengan que hipotecar su casa. Sacaron los pasajes y ya tienen todo el tratamiento pago".
Después de eso, podría haberse quedado tranquilo. Pero parece que agitar las redes es parte de su esencia. “Che para toda la gente que dice que tenemos que hacer una colecta para pagar la deuda externa, ¿me ayudan a hacer bien la cuenta?", escribió en un tuit en el que agregó: "Calculé que si cada argentino (somos 40 millones) pone 20 mil pesos, pagamos la deuda. ¿Hice bien la cuenta?".
El tema despegó enseguida. Y el tuit se viralizó al punto de que muchos creyeron que el plan iba en serio. Sin embargo Santi Maratea aclaró que nunca consideró seriamente realizar esa colecta. Lo que nadie sabe todavía es cuál será su próximo objetivo.