Cambio de paradigmas

El método ejemplar que se gestó en Mendoza para mitigar la sequía y que se replica en San Juan

El actual contexto y las previsiones sobre la escasez de agua en la región están a la vista. Desde la provincia vecina destacan una experiencia gestada en tierra mendocina con la producción de tomates y que podría ampliarse a los viñedos. ¿En qué consiste?

Zulema Usach
Zulema Usach martes, 18 de octubre de 2022 · 21:22 hs
El método ejemplar que se gestó en Mendoza para mitigar la sequía y que se replica en San Juan
El cultivo de vid podría ser más eficiente a partir de algunos cambios en el sistema de riego, poda y cosecha Foto: Gentileza

En un contexto donde el calentamiento global ya ha comenzado a hacer palpables las consecuencias de su impacto, la urgencia para optimizar al máximo el recurso hídrico en todos los tipos de uso a los que se destina en la región, es un hecho. Solo por mencionar al sector de la producción frutihortícola y vitivinícola, desde los diferentes sectores involucrados, ya se habla de una temporada crítica. Lejos de ser una problemática que atañe solo a Mendoza, la sequía esperable hacia los meses venideros obliga a innovar para avanzar en la aplicación de sistemas de riego y cosecha más aptos a las inclemencias ambientales.

Justamente, fue una experiencia mendocina impulsada desde hace al menos dos décadas, lo que sirvió de referencia para comenzar a planificar y proyectar mecanismos de innovación tecnológica en relación a la planificación para lograr volúmenes altos de producción con el uso de menos agua. Así, la idea que se gestó en La Consulta (San Carlos) por iniciativa de la Asociación Tomate 2000, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el sector industrial, hoy se ha transformado en una referencia por excelencia que ya comenzó a ser aplicada en San Juan, incluyendo experiencias que exceden a la producción de tomates y para instalarse en la industria viñatera.

Cuadruplicar la producción con la mitad de agua

Se trata de un modelo de riego y cosecha que promete bajar a la mitad el consumo de agua y al mismo tiempo, cuadruplicar los volúmenes de producción. Reemplazar el riego por surcos para aplicar el de goteo a través de la incorporación de láminas que permitan un mejor aprovechamiento de agua, diseñar un sistema de cordón libre (con pequeña expansión vegetativa y elevada densidad de plantación) y avanzar hacia el sistema de poda y cosecha mecanizada, se ubican entre las principales estrategias que servirían como posibles salidas a la producción del futuro.

La producción de tomates se cuadruplicó mediante el uso de la adecuada tecnología

Es que hoy, cuando los principales ríos que irrigan tierra cuyana presentan una notable baja en su caudal, desde todas las áreas y organismos ligados a la administración del recurso vital, se habla de que ya no es viable seguir manteniendo el sistema de antaño (por manto y a través de surcos) que a lo largo de décadas hizo posible la vida en tierra desértica. Ramiro Cascon es ingeniero agrónomo y actualmente es el secretario de Agua y Energía de San Juan, a cargo también de la dirección del Departamento de Hidráulica en la provincia vecina.

Destacó que al igual que Mendoza, el desafío para San Juan es profundo: el principal río que traslada el recurso vital en aquella provincia, el San Juan, ha presentado el nivel más bajo de escurrimiento desde 1909. Está de hecho, en el 18% de su capacidad, en tanto que los acuíferos subterráneos están afectados gravemente por la crisis hídrica.

"Esta situación nos obliga a trabajar de manera conjunta en la aplicación de mecanismos y tecnologías que permitan optimizar al máximo el recurso hídrico", destaca el especialista y detalla que en base a los buenos resultados obtenidos a partir de la aplicación de estas estrategias de innovación para la producción de tomate en tierra mendocina, la idea es continuar con la experiencia en para el cultivo de mosto y vid de mediano a bajo valor.

Trabajo coordinado

El objetivo, justamente, es lograr hacer una producción eficiente usando menos agua. "Con el sistema de modelos productivos mecanizables, tal como se hizo con Tomate 2000, podríamos lograr una producción viñatera más sustentable", indicó Cascon y detalló que en trabajos conjuntos entre ambas provincias, ya se ha logrado producir uva con menos uso de agua que el requerido de manera tradicional en las fincas. En el caso del tomate, detalló, los resultados han sido más que alentadores.

"Mientras que el riego por surco solo en este cultivo permitía producir 5 mil kilos de tomates en promedio por hectárea a partir de la aplicación del sistema por goteo y estudiando las diferentes variedades de tomate, se logró producir 120 mil kilos por hectárea con la mitad de agua", ejemplificó el funcionario.

En la misma linea, Cascon detalló que si bien estos recursos no son extrapolables a todo tipo de cultivos, por ahora todo indica que los resultados son los esperados, también, para la producción de uva. A modo de desmitificar qué implicaría este cambio desde el punto de vista de la inversión que sería necesaria en las fincas pequeñas y medianas, Cascon aclaró que el secreto estaría en modificar las pautas a la hora de planificar y aprovechar el agua y la tierra, más que en hacer inversiones imposibles.

La experiencia de La Consulta puede ser extrapolable a la producción de uva en el marco de la actual sequía. 

"Hay experiencias por positivas en vid, que han sido realizadas tanto en Mendoza como en San Juan", agregó el ingeniero agrónomo y aclaró que no es posible plantear un cambio de cultivos en función de las previsiones de sequía, sino más bien lo oportuno es diseñar planes que permitan mejorar y tecnificar las estructuras existentes de manera de adaptar los cultivos tradicionales a una administración del agua más ajustada a la actual realidad. De ese modo, aclaró, el cultivo también sería más eficiente.

"Ninguna de estas alternativas podría aplicarse si no se logra la rentabilidad deseada", aclaró Cascon y puntualizó que otro ejemplo en este sentido, sería evaluar si este sistema de riego por goteo con cosecha mecanizada se ajustaría a las necesidades de producción de pistacho. Todo depende, repite, del nivel de rentabilidad que ofrezca este cambio de paradigma. En todos los casos, destacó Cascon, el gran desafío es lograr que el recurso hídrico siga siendo el dinamizador de la matriz productiva. 

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