¿Vuelve la nieve a Mendoza? Esto dice el pronóstico
El ingreso de un frente frío y el pronóstico de intensas nevadas para los próximos días genera expectativa. Sin embargo, este fenómeno climático no alcanzará para cubrir los efectos devastadores de la sequía que vive la provincia de Mendoza.
Este invierno se caracterizó por la escasez de nevadas, situación que provocó una casi nula actividad en los centros de esquí que años anteriores recibían cientos de turistas. A su vez, especialistas auguran un verano complicado en relación al recurso hídrico disponible en la provincia de Mendoza.
La llegada de un frente frío que ingresará a la provincia de Mendoza, trae consigo la expectativa de nevadas que se desarrollarían durante al menos cuatro días en la cordillera de los Andes. La situación en el oeste de la región comenzará a presentar inestabilidad a partir de mañana y para el miércoles se espera el inicio de intensas nevadas que, según los expertos, cubrirán toda la cordillera mendocina. Sin embargo, la situación no alcanzará para cubrir la escasez de nieve que se presentó durante todo este invierno que finalizará seco y con precipitaciones por debajo de los valores normales.
Para los próximos días se esperan 280 centímetros de nieve acumulada en Las Leñas, Malargüe; a excepción de lo que sucederá en El Manzano, el piedemonte no contará con el manto blanco tan esperado. Si bien estos valores generan expectativa, no serán suficientes para afrontar los próximos meses que se vislumbran complicados en torno a la disponibilidad del recurso hídrico en la provincia de Mendoza.
El fenómeno meteorológico comenzó ayer y se extenderá hasta el día viernes en la Cordillera de los Andes aproximadamente desde San Juan hasta el norte de Chubut. Según el Servicio Meteorológico Nacional la zona cordillerana desde el Valle de Uco hasta el Sur provincial será afectada por nevadas, algunas localmente intensas y la altura de nieve acumulada se estima entre 30 y 60 cm, pudiendo ser superior de manera localizada.
El Paso Cristo Redentor se encuentra cerrado debido a las neviscas y los fuertes vientos que imposibilitan el tránsito seguro.
Una temporada diferente
La cordillera de los Andes este año se enfrenta a nevadas históricamente bajas; una sequía que, según los investigadores, es consecuencia del calentamiento global y tiene alcances que desde hace 20 años no se veían. La poca nieve precipitada y acumulada influirá en la población y sectores que dependen del agua que proviene de la montaña.
Uno de los principales afectados fueron los centros de esquí que durante este invierno permanecieron cerrados debido a la nula presencia de nieve y se vieron obligados a planificar otro tipo de actividades para dar frente a una situación que en las últimas dos décadas no se presentaba.