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Un grupo de hombres busca erradicar prostitución y pornografía

El próximo sábado 11 se hará el primer simposio internacional virtual: “Masculinidades y Cultura de la violación - Del ‘Ni Una Menos’ al ‘Ni Uno Más’”. Una oportunidad para reflexionar sobre: trata, prostitución, pornografía, incesto paterno-filial y violación como instituciones patriarcales.

Giza Almirón viernes, 10 de diciembre de 2021 · 07:47 hs
Un grupo de hombres busca erradicar prostitución y pornografía

Este simposio virtual será en el marco del Día de la No Violencia contra la Mujer (25 de noviembre), Día Internacional contra la Trata de Personas y la Explotación de la Prostitución Ajena (2 de diciembre), y el Día Internacional de los Derechos Humanos (10 de diciembre). Será de 15 a 17 horas y es organizado por la ONG Desertores: "Somos un grupo de varones que pretende generar una praxis en el marco de repensar nuestro rol y nuestro lugar como varones en la sociedad actual atravesada por las problemáticas que la Revolución Feminista hizo visibles", como ellos mismos se definen.

Entre los objetivos del simposio, está el de visibilizar la problemática de la trata con fines de explotación sexual, la prostitución, la pornografía, el incesto paterno-filial y la violación como instituciones patriarcales; y entenderlas como agresiones sexuales contra niñas, niños, mujeres y feminidades trans. Buscan, además, advertir el agravante del incesto paterno-filial, como del incesto eclesiástico (cometido por referentes religiosos) en el daño psíquico de niños, niñas y adolescentes: cuando quienes deberían proteger, son quienes provocan el mayor daño. También, quieren dar a conocer los efectos interpersonales y sociales de la masificación de la pornografía (pornificación de la cultura).

Simposio organizado por Desertores del patriarcado y la cultura prostituyente

El 2 de diciembre de 1949, las Naciones Unidas adoptaron la Convención contra la Trata de Personas y la Explotación de la Prostitución Ajena, lo que representa una forma contemporánea de esclavitud. Esta convención establece que toda forma de explotación de la prostitución ajena es punible, sin importar el consentimiento ni la edad de la víctima; y plantea la prevención de la prostitución y la trata, la protección de las víctimas, y el control de las agencias de empleo. La convención ha sido ratificada por Argentina y se encuentra vigente, aunque no se respeta.

En los últimos 30 años se inició, en nuestro país y en el mundo, un retroceso legal e ideológico –que se aparta del abolicionismo–, para incluir la idea de que el consentimiento de la víctima legitima su explotación. Exigir que se pruebe la falta de consentimiento de la víctima mayor de 18 años para que exista el delito de trata de personas abre un espacio de “trata legal”: aquella en que no puede probarse que la persona afectada no consintió su propia explotación. En estas condiciones, los proxenetas y los esclavistas se convierten en empresarios, y los Estados, al reglamentar la prostitución, se convierten en Estados proxenetas.

La institución de la prostitución, así como del incesto paterno-filial, las agresiones sexuales y las violaciones, no son responsabilidad de las víctimas, se trate de niñas, jóvenes o adultas, sean mujeres o feminidades travestis/trans y estén o no en el circuito prostibulario. La prostitución representa la forma de explotación y violencia sexual más arcaica, así como el privilegio masculino por excelencia dentro del orden patriarcal, por el cual los varones pueden disponer de los cuerpos de ciertas mujeres.

La trata de personas es una forma contemporánea de esclavitud

Alrededor del 85% de los casos de trata en el mundo se relacionan con mujeres y niñas para ser prostituidas. Hoy en día la trata de personas es el negocio ilícito más rentable del planeta (superando al tráfico de drogas y de armas), produce billones de dólares en el mundo sobre la base de la explotación del cuerpo de las mujeres, niñas y niños, y son fundamentalmente hombres quienes sostienen y perpetúan esta institución: casi la totalidad de los que demandan prostitución son varones.

La violación es una institución patriarcal milenaria, global y puede considerarse pandémica. En toda violación hay daño psíquico y físico, abuso de poder, sometimiento, imposición sobre la voluntad de otra persona. “Violar es avasallar, es someter, es aprovecharse sexualmente”, plantean quienes organizan el simposio Del ‘Ni Una Menos’ al ‘Ni Uno Más’. Esta forma de violencia de género extrema atraviesa a todas identidades, franjas etarias, clases sociales, ideologías o credos, colectivos y se presenta en todos los ámbitos. La violencia sexual es parte de un entramado y está intrínsecamente relacionada a las demás violencias: psicológica, física, simbólica, y desde luego, ligada a violencias estructurales (cultural, económica, política).

La masificación y omnipresencia de la pornografía (que es prostitución filmada y funciona como marketing de la prostitución y como propaganda de odio hacia las mujeres) retroalimenta y refuerza la cultura de la violación: “el morbo y la violencia van en aumento constante” afirma el psicoterapeuta Péter Szil (quien participará del simposio). Agrega, además, que “es la fórmula para seguir elevando el interés y la demanda, que hace un tremendo daño en primer lugar a las mujeres, a las que se les exige que cumplan con las retóricas de la pornografía (que cada vez se vinculan más a la pedofilia, al incesto y a la violación)”. La cultura de la violación está presente en las agresiones sexuales a niños, niñas y adolescentes en el Sextting, el Mobbing, la Sextorsión y está tan presente en la vida cotidiana, que permanece invisible. Cultura de la violación es también dudar, sospechar o culpar a la víctima. El pacto de silencio y la complicidad –de y entre varones– son un elemento clave en su sostenimiento y perpetuación.

Participarán del simposio el psicoterapeuta Péter Szil (de Hungría); el sociólogo Richard Poulin (de Canadá); el sociólogo, filósofo y trabajador social Lluís Ballester Brage (de España); y el psiquiatra Enrique Stola y el psicólogo Diego Gómez (de Argentina). Se entregará un certificado de participación y se puede obtener más información en el evento de Facebook.

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