Franja Morada, Cornejo sigue más violeta que nunca
El gobernador de Mendoza Alfredo Cornejo cambió una vez más a tiempo y de la Franja Morada se tiñó de violeta para anotarse anoche una victoria rotunda.
Gobernador Alfredo Cornejo es uno de los ganadores de las elecciones legislativas haciendo política en un espacio que reniega de la política.
Marcos García / MDZAlfredo Cornejo es quizá el cuadro político más exitoso en la historia de Franja Morada, la agrupación universitaria que es sinónimo de radicalismo desde hace casi seis décadas en Mendoza y la Argentina con decenas de militantes promovidos a cargos públicos en distintas épocas.
En ese semillero de dirigentes radicales que marcaron una época desde Franja Morada, donde la política era bien vista y mejor practicada, el mendocino ahora gobernador de Mendoza por segunda vez, escaló posiciones y aprendió hasta la última maña de un político con aspiraciones.
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Y luego de aquel activismo permanente el delfín de la Franja Morada recorrió el camino correcto para convertirse en un profesional de la política. Y, al mismo tiempo, construía poder subiendo la escalera de uno en uno. Alfredo Cornejo es un político neto, clásico y aprendiz de todo y de todos.
Anoche su último experimento de alianza con La Libertad Avanza logró imponerse al peronismo con un resultado histórico, tan impensado para propios como para extraños. Hay que decir acerca de estos resultados, en general y en particular, que han sido inesperados incluso para los propios protagonistas.
Alfredo Cornejo
Cuando Alfredo Cornejo negoció la hoy victoriosísima alianza de la UCR con La Libertad Avanza lo hizo desde la desventaja. De hecho, jamás hubiera compartido espacios de poder sabiéndose poseedor del boleto ganador. No es de regalar, nada. Y si presta, casi siempre termina en regalo para él. El "emperadorcito" es implacable.
Algunos colegas de Cornejo, como el caso del ahora ex gobernador de Corrientes, el también radical Gustavo Valdés, en la misma encrucijada pensada por Santiago Caputo y ejecutada por Karina Milei, no se doblegaron. Y desecharon la unión de fuerzas.
Cornejo, en cambio, hizo lo contrario. Pragmatismo le sobra. Y la cintura política que posee es como la de Nicolino Locche en su mejor momento.
Política
El "emperadorcito" estuvo con los Kirchner y Hugo Moyano. En 2005, en la disputa entre «radicales kirchneristas» y «radicales opositores», el primer sector lo ocupaban Cobos y el entonces diputado nacional Alfredo Cornejo, quienes entendían que «no vemos la ventaja de hacer oposición contra Kirchner creyendo que es la manera de recuperar el radicalismo».
El 28 de octubre de 2007, el delfín político de César Biffi (que esa noche perdió contra Celso Jaque la gobernación), dijo en alusión a Néstor Kirchner: “El Presidente le va a tener que agradecer a Cobos haberle posibilitado ganar en primera a vuelta a su esposa".
En 2015, Alfredo Cornejo ya era el socio del presidente Macri y él llegaba al sillón de San Martín por primera vez. Fue uno de los gobernadores aliados de Macri, hasta que un día no, se diluyó (pero no se diluyó, sino que más bien recalculó).
Estuvo en las primeras filas del experimento Cambiemos (Cambia Mendoza) y el hincha de Godoy Cruz fue uno de los aliados del entonces presidente Mauricio Macri y la ministra Patricia Bullrich. Estuvo en el foco de la gran luminaria de la política de Argentina. Se hizo fuerte. Un paso después del otro, como la hormiguita al principio del otoño.
La Libertad Avanza
La Alianza del dirigente universitario descollante de Franja Morada, de la FUC (Federación Universitaria de Cuyo) y la FUA (Federación Universitaria Argentina) con el enigma en formación que resulta la hoy triunfante fuerza política del presidente Javier MIlei, ha superado con creces las expectativas.
Cornejo es un dirigente venido desde la política hoy codeándose con otros dirigentes que reniegan y no disimulan su desprecio por la política. Prefirió esta alianza en la que perdió más poder de lo que le hubiera gustado. Pero, al final, ganó más de lo que entregó.
La victoria en las elecciones 2025 de Mendoza lo tienen al "emperadorcito" como el gran motor. Se puso la campaña al hombro, hizo política como tanto le gusta, la militó como si él estuviera en las listas y demostró que tiene más vidas que un gato.
No se sabe si Alfredo Cornejo imaginó este nuevo renacer en la política grande. Lo que sí queda claro es que hay Cornejo para más que un rato. Y si se entrega lo hará por un botín que hasta hace cuatro meses ni él soñaba en sus largas noches de ajedrez político.
El "emperadorcito" está más vivo que nunca.



