MDZ en el acto

Atentado a la AMIA: 28 años de impunidad e injusticia

A 28 años del atentado contra la AMIA, decenas de personas se reunieron frente a la sede de la Asociación israelita para conmemorar a las víctimas de la masacre y renovar su reclamo de justicia por uno de los hechos más violentos y oscuros dentro de la historia argentina.

Luciana Gesto
Luciana Gesto lunes, 18 de julio de 2022 · 16:31 hs
Atentado a la AMIA: 28 años de impunidad e injusticia
Foto: Julián Volpe - MDZ

Hace 28 años, la alarma que advierte la explosión de un coche bomba sigue sonando en la AMIA cada 18 de julio. En un acto donde se puede sentir una mezcolanza de melancolía por los que no están, bronca por cómo les fueron arrebatados y el grito de miles de personas que reclama por justicia ante el despiadado silencio del Estado. Pasan los años y faltan las explicaciones, se oscurece la vía judicial y los familiares y sobrevivientes del atentado “envejecen en años de ausencia, en una herida que sangra por la impunidad”.

Previo a la realización del acto, el secretario de cultura, afirmó que el Gobierno ya dio todas las explicaciones posibles sobre el asunto del avión venezonalo-iraní y que ahora recae en manos de la justicia. Por otro lado, en el discurso del presidente de la AMIA, se recordó a  Alberto Nisman, el abogado penalista que era fiscal en la causa AMIA y que tras recibir varias amenazas, fue encontrado muerto. Allí también se escuchó por parte de la multitud un fuerte “¡presente!” y un reclamo de justicia

Con la conducción de la periodista Gisela Busaniche, el acto tuvo como principales oradores a Amos Linetzky, presidente de AMIA; Anita Weinstein, sobreviviente del atentado; y a tres familiares de víctimas fatales: Sofía Guterman, mamá de Andrea; Jennifer Dubín, hija de Norberto; y Marina Degtiar, hermana de Cristian. “¿Cómo se explica tanta impunidad? La causa AMIA es uno de los reflejos más vergonzosos de la historia argentina. Una de las grandes deudas de nuestra democracia. Una imagen que detestamos mirar porque nos muestra un fracaso humillante”, aseveró el presidente de AMIA, Amos Linetzky al subir al escenario para compartir su discurso.

“Sigue transcurriendo el tiempo y continuamos sin avances en la investigación del peor atentado terrorista sufrido en nuestro país. ¿Cuándo fue la última vez que la Fiscalía especial, a cargo de los fiscales Sebastián Basso y Gonzalo Miranda produjo al menos una novedad en la causa? No estamos al tanto de que les hayan quitado recursos. Entonces, ¿a qué dedican sus jornadas ocupando una de las Fiscalías más grandes del país?”, cuestionó Linetzky.

Amos Linetzky, presidente de AMIA

“Está clara la responsabilidad en el atentado de altos funcionarios del gobierno iraní de aquella época, como así también de miembros operativos del Hezbollah”, recordó. “Estas personas tienen pedidos de captura internacional, y no deberían poder salir de las fronteras de los países que los protegen. Entre otras cosas, los Fiscales tienen la obligación de monitorear en forma permanente los movimientos de los acusados que tienen pedido de captura internacional. Cuando abandonan el territorio de Irán y El Líbano, deberían ser arrestados. Sabemos, hemos visto todos, que varios de los acusados viajan libremente por distintos países”, denunció el presidente de la AMIA.  

Anita Weinstein, sobreviviente del atentado a la AMIA

Dentro de los momentos más fuertes del acto, también se encuentran los testimonios de Ana Weinstein, sobreviviente del atentado, y de familiares de tres víctimas fatales de la masacre. Por un lado, Anita Weinstein compartió sus dolorosos recuerdos de la mañana en la que la AMIA fue atacada y evocó emocionada a su colaboradora Mirta Strier, con quien trabajaba en el segundo piso del edificio de Pasteur 633, y quien fue asesinada en el ataque.

“Me convertí en sobreviviente de un ataque terrorista considerado el acto antijudío más indignante después de la Segunda Guerra Mundial, después del Holocausto, del cual mis padres habían sobrevivido”, relató. “La bomba devastó a familias enteras y les causó daños irreparables”, continuó Anita Weinsten. “Nada de esto les importó a los terroristas que concibieron, financiaron y ejecutaron el bombardeo con la ayuda de cómplices locales. El odio, la intolerancia y las ideologías fundamentalistas guiaron sus pasos hasta Buenos Aires”, enfatizó Weinstein

A su turno, Sofía Guterman hizo referencia a los 28 años del atentado perpetrado en este lugar. "La misma cantidad de años que tenía mi hija Andrea Judith, una de las 85 víctimas del terrorismo violento e inhumano. Muy pocos años para ofrendar una vida, demasiados años sin Justicia. Llevo conmigo la vivencia de aquel día, bajo la forma de una eterna pesadilla", manifestó mientras compartió con los presentes "la pena sin fondo" con la que convive por la pérdida de su hija, y el dolor que siente al ver "su silla siempre vacía" y por no poder oír más sus risas.

Los tres familiares de víctimas fatales: Sofía Guterman, mamá de Andrea; Jennifer Dubín, hija de Norberto; y Marina Degtiar, hermana de Cristian.

“Siento indignación por la falta de justicia”, aseguró Sofía Guterman en otro tramo de su discurso. “Siento impotencia ante el avance de la impunidad. Una impunidad que espera que el nombre y la muerte de las víctimas se diluyan en el tiempo”, advirtió. “Siento terror de que esta impunidad le ponga un cepo a la memoria. Siento responsabilidad para luchar para que esa memoria no se apague ni se venda".

Por otro lado, Jennifer Dubín, quien perdió a su padre Norberto en el atentado, le dedicó unas palabras a su hija diciendo: “Sos parte de la generación que seguro continuará nuestra lucha, aunque más de una vez los brazos se cansen de tanto remar. Porque lo único que está prohibido es el olvido. Porque no queremos nada menos que la verdad y no exigimos nada más que justicia. Para que se acabe la impunidad y para que cada uno de ellos pueda descansar en paz”.

Durante el acto, no faltaron las lágrimas de bronca y dolor por parte de toda la multitud que acompañó a la Asociación israelita durante el acto. El momento en que se levantaron los 85 carteles de las víctimas del atentado a la AMIA, hace que las presencias de todos y cada uno de ellos se perpetúen en el tiempo. La memoria está más vigente que nunca y dispuesta a dar batalla al escudo de impunidad que recubre al Estado, a la justicia y a todos los cómplices y culpables de uno de los hechos más oscuros y horribles de la Argentina. Memoria, verdad y justicia

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