El romance prohibido de María Leal que mantuvo en secreto durante años

La exitosa actriz María Leal, partícipe de grandes éxitos de la televisión argentina como Grande Pa!, Gasoleros y El Marginal, habló sobre su vida personal, por fuera de la cámaras, con romances que la marcaron para siempre.

Justamente, una personalidad que fue la cara de varias novelas románticas, entre otros géneros, también tuvo historias de amor con matices desde lo personal, con cambios y decisiones difíciles en otros contextos de sociedad.

María afirmó haber tenido dos amores importantes en sus 76 años de edad, de los cuales el último supo mantenerlo en secreto durante un tiempo prolongado. Historias particulares que lleva en su mochila de vida la ganadora de dos Martín Fierro.

El primer amor fue de la mano de uno de los dueños de Sono Film, Martín Rodriguez Mentasti, su “Príncipe Azul”, con quien tuvo una conexión inmediata, al punto de casarse á los cinco meses y formar una familia tiempo después.

El desenlace no fue el esperado a partir de una enfermedad que terminó con la vida de su esposo tras estar ocho años juntos. Dentro de lo trágico de una despedida repentina, Leal volvió a conocer el amor de manera inesperada.

Paradojas de la vida, dos meses después, la actriz se reencontró con el amor de la mano de la cantante Sandra Mihanovich, quien con su voz despertó los sentimientos de Leal: “Llegué destruida y la chica empezó a cantar y mi recuerdo es que la miraba y me molestaba el cuerpo. Entonces salimos y Doria (el productor) propuso que  fuéramos a mi casa para tomar un café”.

“Fuimos a mi casa. Llovía torrencialmente y hablamos, hablamos, hablamos. Me senté en el piso, ella en el sofá y Doria traía café, mate, whisky, lo que fuera. Él iba y venía, y nosotras hablábamos. De golpe, salió el sol. Había amanecido, había parado la lluvia y allí estábamos”, relató sobre aquella conexión.

La actriz y la cantante, quienes también sellaron un vínculo con Leal como su manager,  supieron mantener en secreto aquel amor de la década del ochenta, del cual poco se supo y que duró seis años. Algo que ambas guardarán por siempre en lo más profundo del corazón.