Guapas

La joven que triunfa en el polo con solo 21 años y tiene una historia inspiradora

Milagros Sánchez es puntana y esta semana hizo historia en el polo argentino. Tiene solo 21 años y está participando en un torneo de 10 equipos integrados todos por hombres, salvo el suyo, en el que es la única mujer.

Candela Orrego viernes, 6 de mayo de 2022 · 08:08 hs
La joven que triunfa en el polo con solo 21 años y tiene una historia inspiradora
MIlagros Sánchez asegura entre risas que aprendió a caminar y a montar a la vez.

En la nueva sección de MDZ Femme, GUAPAS, destacamos a mujeres simples, como cualquiera de nosotras, que tienen algo para contar. Seguramente este también sea tu caso. Por eso, lo que busca este segmento es inspirarnos a hacer, no importa en qué lugar estemos. La semana pasada estrenamos la sección con Alejandra Riofrío, una enóloga que triunfa en Mendoza. Hoy traemos a una mujer que está haciendo historia en el polo argentino, Milagros Sánchez

Milagros Sánchez tiene solo 21 años pero su corta edad no influye en su carrera como polista. Sánchez nació en la ciudad de Concarán, provincia de San Luis, y cuenta que desde muy pequeña disfrutaba montar a caballo y jugar al polo. Con ejemplos tan cercanos como su papá y su tío, luego su hermano y su primo, Sánchez se animó y comenzó a competir. Actualmente, es la única mujer en participar del Campeonato Argentino del Interior con Handicap (CAIH), que se está disputando esta misma semana en Mendoza. 

Ella no solo se arriesgó a vivir su sueño y todo lo que implica, como cumplir con determinados horarios, estar semanas lejos de casa sin ver a su familia y amigos, sino que además tuvo la responsabilidad de representar 2 veces a Argentina y en este momento tiene 7 puntos/goles siendo el máximo a alcanzar 10. De las 32 ediciones del CAIH, Sánchez está debutado como la primera mujer integrando el equipo Los Sauces Club de Concarán junto a Ezequiel (su hermano) y Rodrigo Sánchez y Gonzalo Santamarina. 

¿Cuándo empezaste a montar a caballo?

Mi familia tiene campo, entonces cuando aprendí a caminar ya montaba a caballo [risas]. Desde siempre. Mi primer torneo fue a los 7 años.

¿Por qué empezaste a competir?

Al principio comenzó como un hobby. Mi viejo juega, pero arrancó de grande, no venimos de una familia de polo. Yo me empecé a meter por ellos [papá, tío, hermano y primo] que practicaban los fines de semana y me sumé también. Soy una apasionada por los caballos y por el polo también.

De repente estoy viviendo de esto, o sea, soy profesional, todo el año juego. Voy a hacer temporada en Buenos Aires, que de chica no me lo hubiese imaginado nunca. Como que se fueron dando las cosas, pero obviamente yo siempre lo soñé y lo quise, lo que pasa es que no me imaginé nunca estar donde estoy.

¿Cómo es hacerse profesional?

Vos lo podes hacer por hobby como un cable a tierra y a su vez tener otra profesión. Yo en 2018 recién tuve mi primer torneo como profesional, o sea que hasta los 18 años era como un hobby. He viajado a Tailandia, Inglaterra, Estados Unidos y ahora me voy a Roma.

No es que tenes que tener una edad o nivel, te puede pasar a los 15 o a los 18, a los 25 o a los 30, así como también quizás no te pasa nunca. Lo mío se fue dando sin buscarlo, me dijeron: "Che mili ¿queres venir a jugar?"...y así fue primer torneo en Tailandia como profesional.

¿Cómo es un día normal en tu vida?

Depende dónde esté. si estoy en Buenos Aires -depende a qué hora juego también-, trato de hacer vida profesional en serio, el tema de entrenamiento, comida y todo eso. Por ejemplo, si juego a la mañana descanso bien y por ahí puedo llegar a salir a caminar un rato como para despejarme un poco.

No tengo una rutina fija, por ejemplo acá en Mendoza es más tranquilo, jugamos a las cuatro tarde. En Buenos Aires soy un poco más estricta, soy de acostarme temprano, nada de alcohol. Es clave también para la cabeza saber que estás haciendo las cosas bien.

¿Cuánto tiempo pasas entrenando?

Cuando estoy en San Luis, mañana y tarde. En Buenos Aires se complica un poco más, pero sí todos los días y después a parte del entrenamiento con los caballos, ya sea taquear, montar o lo que sea, trato de hacer algo físico, de gimnasio. Eso sí, una hora, no exigirse tanto. Pero con los caballos podés estar toda una tarde: ensillar, darles de comer, bañar, lleva tiempo.

¿Sigue siendo un deporte en que su mayoría son hombres?

Mira la verdad es que hay de todo, como en todos los ámbitos. Pero el deporte femenino hace, no sé, 8 años atrás no era nada como lo ahora. Si no me equivoco, hace 5 años se juega el Abierto Femenino, que eso le dio un salto enorme. Este torneo que estamos jugando ahora -el CAI- se realiza hace 32 ediciones y con mujeres se realiza desde hace 3 años.

Es como que estos últimos 5 años está creciendo abismalmente. El año pasado hicimos un torneo en mi casa, yo vivo en Concarán, e hicimos un torneo de todos chicos y cuando me puse a sortear hice las cuentas y era la misma cantidad de chicas que de chicos. Me impresionó porque no es que habíamos puesto un límite, se habían anotado la misma cantidad y eso fue increíble antes no pasaba.

El día de hoy tenemos calendarios en todo el año, tanto en Argentina como en el exterior. Por ejemplo, se hizo el Mundial por primera vez hace un mes acá en Argentina y en la Copa de las Naciones, que se hizo el año pasado, y también salimos primeras. 

¿Es igual jugar con hombres que con mujeres?

Para mi es un deporte totalmente distinto jugar con hombres que con mujeres. Por ejemplo, yo con mujeres juegos de cuatro más defensa y con hombres de loneta, o sea atacando, cambia de un extremo al otro mi posición. Y si me das a elegir cuál me gusta más, no sabría decirte porque cada uno tiene sus cositas lindas.

¿Qué es lo que más extrañas cuando estás fuera?

Soy muy familiera. Antes me costaba un montón, mi familia es de juntarse todos los domingos a comer y esas cosas. Antes extrañaba muchísimo, ahora ya me cuesta un poco menos.

¿Qué te motiva a seguir todos los días?

Por suerte se me han venido dando cosas. Siento que cada vez estoy mejorando más, entonces eso me da ganas de seguir perfeccionándome. Porque muchas veces uno le pone mucha energía, pero medio que se queda estancado. Obviamente hay altibajos, como siempre, como en todo.

Algún día decís “no me salen las cosas”. Pero bueno, soy apasionada de esto, me encanta, podría estar todos los días haciéndolo. Me fascina. Y también el apoyo de la familia, yo sé que sin mis viejos -ellos son mis dos pilares-, no lo podría hacer.

 

 

 

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