Estas fueron las adicciones que acabaron con la vida de Luis Aguilar

Luis Aguilar fue uno de los actores y cantantes mexicanos más populares del país, principalmente por haberse especializado en música ranchera y mariachi. Su vida estuvo llena de éxitos, pero también las adicciones fueron un problema para su salud que trajo como consecuencia su pronto fallecimiento.

El Gallo Ciro nació el 29 de enero de 1918 en Hermosillo, Sonora, y allí vivió los primeros años de vida hasta que su familia perdió las tierras donde vivía por una expropiación del Gobierno y se trasladó a la Ciudad de México. Ingresó al Colegio Militar, pero su personalidad aventurera lo incitó a abandonar el servicio y lo llevó a tener una vida más libre.

Alcohol y tabaquismo: una vida de adicciones

Antes de ser un reconocido actor de cine, Luis Aguilar vivió en Mazatlán donde fue pescador y fundó un negocio pesquero en el que cazaba tiburones para luego vender las vísceras a negocios de Estados Unidos. Para no estar tan cansado y mantenerse despierto tomaba mucho alcohol, lo que de a poco se transformó en una adicción.

En ese entonces viajaba seguido a Ciudad de México para ver a sus familia y en una de las visitas fue a una fiesta en la que cantó, dejando a todos maravillados. Allí conoció al productor de cine Roberto O'Quigley, quien no dudó ni un segundo en proponerle que trabajara como actor en una de sus películas.

Luis Aguilar hizo su debut en la pantalla grande con un protagónico en la película "Sota, caballo y rey" (1944), la cual fue un éxito y rápidamente obtuvo el reconocimiento de la gente. Su carrera estaba en alza cuando dos años después conoció a su primera esposa, Ana María Almada, con quien se casó y tuvo a Ana Luisa y a Martha Fernanda.

En 1947 un locutor le puso el apodo "El Gallo Ciro" porque siempre se le paraba un gallo en el cabello y año más tarde filmó una película con ese mismo nombre. Pero su carrera y su vida personal comenzaron a desmoronarse por su adicción al alcohol a lo que se sumaba una obsesión por el tabaco y derivó en el divorcio con Almada en 1954.

Dos años después conoció a su segunda esposa Rosario Gálvez, una actriz mexicana que tenía un hijo de otra relación, pero el cantante lo adoptó como suyo. Sin embargo, el niño murió cuando disparó un arma que tenía Aguilar, lo cual representó una tragedia en la pareja y aumentó la adicción del cantante para paliar el dolor.

Gálvez, quien en ese entonces estaba embarazada, se fue a vivir a Aguascalientes y Aguilar ingresó a Alcohólicos Anónimos, lo cual lo ayudó a superar su obsesión por la bebida. Pero su cuerpo ya estaba deteriorado, sumado a que tenía un enfisema pulmonar, y finalmente falleció en 1997 en Ciudad de México como consecuencia de un infarto al miocardio mientras dormía.

¿Conocías las adicciones por las que atravesó Luis Aguilar?