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Increíble: por qué Argentina ahora importa ropa usada y está en riesgo de ser el "basurero" del mundo

El fenómeno estuvo prohibido por casi 30 años pero al levantarse los controles se disparó la importación de ropa usada, que ahora amenaza a la industria textil.

La importación de ropa usada se transformó en una tendencia creciente en el país y amenaza a la industria local, que debe competir contra precios irrisorios. 

La importación de ropa usada se transformó en una tendencia creciente en el país y amenaza a la industria local, que debe competir contra precios irrisorios. 

Foto: Archivo MDZ

Hace meses se encendieron las alarmas en la industria local por incremento de las importaciones, que según fuentes oficiales en el año aumentaron 26,8% versus exportaciones que se expandieron 9,5%. Y entre los sectores más afectados están la industria textil e indumentaria, calzado, juguetes y metalmecánica. Ahora le llegó el turno a la ropa usada.

Sin embargo, lo más llamativo es que en el marco de la amplia apertura que impulsa el Gobierno, con el argumento atendible de bajar los precios en vidriera y contribuir a la caída de la inflación, ahora esta creciendo muy fuerte la importación de ropa usada.

Guardia baja

El Gobierno ni siquiera debió remover una regulación en este sentido. El decreto 333/2017 impedía el ingreso de ropa usada, por el riesgo que supone para la salud de las personas, la posibilidad de ingreso al país de enfermedades, virus o contaminación, además del impacto en la industria local fabricante de indumentaria.

Con vigencia por cinco años, el decreto venció en diciembre de 2022 y en su momento no se renovó, aunque en la práctica los controles de valores criterio o de referencia, canal rojo y otras medidas de administración del comercio, en la práctica actuaban como barrera para el la importación de ropa usada.

Con el relajamiento de esos controles, algunos importadores empezaron a traer ropa usada y desde la industria local denuncian que el crecimiento es astronómico.

Una de las estrategias para recaudar algo de dinero es vender la ropa usada en buen estado en lugar de regalarla. Foto: Archivo MDZ
Una de las estrategias para recaudar algo de dinero es vender la ropa usada en buen estado en lugar de regalarla. Foto: Archivo MDZ
Una de las estrategias para recaudar algo de dinero es vender la ropa usada en buen estado en lugar de regalarla. Foto: Archivo MDZ

Importaciones a todo tren

"En lo que va del año, se registra una irrupción masiva de importaciones de ropa usada en el mercado local. Los datos son preocupantes: ya ingresaron 3.521 toneladas que equivalen a alrededor 200 camiones de ropa de descarte", señalan desde la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI), que se pregunta si el país está camino "el nuevo basurero mundial de ropa.

Agregan que estas prendas entran sin controles sanitarios, poniendo en riesgo la salud pública y generando un grave impacto ambiental.

Sólo en octubre se importaron 1067 toneladas de ropa usada, casi un tercio del total acumulado en lo que va del año. De acuerdo a estudios de la CIAI este volumen representa alrededor del 11% de todas las importaciones de prendas de vestir que ingresan al país vía aduana.

Ropa usada

En este contexto vale desatacar que desde principios de año la curva de crecimiento de estas importaciones que literalmente son tiradas en otros países, no paró de crecer.

"Esta importación de ropa de descarte ingresa con valores irrisorios: la ropa usada tiene un precio unitario promedio de apenas 1,2 dólares por kilo, un monto 15 veces más bajo que el precio promedio de la prenda nueva importada, que ronda los 18,4 dólares por kilo.

Cruzando la cordillera

Según informa la CIAI, hay un perfil de importación de este tipo de productos bien definido. Casi el 90% de esos bienes ingresa al país directamente desde Chile en camión y tiene como destino los grandes centros urbanos del país. "El 84% de las prendas ingresa por la aduana de Jujuy, teniendo como destino principal el Área Metropolitana de Buenos Aires", con foco en el conurbano bonaerense, indica CIAI.

El punto es que esta importación es reflejo de lo que ocurre del otro lado de la Cordillera. Es que Chile es el cuarto importador mundial de ropa usada y "sufre las consecuencias en el desierto de Atacama, donde se descarta alrededor del 40% de estas prendas. Estas prendas son fabricadas con fibras sintéticas y químicos, que se convierten en una fuente de contaminación del medio ambiente", analiza el documento.

Desde 1999 y por casi tres décadas la importación de ropa usada estuvo prohibida en el país, con prórrogas consecutivas de la normativa que así lo establecía. "En la actualidad, no existe ninguna restricción vigente sobre la importación de ropa usada, una medida que originalmente buscó proteger la salud pública, la seguridad y el medio ambiente", remarcan fuentes de la CIAI.