¿Tu celular está super lento? Apaga esta función y volará
Si el celular se vuelve pesado, hay un cambio rápido que mejora la fluidez y varias rutinas sencillas para mantener el rendimiento sin cambiar de equipo.

Cómo evitar que el celular funcione lento. A continuación la respuesta.
ShutterstockCuando el celular tarda en abrir una app o la pantalla se queda rígida, la primera reacción suele ser pensar en comprar otro. Antes de tomar esa decisión, conviene hacer una prueba: pequeños ajustes pueden devolver la agilidad perdida. La mayoría de las veces el problema no es “vejez” sino tareas de más, efectos visuales que consumen potencia.
Además de la memoria al límite y software sin actualizar. Con unos minutos de atención, el celular puede recuperar esa sensación de ligereza que tuvo el primer día.
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Apagá las animaciones y devolvé potencia a lo importante
Un truco que marca la diferencia es quitar las animaciones del sistema. Esos deslizamientos y transiciones se ven bonitos, pero gastan ciclos de procesador y de la parte gráfica. Firmas especializadas en seguridad y rendimiento, como Avast, recomiendan desactivar tres escalas dentro de las Opciones de desarrollador: ventana, transición y duración del animador. El camino es simple: Ajustes → Opciones de desarrollador → Escalas de animación → Desactivadas.
Si no aparece el menú de desarrollador, podés habilitarlo tocando varias veces “Número de compilación” en Información del teléfono. Al sacar esos efectos, la energía que iba a los “adornos” pasa a tareas reales: abrir apps, escribir sin retrasos y moverse por los menús con mayor fluidez.
Actualizá todo: menos fallas y más estabilidad diaria
El segundo frente es el software. Aplicaciones antiguas y un sistema desactualizado generan errores, consumos extra y cierres inesperados. Para no perseguir app por app, activá la actualización automática en Google Play Store: perfil, Configuración, Actualizar apps automáticamente. Así llegan correcciones y parches de seguridad sin que tengas que intervenir. Además, revisá cada tanto Actualización de software en los ajustes del equipo.
Esas versiones nuevas optimizan procesos, mejoran cómo se usa la memoria y ordenan el funcionamiento en segundo plano. Mantener todo al día evita que los pequeños fallos se acumulen y terminen convirtiéndose en un celular a tirones.
Liberá espacio del celular: el sistema respira mejor con margen
Cuando el almacenamiento está lleno, el teléfono se vuelve torpe hasta para tareas básicas. Por eso, hacé una limpieza periódica. Empezá por lo que no usás: desinstalá herramientas que quedaron olvidadas desde Ajustes → Apps. Si necesitás ciertas aplicaciones, pero querés algo más liviano, elegí sus versiones Lite, que ocupan menos y consumen lo justo. Descargalas siempre de tiendas oficiales como Google Play Store.
Sumá la limpieza de caché de tanto en tanto para quitar archivos temporales que ya no sirven. Como regla práctica, mantené un colchón de espacio libre. Ese margen permite al sistema trabajar con soltura y acelerar los tiempos de respuesta.
Reiniciar también ayuda. Es un gesto simple que ordena la casa: vacía memoria temporal, cierra procesos que quedaron colgados y reinicia servicios esenciales. Hacelo al menos una vez por semana, más aún si sos de usar muchas apps a la vez o si el teléfono permanece encendido durante días. El método es el conocido: mantené presionado el botón de encendido y elegí Reiniciar. No soluciona todo, pero despeja el terreno para que el sistema arranque fresco.
Con estos pasos, el cambio se nota. Animaciones apagadas, software al día, almacenamiento con aire y reinicios regulares devuelven la agilidad en pocos minutos. No hace falta ser técnico ni instalar herramientas raras: alcanza con mirar la configuración y ordenar lo básico. Si después de aplicar estas medidas la lentitud sigue, puede haber otros factores: batería degradada, una app maliciosa o simplemente un hardware que quedó corto para tus necesidades.
En ese caso, valdrá la pena evaluar un recambio. Pero en la mayoría de los equipos, estas rutinas son suficientes para sumar velocidad, evitar bloqueos y estirar la vida útil sin gastar un peso. Tu Android te lo va a agradecer desde el primer toque.