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Pantalla del televisor como nueva: el sencillo truco sin productos químicos

Con un par de paños, agua destilada y movimientos suaves, es posible dejar la pantalla reluciente, sin marcas ni riesgos para el equipo.

En simples pasos, la pantalla del televisor quedará como nueva.
En simples pasos, la pantalla del televisor quedará como nueva. Shutterstock

Mantener la pantalla del televisor en buen estado no requiere productos caros ni procesos complicados. La clave es usar los materiales adecuados y aplicarlos sin apuro. Antes de empezar, apaga el equipo y desconéctalo. Así evitas riesgos eléctricos y, además, podrás ver mejor el polvo y las manchas sobre el fondo oscuro.

Trabaja siempre sin presionar. El recubrimiento de las pantallas modernas es delicado y se puede dañar con un gesto brusco o con un paño inadecuado. Una rutina corta, hecha con constancia, marca la diferencia y alarga la vida útil del dispositivo.

Lo básico: qué usar y qué evitar para limpiar la pantalla

El kit de limpieza es breve. Un paño de microfibra, bien limpio y seco, será tu principal aliado. Suma agua destilada para humedecer ligeramente el paño cuando haga falta. Si prefieres rociar, usa un pulverizador pequeño para controlar la cantidad. Para manchas rebeldes, funciona una mezcla mitad agua destilada y mitad vinagre blanco. Úsala con moderación y, si no estás seguro del material de tu pantalla, prueba antes en una esquina.

Evita toallas de papel, servilletas o telas ásperas. Suelen rayar y sueltan pelusa. También conviene dejar de lado limpiador con amoníaco, alcohol o abrasivos. Pueden opacar la superficie, borrar el tratamiento antirreflejo y dejar marcas permanentes. Reserva uno o dos paños de microfibra solo para esta tarea. Así no transferirás grasa o restos de otras limpiezas.

Con este truco podrás limpiar la pantalla de tu televisor sin dañarla Foto: Shutterstock
Con este truco podrás limpiar la pantalla de tu televisor sin dañarla Foto: Shutterstock
Con este truco podrás limpiar la pantalla de tu televisor sin dañarla Foto: Shutterstock

Paso a paso sin margen de error

Con el televisor apagado, humedece el paño con la solución elegida. No debe gotear. El exceso de líquido es enemigo de la electrónica. Pasa el paño con suavidad, en movimientos cortos y uniformes. Puedes hacerlo en círculos amplios o en líneas rectas, del centro hacia los bordes, para distribuir la presión de manera pareja. Si encuentras huellas, insiste un poco más en esa zona sin apretar. Repite el recorrido hasta cubrir toda la superficie.

Cuando termines, pasa otro paño de microfibra, esta vez seco, para retirar cualquier resto de humedad y lograr un acabado sin velos. Espera a que todo esté completamente seco antes de encender. Si notas algún cerco, vuelve a pasar el paño seco. La paciencia rinde: mejor dar dos pasadas suaves que una sola con fuerza.

El polvo se aloja primero en marcos y bordes. Empieza por allí y luego avanza al centro. Para las ranuras de ventilación, los botones o las uniones del gabinete, usa una brocha pequeña o un cepillo de cerdas suaves. También sirven los hisopos, siempre secos. Ese repaso evita que, al mover la pantalla, la suciedad se desprenda y caiga otra vez sobre el panel. Mantén el ambiente ventilado y, si es posible, limpia cuando haya poca humedad.

Un truco extra: guarda el control remoto y limpia su superficie con el mismo paño seco. Menos grasa en las manos equivale a menos huellas en la pantalla. Y recuerda: no pulverices líquido directo sobre el televisor. Siempre al paño.

Método alternativo para huellas difíciles

Si una marca se resiste, puedes usar agua destilada con una mínima cantidad de aceite de jojoba o una gota de aceite vegetal. Colócala en el paño, nunca en la pantalla. La grasa ayuda a levantar restos de dedos sin frotar de más. Luego, retira cualquier velo con el paño húmedo y finaliza con otro paño seco para pulir. Este procedimiento es útil en paneles con huellas “pegadas” o en equipos que estuvieron cerca de la cocina.

La regla es la misma: trabajar con poca cantidad, sin presionar y con movimientos suaves. Si la mancha persiste, vuelve al método básico y repite con paciencia.

La limpieza frecuente evita rayones por partículas acumuladas. Un repaso rápido semanal con microfibra seca mantiene el polvo a raya. La limpieza profunda, con paño apenas húmedo, puede hacerse cada dos o tres semanas, según el uso y el ambiente. No apoyes objetos contra la pantalla ni la limpies mientras está caliente. Espera a que se enfríe. Mantén cables y base firmes para no forzar el panel al pasar el paño.

Guarda los materiales en un lugar limpio y usa siempre la misma microfibra para el televisor. Con esta rutina, tu equipo lucirá nítido, sin velos y con colores más reales. Y todo con insumos que ya tienes en casa, en pocos minutos y sin riesgos para la superficie.