Reclamos previsionales en enero: una decisión que puede marcar la diferencia
Aunque los tribunales bajan la actividad en verano, los reclamos ante Anses pueden iniciarse igual y ganar tiempo para llegar a febrero con el camino empezado.
A continuación contestamos la pregunta qué muchos se hacen, ¿se puede iniciar un juicio en enero?
Enero trae una pausa visible en los pasillos judiciales. Se reordenan agendas, se reducen presentaciones y la palabra “feria” se instala en cada conversación de estudio. En ese escenario, aparece una duda repetida entre jubilados y pensionados: si la Justicia desacelera, ¿tiene sentido empezar los reclamos ahora?
La abogada en derecho previsional María Pía Molgatini(matrícula SCJM 12756, CSJN T150 F829) afirmó que el punto de partida es entender una diferencia que cambia todo: “La feria es judicial, no administrativa. Anses continúa funcionando con normalidad”.
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Feria judicial: qué se detiene y qué no
La confusión suele ser lógica: si los tribunales bajan la persiana, se asume que el sistema completo queda inmóvil. Pero en materia previsional hay etapas distintas. Durante la feria, el Poder Judicial suele impulsar menos actuaciones y, salvo urgencias con habilitación, el ritmo se vuelve más lento. Sin embargo, Anses no entra en feria judicial. La atención y la tramitación administrativa siguen. Eso significa que un reclamo puede presentarse, registrarse y avanzar, aun cuando los juzgados estén en modo reducido.
En los juicios de reajuste previsional hay un requisito que ordena el camino: antes de demandar, hay que agotar la vía administrativa. En términos simples, se presenta el reclamo ante Anses, se espera la respuesta y, con una negativa —o con el escenario que corresponda si no hay contestación—, recién ahí se habilita el tramo judicial. María Pía Molgatini lo resume sin rodeos: “Muchos juicios de reajuste exigen agotar primero la instancia administrativa. Si ese paso no se cumple, la demanda no puede prosperar”. Por eso, esperar a febrero “por la feria” suele implicar perder un mes que podía utilizarse para cumplir ese primer escalón.
Hay un detalle práctico que pesa más de lo que parece: la vía administrativa no se activa sola. Si se posterga, no corre nada. No se genera expediente, no queda constancia del planteo, no se ordena documentación. En cambio, si se inicia en enero, ese mes puede servir para cargar recibos, sumar antecedentes, corregir faltantes y dejar el caso prolijo. Cuando los tribunales retoman su ritmo habitual, el reclamo ya tiene base y estructura.
Enero como ventaja silenciosa
Molgatini dice que ve la misma escena cada verano: gente que espera porque siente que “en enero no se mueve nada”, y luego descubre que el atraso fue evitable. “Ese mes que se deja pasar no vuelve”, advierte. En cambio, usar enero para abrir el trámite puede adelantar semanas. A veces Anses emite una respuesta; otras, deja asentado el estado del reclamo; y, aun si la contestación es negativa, esa instancia aporta lo que después pide la Justicia: un recorrido administrativo previo. En palabras de la especialista: “Iniciar el reclamo administrativo en verano te deja mejor posicionado cuando se reactiva la Justicia”.
La recomendación, dice María Pía Molgatini, no es “judicializar por deporte”, sino avanzar con orden. Primero, revisar el caso con un profesional y reunir la documentación base. Segundo, presentar el reclamo ante Anses por la vía administrativa. Tercero, con la respuesta negativa o el supuesto que corresponda, preparar la demanda para presentarla cuando sea oportuno. “El objetivo no es litigar sin sentido, sino no regalar tiempo por una confusión común”, remarca.
En previsional, el tiempo pesa. No solo por los plazos, también por el desgaste que genera esperar sin necesidad. La feria judicial puede frenar el empuje de los tribunales, pero no impide mover la parte administrativa que igual será obligatoria. Por eso, enero no necesariamente es un mes perdido: bien usado, puede ser el tramo que deja listo el terreno para que febrero encuentre el caso encaminado.


