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La inteligencia artificial y el desafío a la soberanía en 2026

La Inteligencia Artificial promete progreso, pero también amenaza empleo, economías y autonomía personal, redefiniendo el poder y la soberanía en el mundo.

La soberanía de las naciones podría orientarnos en la disyuntiva.

La soberanía de las naciones podría orientarnos en la disyuntiva.

Archivo MDZ

El año próximo la Inteligencia Artificial seguramente avanzará. Las empresas líderes occidentales encontrarán dificultades para cumplir con las expectativas de los inversores y la burbuja financiera se desinflará, según asumen los mercados. A pesar del traspié (importante), la tecnología continuará sorprendiendo: modelos superiores, agentes para muchas tareas, robótica, aplicaciones médicas, poderosas soluciones industriales y logísticas. Todo para mejor.

También comenzaremos a asumir las limitaciones estructurales en los modelos, como ha publicado recientemente la MIT Sloan School of Management. Es claro que la IA en rigor de verdad, no piensa; simulan razonar, pero dista de la mente humana. Así y todo, sus posibilidades son extraordinarias.

De las muchas tendencias que nos desafían hay una particularmente inquietante: el jaque de la IA a las naciones. Varios autores han reflexionado sobre esto, comenzando por Kissinger en sus últimos años de vida. La tendencia conlleva efectos políticos, económicos, y antropológicos de envergadura.

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Es claro que la IA en rigor de verdad, no piensa; simulan razonar, pero dista de la mente humana.

Es claro que la IA en rigor de verdad, no piensa; simulan razonar, pero dista de la mente humana.

Perturbación económica

La soberanía de los países exige estabilidad y cohesión internas, muy determinadas por la economía. En este sentido la IA promete perturbar profundamente las economías nacionales, luego debemos prepararnos para potenciales escenario de disrupción política, y alteraciones de la soberanía.

Actualmente, sin ambigüedades, la IA necesita promover urgente la productividad, o caerá toda su arquitectura de financiamiento. Y ocurre que este aumento de la productividad ocurrirá fundamentalmente sustituyendo puestos de trabajo y ahorrando mano de obra. En los hechos se está usando como sustituto parcial de trabajo administrativo, sustituto cognitivo (menos expertos para trabajos intelectuales), y para intensificar el trabajo remanente. Algunas empresas se expanden, e incluso toman más empleados; pero en el agregado, el trabajo para los jóvenes más calificados se vuelve progresivamente más escaso. Se implementará IA para hacer lo mismo, o más, con menos salarios. De hecho, Goldman & Sachs estimó los niveles de productividad a alcanzar dependerán finalmente de la proporción de puestos de trabajo automatizados. Se espera que una empresa sustituya trabajadores para capturar la mayor productividad prometida por la tecnología. Y el precio de no adoptar IA podría ser la pérdida de la ventaja competitiva. Aquí conviene ser realista y no alimentar una fe irracional en la reconversión automática del mundo laboral; la transición será traumática. La disrupción será únicamente asimilada con creatividad política, y cambios profundos, muchos de ellos regulatorios.

Opinan los expertos que el ahorro laboral traerá menores costos de producción, mayor rentabilidad para las corporaciones, repago a la inversión, ganancia para los desarrolladores de sistemas de IA, y rentabilidad para las grandes inversiones que financian estos sistemas. Una porción del ahorro se trasladará a menores precios. Pero finalmente, librado el asunto a su sola evolución, la inversión en IA se pagará con despidos o menos contrataciones. Si el panorama parece distópico, consideremos que las personas más ricas del planeta están planteando soluciones prácticamente aberrantes como salario universal y “adaptarse” a un mundo sin empleo.

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la IA necesita promover urgente la productividad.

la IA necesita promover urgente la productividad.

Agreguemos el dilema fiscal; menos trabajadores significaría caída de la recaudación, y dificultades graves para sostener el Estado de bienestar. Y este debilitamiento de los seguros sociales amenazará el único sistema de financiamiento eficaz conocido a la fecha, para resolver las demandas sociales de salud, educación, retiro, desempleo, seguridad, servicios de justicia, infraestructura, y discapacidad. Estos cambios, librados al curso espontáneo de la tecnología, causarían así inestabilidad interna, conflictividad política, y serían una amenaza para la misma subsistencia soberana de las naciones.

Soberanías nacionales

El proyecto “Human-Centered Artificial Intelligence” de la Universidad de Stanford publicó sus predicciones 2026. Su co-director, James Landry, señala el conflicto de la IA con las soberanías nacionales. Actualmente hay dos grandes proveedores de sistemas globales de IA que son China y Estados Unidos. Ciertos Estados buscarán reducir su dependencia respecto de ellos. Y de este modo reducir su dependencia del sistema político estadounidense, del chino, o de ambos. Para lograrlo algunos países buscarán desarrollar sus propios modelos, o procurarán ejecutar modelos externos sobre infraestructura local para retener datos y control. La tendencia explica la proliferación de inversiones en grandes centros de datos y la diplomacia tecnológica de actores como OpenAI o Nvidia, que pretenden conservar su supremacía global vendiendo IA soberana a los países. Pero será muy difícil que otros Estados obtengan la capacidad de desarrollar infraestructura y recurso humano suficientes para competir con los dos gigantes.

En consecuencia, la dependencia tecnológica muy probablemente continuará creciendo, y con ella, la dependencia política. Que dicho en otros términos significa, reducción de la soberanía. Más complejo aún, los grandes modelos requieren grandes datos, generables mayoritariamente por personas que viven en países incapaces de desarrollar modelos. Luego los datos del ciudadano de a píe serán utilizados por los gigantes, por derecho o, de hecho.

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La dependencia tecnológica muy probablemente continuará creciendo, y con ella, la dependencia política.

La dependencia tecnológica muy probablemente continuará creciendo, y con ella, la dependencia política.

Soberanía personal

La cuestión de los datos nos lleva a la privacidad, la vigilancia, y a la autonomía de la persona. La IA afectará nuestra autonomía desde lo económico, como se dijo, transgrediendo la privacidad, por la relativización de las soberanías nacionales, y finalmente por efectos sobre la identidad individual, amenazada en quien deja de pensar, y de sentirse útil por su trabajo. Los sistemas de IA buscan, mediante el uso intencional de herramientas de ingeniería, crear un yo aparentemente inteligente, y recrear un entorno audiovisual virtual potencialmente indistinguible de la realidad. De ningún modelo predictivo emerge lógicamente una personalidad. Los modelos de lenguaje, estiman distribuciones de probabilidad, optimizan funciones de pérdida, y maximizan consistencia estadística. Pero, actitud empática, juicio equilibrado, una broma cada tanto, o tonos de voz familiares, resultan de una ingeniería deliberada, adicionada para hacer más agradable la experiencia del usuario. Pero todo esto afecta nuestra psiquis.

El punto es que la correspondencia funcional con la realidad de los modelos de lenguaje y los grandes modelos de razonamiento es asombrosa. Gracias a ella hacen diagnósticos médicos correctos, dictámenes jurídicos impecables, auditorías contables precisas, para citar algunos ejemplos. Luego razones para incorporarlos sobran. No obstante, los riesgos planteados al comienzo son tanto más reales cuanto mayor la eficacia de la IA. El desafío será, finalmente, para la soberanía de la persona humana. Con cuánta vehemencia y sabiduría decidiremos afirmarnos a hombros de este gigante y desde allí florecer. O dejaremos que la inmensa huella de tecnología e intereses puramente económicos aplaste nuestra condición, hasta hacernos perecer.

La soberanía de las naciones podría orientarnos en la disyuntiva.

* Dr. Carlos Javier Regazzoni. Instituto de Salud Global, Universidad JF Kennedy.