En profundidad: los cambios al secundario en Mendoza
El nuevo esquema normativo del Nivel Secundario pondrá "orden" con el objetivo primordial de "cuidar la trayectoria del alumno" en su paso por la escolaridad media, teniendo en cuenta la necesidad de "perfeccionarse y adecuarse a los tiempos" que acontecen en las escuelas, aseguró el director de Secundaria de la DGE, Emilio Moreno. A continuación, algunos de los cambios definidos
El nuevo esquema normativo del Nivel Secundario pondrá "orden" con el objetivo primordial de "cuidar la trayectoria del alumno" en su paso por la escolaridad media, teniendo en cuenta la necesidad de "perfeccionarse y adecuarse a los tiempos" que acontecen en las escuelas, aseguró el director de Secundaria de la DGE, Emilio Moreno.
La resolución 558, publicada este martes, unifica criterios y engloba todos los temas que rigen el Nivel Secundario y, por lo tanto, deroga las resoluciones anteriores. Enmarca cuestiones como el régimen académico, el ingreso, la asistencia, la escolaridad protegida, la convivencia escolar y la evaluación pedagógica, entre otros. Además incluye la aplicación del régimen de los cuatrimestrales, que ya había sido oficializado en marzo.
Moreno explicó a MDZ que esta norma "reúne todo lo que pasa en la educación secundaria y pone en orden un esquema que abarca desde el ingreso hasta el egreso del alumno, cuidando toda su trayectoria". A su vez, añadió, permite "perfeccionar y adecuar a los tiempos cuestiones que ya se venían desarrollando, teniendo en cuenta que la normativa necesitaba moldearse a la realidad que acontece en las escuelas".
"Este es el cambio que debíamos hacer: unificar en una sola resolución toda la normativa referida al sistema del Secundario, contar con los distintos formatos pedagógicos e incorporar los proyectos integrados que trabajan las escuelas", sintetizó.
Algunos cambios
Si bien la mayor parte del contenido de la resolución 558-19 ya existía en otras normativas vigentes, la DGE aprovechó la ocasión, en consulta con docentes, directivos y equipos pedagógicos, para actualizar algunos aspectos, en ocasiones referidos a regímenes modificados en los últimos meses, e incorporar otros más acordes al contexto social.
Una de esas novedades es el nuevo sistema de evaluación, cuestión que está íntimamente relacionada con los flamantes cuatrimestres. La resolución establece que para evaluar cada cuatrimestre, considerado como una 'unidad pedagógica', el docente deberá tener seis notas, cinco 'de proceso' más una del examen integrador. Por ende, y a diferencia de lo que ocurría hasta ahora, todas las notas tendrán que ser promediadas conjuntamente para obtener la calificación final. "Ahora la evaluación integradora se promedia como una nota más, siendo considerada como la culminación del proceso pedagógico sin tener un valor diferente a las demás", aclaró Moreno.
Al menos una de las notas procederá de una evaluación escrita e individual. "El examen escrito puede no ser el integrador, que de hecho tampoco tiene que ser escrito, ello dependerá del formato pedagógico que el docente o el espacio curricular defina", señaló el funcionario.
En cuanto a la nota final del cuatrimestral, deberá ser un número entero o con cincuenta centésimos, y en caso de tener centésimos distintos a ese valor, el redondeo será hacia el número siguiente. Por ejemplo, si el promedio arrojó 7.22, se subirá a 7.50; si da 6,75, quedará en 7. Esta regla no se aplicará para la nota final del año, que mantendrá su número tal como resulte del promedio de ambos cuatrimestres.
Otro cambio importante estará en el régimen de inasistencias. La resolución reduce el límite de tolerancia a 20 ausencias, pudiendo extenderse de manera excepcional a 28, el valor que regía hasta ahora. En caso de superarse ese límite, el alumno pasa a la categoría de 'condicional'. De todas formas, las autoridades contemplaron un procedimiento preventivo basado en una escala que contempla varias medidas para frenar el faltazo: "Este procedimiento institucional determina distintas instancias de prevención antes de llegar al límite, con el fin de garantizar la escolaridad del alumno y que sus padres estén al tanto de lo que ocurre", sintetizó Moreno.
En esa misma línea, se aplicaron algunas correcciones al régimen de convivencia escolar. Más allá de la inclusión de aspectos como la utilización de internet y las redes sociales ('cyberbullying'), en el caso del sistema de puntos (que se mantiene en un total de 25) se sumó la posibilidad que al alumno que perdiera 20 puntos o su falta sea considerada 'innegociable', pueda cambiarse de escuela bajo autorización del Servicio de Orientación Escolar y bajo el seguimiento del supervisor. Moreno sostuvo que esta medida "es de carácter preventivo" y busca "garantizar la educación del chico".
Respecto al Consejo de Convivencia Escolar (CCE), integrado por representantes de la comunidad educativa y cuyo principal objetivo es analizar los casos de alumnos que transgredieron las normas de convivencia, se ajustaron algunos puntos, según Moreno: "Unificamos los criterios de composición e incorporamos la obligación de sumar integrantes suplentes por turno, para que puedan cubrir todas las reuniones del consejo".
Por otro lado, se modificó el sistema de prioridad de ingreso a la escuela secundaria. Ahora, los estudiantes 'con apoyo de la modalidad de educación especial' encabezan la lista por delante de los abanderados y escoltas titulares y los hermanos. "La inclusión de estudiantes con apoyo de educación especial marca un límite de 25 alumnos en total por curso. Esta inscripción en primera instancia condiciona la cantidad de vacantes a futuro", subrayó Moreno.