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Bajo análisis: ¿hay algo más que no sabemos detrás de Gil Pereg?

La columna de Gabriel Conte en el programa "Otra Manera" por MDZ Radio. El caso que sucedió en Mendoza y que estremeció al país, con repercusiones en Israel y Australia, está signado por situaciones poco claras que están en la mira de una investigación que fue precisa y que terminó por encontrar los cadáveres de Lily Pereg (54) y  Pirhya Sarussi (63), madre y tía de Gilad Gil Pereg, en el lugar en que este residía

viernes, 15 de marzo de 2019 · 15:20 hs

El asesinato en Mendoza de Lily Pereg (54) y Pirhya Sarussi (63) no fue un hecho menor. Estuvieron desaparecidas durante un tiempo y eso encendió luces amarillas no solo en materia judicial, lógicamente, sino a nivel político:

  • Mendoza no podía sumar un nuevo caso de desaparición de personas que la llevara a una nueva condena internacional;
  • Los involucrados en su búsqueda, a nivel policial y judicial, corrían en riesgo de quedar en ridículo, burlados por las habilidades criminales de él o los asesinos
  • La imagen turística de la provincia quedaría por el suelo tras la repercusión de un caso que involucraba la desaparición, lisa y llana, de dos turistas.

Sin embargo se trabajó en forma profesional y se hallaron, lamentablemente, los cuerpos de las dos mujeres asesinados y vejados, en el lugar en donde residía el hijo de una de ellas.

Así quedó descartada una etapa del "juego", la política, de importancia, pero no tanto como hallar al responsable de las muertes. La etapa judicial, en marcha, no es sencilla y está llena de pasos hacia adelante y hacia atrás. pero no se trata de un juego de mesa cuyo destino esté en manos de unos dados. Se trata de un verdadero desafío para el derecho encontrar la verdad y actuar en consecuencia, munidos de elementos sólidos: pruebas.

A la hora de revisar transversalmente y desde una mirada periodística lo que va sucediendo con el caso, aparecen factores curiosos. No representan el fondo de la causa, pero podrían incidir. No son parte de una mirada jurídica, pero podría ser parte de su sustentación. Y esta revisión pasa por los factores que rodean el desarrollo de la acusación y defensa de Gil Pereg, como por ejemplo, saber si hay algo más detrás de su figura, atentos a la voluptuosidad de su defensa y a indicios al menos extraños o dudosos que aparecen a su alrededor, y que son incógnitas, no afirmaciones ni acusaciones:

- Tiene tres abogados -Maximiliano Legrand, Marcos Segovia y Lautaro Brachetta- que sostienen que es inocente, que es inimputable y hasta dejan entrever que pudo no haber cometido el crimen. ¿Entonces por qué tres abogados?

- Si el acusado es "inimputable" pero además "inocente", como refieren furiosamente desde su defensa, que recorre los medios de comunicación, ¿por qué sale tan cara la tarea, cobrándose con 20 armas cuyo valor en el mercado es de unos 2 millones de pesos?

- Aparecen en escena situaciones impensadas a la hora de hablar del caso, como que hay otras dos denuncias en la causa que involucra a los abogados, pero podrían ser tres:

  1.  Uno de los abogados denunció un robo en su casa el pasado 14 de febrero, en donde sostuvo que le habían llevado 17 de las 20 credenciales de las armas que le vendió Pereg. Con esas credenciales, ya con las armas a su nombre, las retiraría de la armería de Buenos Aires donde están.
  2. La escribana que actuó en la transferencia de las armas de Pereg al abogado dio fe de estar viendo en la cárcel, ante sus ojos, el DNI del detenido. Pero el DNI está secuestrado. No lo vio. Es pasible de ser acusada de “falsedad ideológica” y la operación podría ser nula. Pero eso no es lo peor, sino que la profesional tiene en juego su profesión.
  3. El tercer delito que se les podría aplicar a los defensores de Gil Pereg es consecuencia de su prédica en torno a la inhabilidad mental de su cliente. Si es tan inhábil, ¿no se están aprovechando de su situación mental para sacarle plata y conseguir fama, tal vez?

Entonces:

  • Si la Justicia fuera tal, debería seguir los pasos con nuevas compulsas a raíz de la presunta inhabilidad de Gil Pereg. Por ejemplo:
  • Deberían declarar todas las personas y abogados que lo ayudaron a constituir la enorme cantidad de empresas que constituyó.
  •  Debería chequearse quién le otorgó la habilidad para tener la gran cantidad de armas para las que le otorgaron el derecho a ser legítimo usuario y/o portador.
  • Tendrían que ver si se las vendieron solo porque llevaba mucha plata en efectivo “de a puñados” en la mochila a la armería, como declaró su dueño en MDZ Radio. Y nada más.
  • Y también debería explicar los dichos de los abogados en MDZ Radio la Anmac, el órgano que controla las armas y municiones en la Argentina. Dijo, textualmente, en el programa “Con qué derecho”: “Cuando yo obtuve la credencial de legítimo usuario, el examen fue muy sencillo, cualquier persona lo pasa. No tuve que realizar ningún test, no tuve que responder preguntas, me llenaron los datos en un formulario impreso”. Si es así, estamos ante un problema gravísimo para el país, no solamente en el caso.
Caramba, qué coincidencia

La difusión del video en donde Gil Pereg maúlla es otra de las investigaciones judiciales en marcha y que apunta al personal penitenciario. MDZ puso conocer que no se trata de un solo video que “transciende” por casualidad, sino que la justicia sospecha que fue filtrado con la posible intención de aportar a la idea de que Gil Pereg no está bien psicológicamente. ¿Por qué lo sospecha? Por dos cosas:

  1. Razones obvias del devenir de la causa y de las expresiones en ese sentido de su comando de abogados.
  2. A Gil Pereg se le hace un seguimiento permanente en video para registrar todas sus reacciones, algo que sirve, de paso, como resguardo del personal penitenciario. En decenas de otros videos actúa normalmente, dialoga, se muestra en sus cabales. Se difunde solo en el que parece que tiene una alteración mental de tal gravedad supuesta, que aparece actuando como si se creyera un gato.
Sin pilchas, teniendo una valija llena

En cuanto a sus mudas de ropa, hay otra gran incógnita. A Gil Pereg se lo ve con no más de dos vestimentas, que consisten básicamente en remeras y mallas. Sin embargo, la madre le trajo una valija cargada de ropa nueva, con sus respectivas etiquetas, desde Israel. La televisión lo captó, inclusive, durante los operativos policiales, portando esa valija. Obviamente, quedó secuestrada. En sus alegatos sobre las condiciones de detención de su cliente, los abogados reclaman que no tiene ropa y que se hace sus necesidades encima, lo que adjudican a su supuesta debilidad mental. Sin embargo, habilitaron que se les entregue la valija con toda la ropa y sus defensores jamás fueron a buscarla. ¿Buscaban ropa o victimizarlo en sus presentaciones?

¿Es o se hace?

Surge de la investigación y las posiciones que manifiestan tanto desde la acusación como desde la defensa otro dato, que retrotrae la información a su época de formación en Israel. La formación militar está implantada en ese país desde la pubertad y, por lo tanto podría inferirse que, probablemente, lo que está haciendo es actuar bajo las técnicas aprendidas a lo largo de su capacitación castrense, en defensa propia, con técnicas de acción psicológica, por ejemplo.

- Allí entra a tallar otro dato latente, que los abogados no pudieron confirmar en su entrevista con MDZ Radio: el que sostiene que en Israel había un informe militar que habría recomendado su tratamiento psiquiátrico. Pero de confirmarse, caería media Argentina: los que le vendieron armas,los que lo ayudaron a conformar empresas, los que le otorgaron licencias para usar sus armas, los que dieron rienda suelta sin verificar su estabilidad y capacidad psíquica para esas operaciones.

- Aparece un tema extra: ¿por qué los abogados defensores de Gil Pereg se esmeran en rechazar las pericias psiquiátricas ordenadas por la justicia en Mendoza? ¿Pueden pagar un perito de parte? Si están tan convencidos de su inocencia, ¿por qué se gasta tanto dinero en su defensa y protección? ¿Hay algo más detrás de la figura de Gil Pereg? ¿Qué es?

Responsabilidades por todos lados

- En tanto, si el acusado está tan desequilibrado mentalmente como sus defensores sostienen, todo vuelve al casillero uno de esto que no es un juego de mesa, sino una investigación por dos brutales asesinatos: podría librarse de estar bajo reclusión y terminar en un hospital neuropsiquiátrico. Entonces quedan dos dudas:

  1. Nuevamente, ¿por qué ningún otro examen detectó la condición mental alegada y se le otorgaron habilitaciones tan determinantes como la “licencia para matar”que es el carnet de portación de armas?
  2. Algo peor, tal vez: ¿Entonces, quién mató a su madre Lily Pereg (54) y su tía Pirhya Sarussi (63).