Escándalo en la Justicia Federal

Caso Bento: la confesión del primer "arrepentido" y todos sus detalles

La causa por el pago de presuntas coimas a cambio de beneficios para narcos y contrabandistas avanza y MDZ anticipó el lunes que uno de los 15 imputados había decidido limpiar su conciencia y confesar. Aquí, lo que dijo parte por parte, incluyendo el recuerdo de una conversación con el juez.

Jorge Caloiro y Facundo García miércoles, 12 de mayo de 2021 · 06:34 hs
Caso Bento: la confesión del primer "arrepentido" y todos sus detalles
La declaración de Ortega sorprendió a todos

Eran las seis de la tarde del viernes y después de una jornada febril daba la impresión de que no quedaban grandes novedades por delante, excepto el comienzo del fin de semana. Fue cuando desde su celda el detenido Javier Santos Ortega les comunicó a los policías que quería contar todo. En la comisaría 4ª nadie salía de su asombro

Así empezó a revelarse otro capítulo en la causa que investiga presuntas coimas para favorecer a detenidos de la Justicia Federal, un caso en el que están imputados el juez Walter Bento y otras 14 personas, entre ellas el mismo Ortega, acusado de haber pagado para obtener su libertad.

"Lo vi una vez a Bento", contaría él minutos más tarde, más precisamente al referirse a un intento de suicidio que sufrió la anterior vez que estuvo tras las rejas.

Antes de arrancar, el abogado de Ortega le pidió que lo pensara, porque aún no se conocían las pruebas que había en su contra. Pero este no quiso saber nada. Ni siquiera se acogió a la figura legal del "arrepentido" y se despachó confesando sin red y de corrido

—Necesito soltar todo o me muero— cuentan que dijo para explicar lo que sentía.

Lo que refirió después es que había pagado 722.000 dólares -incluyendo en ese monto una lancha y dos departamentos- a cambio de "zafar" de una imputación por haber traído prendas deportivas y carteras a la Argentina de forma ilegal. A su alrededor, lo escuchaba personal del juzgado, de la fiscalía y su propio abogado defensor.

Una noche, Ortega enrolló una sábana alrededor de su cuello e intentó matarse

Angustia

Desde hace unos cinco años Ortega padece depresión y crisis periódicas; y de hecho el viernes debió ser atendido por un psiquiatra antes de la audiencia, ante el cuadro de ansiedad que presentaba.

"A Diego (por Aliaga, en referencia al sujeto señalado como mano derecha de Bento) lo conocía desde hace 15 años -reveló-. Me hacía los despachos de aduana. Y yo arreglé con la AFIP: en su momento el inspector me dijo que me liberaba las carteras que traía de contrabando pero tenía que pagar 15 millones de pesos".

Cuando la Policía desbarató esa tramoya, tanto Ortega como su primo Juan Carlos Molina fueron detenidos, acusados junto a otras personas por una maniobra de contrabando cuya mercadería fue valuada en más de 200 millones de pesos.

Ya preso, Ortega intentó desvincular a su primo y una noche enrolló una sábana alrededor de su cuello e intentó suicidarse. Cuando lo encontraron los guardias, lo llevaron al hospital El Sauce y, más tarde, -de acuerdo con su testimonio- se entrevistó con Bento:

"Entramos a una habitación. El Dr. Bento apareció por atrás y me preguntó por qué había hecho lo de la sábana. Le respondí que ya no aguantaba más la angustia. Sólo esa vez nos vimos en persona, y él me retó por lo que había hecho. A su lado había un secretario", recordó Ortega.

Aquí se abren muchas hipótesis. Una innegable es que Ortega puede haber resultado una presa ideal si alguien pretendía sacarle dinero a cambio de su libertad. Su situación psicológica era frágil y era capaz de cualquier cosa con tal de salvarse de la cárcel.

Los otros imputados

Ortega cuenta que, tras aquel episodio de la sábana, comenzaron a intervenir los tres hombres señalados por la fiscalía como parte de la asociación ilícita que habría liderado Bento. Vale decir, Martín Ríos, Matías Aramayo y Luciano Ortego

"Después de lo del hospital El Sauce vino Ríos y me prometió que si yo pagaba 300.000 dólares me iban a dejar libre. "Me dijo que la plata iba para Bento", especificó el declarante. 

El acusado relató que metió todo ese dinero en una caja de zapatos y que se la entregó a Matías Aramayo. En la versión de Ortega, por la liberación de Molina le pidieron otros 150 mil dólares, pero después por hache o por vé le reclamaron más. 

"Si era una fianza, ¿por qué me la pedían en dólares?"

En otro tramo de la declaración, Ortega comentó que su primo, Molina, también fue "apretado" por Ortego, y le habría terminado pagando con un lote. En síntesis: el hombre jura que puso 722.000 dólares, incluida una lancha "que parecía un yate".

"Esto es lo que me exigían", observó Ortega cuando le preguntaron si la cuenta de lo que le habrían sacado se correspondía con una foto que el abogado Ríos le envió en aquella época a Diego Aliaga:

El monto que, según Ortega, le pedían para archivar su causa.

"Sí, eso es lo que me pidieron para cerrar la causa", confirmó Ortega, quien detalló además que en ocasiones los que le reclamaban el monto se referían al pago como "la fianza". "Pero yo me preguntaba por qué, si era una fianza, tenía que pagar en dólares", reflexionó el declarante.

Los dos departamentos que figuran en el listado son, de acuerdo con el imputado, los que él vendió de forma urgente para cumplir con la extorsión. "Ortego, Ríos y Aliaga me explicaban que toda esa plata iba para Bento", recalcó Ortega.

"Uno de los presos, desesperado, pretendió comprar su libertad entregando una máquina de soldar"

Llamados

La noche ya había caído en Mendoza y el imputado seguía hablando. Contó que cuando logró salir de la cárcel, discutió con Aliaga en un café del centro.

"Él me dijo 'mirá que llamo al juez, ¿eh? Ahí va pasando'". Justo en ese momento Aliaga llamó a Bento, para demostrarle a Ortega que lo conocía. "Iba por la calle una camioneta color gris y delante mío le dijo '¿por qué usás vidrios polarizados? ¿No te querés dejar ver?". 

Ortega se refirió también a otros casos, e incluso agregó que uno de los presos, desesperado, pretendió comprar su libertad entregando una máquina de soldar.

La defensa de Ortega ha solicitado la excarcelación o al menos el paso a domiciliaria. El próximo lunes podría haber novedades en ese sentido. "Lo único que pido -expresó cerca del final el sujeto- es seguridad para mi familia". 

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