¿Mejor o peor?: cómo es en Chile la relación entre los glaciares y el desarrollo minero
Mientras en la Argentina vuelve a debatir sobre la Ley de Glaciares, damos una mirada al manejo que hacen en Chile del tema.

La industria minera chilena, un sector clave para el vecino país, defiende la compatibilidad de su actividad con la protección de los glaciares, en un contexto donde Chile, a diferencia de Argentina, aún no posee una ley específica de glaciares. El debate se centra en cómo proteger estos cuerpos sin imponer prohibiciones absolutas a priori, una postura que el Consejo Minero (CM) considera desproporcionada.
El Consejo Minero es la asociación que reúne a las empresas mineras de mayor tamaño que producen en el país vecino, incluida la estatal Codelco. Sus empresas socias representan cerca del 94% de la producción trasandina de cobre.
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Actualmente, la tramitación de la ley de protección de glaciares en Chile tiene un estancamiento prolongado en el Senado, tras años de debate parlamentario. Este proyecto no solo apunta a declarar los glaciares y el permafrost como bienes nacionales de uso público, sino también a establecer prohibiciones expresas, siendo la principal controversia por la amplitud de las prohibiciones y la definición de las zonas de resguardo.
El problema de la prohibición
El Consejo Minero critica que la discusión legislativa actual, que propone un veto total a las actividades en glaciares, comete un error fundamental: no considerar los efectos del cambio climático en su afectación. La postura que asume que, por el solo hecho de prohibir la minería, los glaciares se preservarán, resulta equivocada para el sector.
El CM subraya que el cambio climático es la principal amenaza para los glaciares, cuyo retroceso es un fenómeno global. En Chile, la mayoría de los glaciares retroceden en respuesta al calentamiento, con pérdidas de masa significativas en las últimas décadas.
El sector minero destaca que su industria resulta clave para la descarbonización global, ya que provee los minerales necesarios para las tecnologías de energías limpias y de reducción de emisiones. Por ello, el CM argumenta que el enfoque que apunta contra la minería, siendo esta una industria clave para trabajar contra el cambio climático y la descarbonización, pierde perspectiva.
Aseguran que la prohibición absoluta sin mediar evaluación de impacto ambiental alguna, resulta ser una restricción en extremo severa y desproporcionada.
Compatibilidad y la defensa del estándar actual
La gran minería chilena, a través del CM, sostiene que la protección glaciar es un aspecto clave para la sustentabilidad de su actividad y asegura que esta es compatible con dicha protección. En ese sentido, aseguran:
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Los proyectos mineros actuales toman medidas desde su diseño para no alterar los glaciares en su área de influencia.
La gran minería chilena no presenta casos de impacto significativo en glaciares mediante la intervención directa sobre ellos.
En el pasado, cuando no existían normativas ambientales, los únicos glaciares afectados por la minería correspondieron a glaciares rocosos. El área afectada se estima en 3,3 km2 de un total de 24.000 km2 de superficie glaciar en Chile.
A pesar de la ausencia de una ley específica, en el sector minero se destaca que los glaciares gozan de protección legal en Chile. En ese contexto, destacan la evaluación de impactos ambientales en cada caso.
Desde 2010, la Ley sobre Bases Generales del Medio Ambiente estableció que los proyectos ubicados en o próximos a glaciares deben ingresar al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) mediante un Estudio de Impacto Ambiental (EIA). Desde 2013, el reglamento del SEIA profundizó en esta materia. Si un proyecto puede afectar un glaciar, requiere una evaluación previa de impacto y la exigencia de medidas de mitigación y compensación pertinentes.
Hoy más del 80% de la superficie de glaciares del vecino país se encuentra ya bajo protección oficial, en parques nacionales o el sistema de áreas protegidas.
Recientemente, la reforma al Código de Aguas y la Ley Marco de Cambio Climático, vigentes desde 2022, fortalecen la protección. El Código de Aguas, por ejemplo, prohíbe constituir nuevos derechos de aprovechamiento de aguas en glaciares, una medida que el CM respaldó. El Inventario Público de Glaciares (IPG 2022) de la DGA, actualizado entre 2019 y 2021, registra un total de 26.169 glaciares con una superficie de 21.009,8 km2.
Evaluación caso a caso
El Consejo Minero aboga por la implementación de medidas y restricciones que se evalúen caso a caso, en lugar de vetos universales. En ese sentido, desde la entidad se destaca que los glaciares (descubiertos, cubiertos y rocosos) no tienen el mismo aporte hídrico, a la biodiversidad o a la belleza escénica. Señalan que -por ejemplo- los glaciares rocosos aportan poca agua y se mantienen estáticos, y responden más lentamente a los cambios térmicos.
El sector minero concluye que la experiencia internacional indica que es posible compatibilizar la protección de glaciares con la actividad minera, una visión que se busca mantener en Chile bajo altos estándares y el uso de herramientas regulatorias ya existentes.

