Inteligencia Artificial, cómo la usa el periodismo en Argentina
Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) publicó cómo el periodismo en el país utiliza herramientas de Inteligencia Artificial. Usos y déficits.
El periodismo en Argentina utiliza cada vez más las herramientas de la Inteligencia Artificial, pero... siempre hay por lo menos un pero.
Casi un tercio de las redacciones en Argentina utilizan pocas herramientas de Inteligencia Artificial (IA) para completar tareas en la función rutinaria del periodismo aunque muy específicas, según lo afirma un estudio publicado este mes por la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA).
La IA está transformando el ecosistema mediático en Argentina. Este informe de ADEPA puntualiza funcionalidades.
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- El 29% de los medios participantes en Argentina utiliza Inteligencia Artificial para ayudar a redactar y editar artículos, crear titulares y traducir textos.
- El 38% la utiliza para transcribir entrevistas y el 40% la emplea para producir versiones de audio o resúmenes de artículos, en algunos casos utilizando una voz que imita la del autor.
“Los medios argentinos están a la vanguardia, al menos en la región, en la adopción e incorporación de herramientas de inteligencia artificial en su trabajo y proceso de producción de noticias”, declaró Agustina Ordoñez, una de las autoras del informe.
Innovaciones y herramientas
Clarín desarrolló UalterAI, un asistente virtual que resume artículos e identifica datos y cifras claves. Infobae creó ScribNews, para que periodistas lo usen en su proceso de recopilación y producción de información. La Nación, en cambio, lanzó Voces, que genera versiones de audio de contenidos con una voz que imita la del periodista.
El medio de verificación de datos Chequeado desarrolló Desgrabador, una herramienta de transcripción gratuita. El medio Todo Jujuy utiliza IA para automatizar artículos sobre tráfico, clima y deportes.
“Estos son medios que, tanto a nivel nacional como regional, están introduciendo herramientas innovadoras”, afirmó Ordoñez. Y es notable como en la adopción de tecnologías simples el periodismo mejora sus flujos de trabajo y los procesos de producción de información. Sin perder calidad en contenidos.
Plataformas Inteligencia Artificial
El gobierno de Argentina todavía no regula cómo las plataformas de Inteligencia Artificial pueden utilizar el contenido producido por los medios de comunicación. Hasta el momento no hay acuerdos independientes con empresas de IA, lo que ya es usual en varios grupos de periodismo de Estados Unidos y Europa. Incluso éstos han comenzado a negociar acuerdos de licencia.
Los analistas del informe aseguran que esta falta de regulación podría dificultar la monetización del trabajo de los medios digitales en la Argentina y profundizar el desequilibrio de poder ante las empresas tecnológicas globales.
Andrés D’Alessandro, director ejecutivo de Adepa, declaró que las empresas de IA deberían reconocer y compensar a los medios por su contenido.
“Tanto durante el entrenamiento de estas herramientas como en su uso diario, debe existir un mecanismo de reconocimiento y una remuneración justa”, sentenció.
Cada vez es más necesario y urgente producir periodismo de calidad. Para el jefe de ADEPA, esto “requiere inversión en periodistas, equipos e infraestructura. Por lo tanto, si los sistemas de IA se nutren de ese trabajo, es justo que exista una compensación económica y transparencia en el uso de esos materiales”.
ADEPA
En el informe, Adepa insta a los medios de comunicación argentinos a desarrollar sus propios protocolos para el uso de la IA en sus redacciones, que funcionarían de forma similar a los manuales de estilo tradicionales.
El informe destaca principios como palabras claves.
- Garantizar la supervisión humana en el trabajo asistido por IA.
- Proteger la propiedad intelectual.
- Mantener la transparencia con las audiencias.
- Promover la formación continua de los periodistas.
El estudio también subrayó que la IA debe servir para potenciar, no para reemplazar, las capacidades humanas. "Y debería utilizarse para abordar problemas del mundo real, impulsar el progreso económico y promover la innovación en diversos campos", remata el informe.
Periodismo
El enfoque de la UE sobre cómo la inteligencia artificial utiliza el trabajo periodístico podría determinar si la prensa libre sobrevive a la era digital o desaparece en el flujo de datos.
Durante años, las organizaciones de noticias han mantenido un pacto precario con Silicon Valley. Google y Meta se llevaban la mayor parte del dinero publicitario, pero nos enviaban lectores. Era un acuerdo desigual, pero funcional: visibilidad a cambio de tráfico.
Ese acuerdo se ha derrumbado. Los sistemas de inteligencia artificial generativa (IAG) —aplicaciones de software como ChatGPT de OpenAI o Gemini y "AI Overviews" de Google— se entrenan con millones de artículos periodísticos. Muchos de estos artículos estaban protegidos por muros de pago y fueron extraídos sin permiso ni pago. Los sistemas de IAG resumen y reorganizan el trabajo de los periodistas, pero rara vez dirigen a los lectores a la fuente.
Lo que queda es una apariencia de realidad: periodismo reducido a materia prima, desprovisto de autoría y contexto.
Acuerdos IA
Las editoriales están reaccionando de dos maneras. Algunas, como el Financial Times, News Corp, Axel Springer y The Atlantic, han firmado acuerdos de licencia con OpenAI, lo que supone, al menos, un reconocimiento del valor del periodismo. Estos acuerdos incluyen pagos, atribución y enlaces a los reportajes originales.
Otros están adoptando una postura más dura. El New York Times ha demandado a OpenAI y Microsoft por "infracción masiva de derechos de autor". La pregunta que se plantea ante los tribunales es fundamental: ¿pueden las empresas de IA capacitarse libremente en contenido periodístico o deberían pagar por lo que utilizan?
Los gobiernos están tomando medidas. Australia y Canadá ya obligan a las plataformas tecnológicas a pagar por las noticias. En Europa, la Directiva sobre Derechos de Autor en el Mercado Único Digital (MUD) reconoce el derecho de los editores a excluirse de la minería de textos y datos.
La nueva Ley de IA de la UE exige cierto grado de transparencia: las empresas que operan sistemas de IA de propósito general deben proporcionar un resumen de los datos que utilizan para entrenar sus modelos y hacerlo público. Sin embargo, el nivel de detalle requerido podría no ser suficiente para que los titulares de derechos de autor puedan ejercer sus derechos.
El próximo informe del Parlamento Europeo, "Derechos de autor e IA generativa: Oportunidades y desafíos", ha infundido un nuevo sentido de urgencia al debate. En el borrador de su autor, el eurodiputado demócrata cristiano alemán Axel Voss, se sostiene que las excepciones vigentes en la UE para la minería de textos y datos nunca se diseñaron para el entrenamiento de IA a escala industrial y han generado una enorme incertidumbre jurídica.
Propone un sistema de adhesión voluntaria que requiera el consentimiento explícito de los editores, respaldado por una base de datos central de la UE para registrar las licencias y las denegaciones, y una total transparencia sobre qué obras protegidas por derechos de autor se explotan.
IA empresas
Si las empresas de IA se niegan a revelar sus datos de entrenamiento, sugiere Voss, esto debería constituir una presunción de infracción de derechos de autor. Además, argumenta que las obras generadas por IA no deberían gozar de protección de derechos de autor y que los medios de comunicación merecen remuneración y reconocimiento cuando su trabajo periodístico se utiliza para entrenar modelos.
Si bien el informe final no será vinculante, reflejará la opinión del Parlamento Europeo sobre el tema y podría instar a la Comisión Europea a presentar una propuesta legislativa.
Una sociedad que permite que sus noticias sean explotadas y difundidas sin remuneración no solo empobrece a los periodistas, sino que se priva a sí misma de la verdad.
Lo que está en juego no es solo el futuro de los medios, sino el futuro de la verdad misma.




