Poder Judicial

Cómo fue el primer juicio por jurado popular de Mendoza

Interés, paciencia y expectación. Así transcurrió buena parte del primer juicio por jurado que se realiza en la provincia de Mendoza, en el cual se juzga a Sebastián Petean Pocovi por apuñalar a su expareja embarazada y matar a dos policías al atropellarlos en la fuga

martes, 30 de abril de 2019 · 09:08 hs

El proceso comenzó en horas de la mañana con la selección de los 12 jurados titulares y los 4 suplentes que decidirán si el acusado es culpable o no de los delitos de “intento de femicidio” y “homicidio criminis causa” en dos casos por la muerte de los uniformados.

Luego se dieron los alegatos por parte del Ministerio Público Fiscal, la querella y la defensa, donde se apuntaron las diferencias principalmente a la calificación de los hechos por los cuales se juzga a Petean Pocovi. En esa oportunidad, los abogados de ambas partes se dirigieron directamente a los jurados, algunos con cierto entusiasmo propio de buscar el convencimiento, como el fiscal de Homicidios Fernando Guzzo. Los ciudadanos elegidos para la deliberación final escucharon atentamente a los letrados, quienes en general se expresaron en términos simples y entendibles para los que no manejan el lenguaje técnico jurídico.

Al mediodía comenzó la ronda de testimonios, que estuvo abocada al primero de los delitos, es decir, la agresión a Carolina Seser. El primero y más estremecedor fue el de la víctima, expareja de Petean Pocovi, quien brindó detalles de cómo era la relación antes del ataque. La mujer comentó que hubo algunos episodios de violencia pero sin agresión física. También reveló que estuvieron un tiempo separados pero volvieron luego de que él se comprometiera a someterse a un tratamiento psicológico.

También expusieron la mamá y la abuela de la víctima. En el caso de la progenitora, confirmó que Petean Pocovi intentó atacarla y si bien ella pudo esquivar el cuchillo, sufrió un golpe en la cara. En medio de la exposición de las familiares de Seser, Petean Pocovi exhibió gestos de nerviosismo y angustia, incluso hasta llegar al llanto, lo que hizo que se mantuviera cabizbajo por el resto de la jornada.

Posteriormente subieron al estrado como testigos cinco profesionales que actuaron en distintas instancias del caso, entre ellos dos mujeres policías, una médica, una psicóloga y un psiquiatra, estos tres últimos del Cuerpo Médico Forense.

Las extensas exposiciones y la fatiga por tantas horas hicieron mella en algunos de los jurados, pero todos mantuvieron la compostura y seriedad propias de un debate judicial de mucha trascendencia.

En cuanto a las actuaciones de los letrados, la más destacable fue la de Guzzo. Haciendo uso de su potente voz, el fiscal buscó acercar el jurado al proceso, especialmente en el inicio cuando pedía al testigo presentarse “para que lo conozcan los jurados”. También aprovechó para marcar algunos conceptos y que los testigos, especialmente del Cuerpo Médico Forense, pudieran explicar mejor los principales tecnicismos de los informes.

Por su parte la defensa de Petean Pocovi, a cargo de los abogados Agustín Magdalena, Cristian Vayra Leyron y Edgardo Izura, optó por abordar algunas precisiones surgidas en los informes, sin extenderse más allá de esa estrategia, lo cual iba en consonancia con el intento de mitigar la calificación de su cliente.

Salvo algunas brevísimas interrupciones menores, la ronda de testimonios transcurrió sin sobresaltos ni sorpresas.

Tras diez horas de debate, el juez Rafael Escot determinó un cuarto intermedio hasta el día siguiente. Con el final de una jornada agotadora, los jurados se retiraron a descansar y, seguramente, procesar toda la información recibida para comenzar una nueva audiencia.