Tras los incendios, los Esteros del Iberá comienzan a recuperarse

Tras el último verano que sufrió la provincia de Corrientes, con incendios forestales que arrasaron parte de la fauna y la flora silvestre del lugar, el ecosistema comienza a recuperarse. En aquellos incendios, la mitad del Parque Nacional Iberá y más de un millón de hectáreas fueron arrasadas, mas la incontable pérdida de ganado y animales silvestres.

Un trabajo realizado por investigadores del equipo de datos de TN, con trabajo en el territorio y soporte satelital, arrojó muestras del avance del fuego y cómo la vegetación fue recuperando territorio durante los últimos meses.

En lo que respecta a los animales, el relevamiento de Transectas Iberá, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), la Dirección Nacional de Biodiversidad, el Centro de Investigaciones del Bosque Atlántico (CeIBA); la Dirección Nacional de Parques Nacionales, y la Fundación Vida Silvestre registró restos de 275 animales vertebrados que murieron abrasados por las llamas.

En el trabajo en el territorio durante los incendios, hubo sorpresa al ver la cantidad de animales silvestres en el lugar que buscaban huir. "Nos topamos con animales corriendo. Vimos carpinchos, víboras -algunas que recién terminaban de alimentarse y no alcanzaban a salir por el peso de la comida-, vimos que se destruyeron por completo proyectos como el del guacamayo a los que se les quemaron los nidos. Era triste entrar al parque y ver todo quemado”, comentaron Horacio Verón y Daniel Sosa, brigadistas que trabajaron en la lucha contra el fuego.

En esas jornadas tan duras, la fauna se vio muy afectada ya que vertebrados e invertebrados quedaron atrapados por las llamas. Entre esos, muchos ejemplares de especies en peligro de extinción. 

Según pudo establecer el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), durante los incendios de enero y febrero se quemaron un total de 1.042.514 hectáreas. Ese número representa un 11,7% de todo Corrientes pero, la peor parte, se la llevó el Parque Nacional Iberá, ya que el fuego arrasó con casi el 50% del total de su superficie (93.976 hectáreas).

“Si bien el impacto fue muy grande, hay fuertes indicadores de recuperación”, declaró Manuel Jaramillo, que dirige la Fundación Vida Silvestre. Declaración que se confirma al ver las imágenes satelitales y los datos recabados por distintas instituciones que estudian el caso.

El foco de las esperanzas, ahora, está puesto en la primavera, estación que ilusiona por sus condiciones climáticas que aportan a la generación de flora y reproducción de la fauna.