Liberaron ejemplares de una especie extinta hace más de 100 años en Argentina
El último registro en la zona es de 1828, pero ahora se trabaja por el repoblamiento de esa especie en la zona que supo habitar hace casi dos siglos.
Los guacamayos rojos que ya viven libremente en los montes de Yerbalito, Corrientes, recibieron a nuevos ejemplares que buscarán continuar con el trabajo de repoblamiento de la especie que se extinguió en Argentina hace más de 100 años.
Los cinco ejemplares de guacamayos rojos -un macho y cuatro hembras- nacieron a fines de 2020 en el Bioparque Temaikén, como parte del programa de reproducción y cría de la especie. “Estos guacamayos estuvieron aproximadamente nueve meses en Temaikén. Durante los primeros cinco meses fueron criados por sus padres, en aislamiento humano. Luego, se comienza a separarlos de sus progenitores y allí evaluamos los comportamientos que van desarrollando, por ejemplo, si pueden comer solos y cómo reaccionan ante la presencia de humanos, entre otros aspectos”, contó Andrés Suáres, de la Fundación Temaikén.
Sebastián Di Martino, biólogo y director de conservación de la Fundación Rewilding Argentina, habló con MDZ y explicó cómo es este procedimiento de reinserción de la especie extinta. "El guacamayo rojo en Argentina se extinguió hace más de 100 años. Los últimos registros son de principios de 1900, principalmente de Chaco, Formosa y Misiones. Al parecer, en Corrientes, la extinción fue mucho antes y el último registro es de Alcide d'Orbigny, un naturalista francés, que los registró en 1828", indicó.
"El proyecto se inició en 2016 y se liberan tandas de ejemplares. Desde ese momento, hay ejemplares que se han emparejado, defienden su territorio y ya se reproducen en libertad", explica Di Martino sobre el método de repoblación. "En este caso, son animales criados por el Bioparque Temaikén. También, gente que los tiene en cautiverio, los donan para el proyecto".
Muchas veces, uno puede pensar cómo se hace un seguimiento de los ejemplares pero Sebastián Di Martino nos cuenta que "todos los animales se liberan con un transmisor que emite una señal de radio VHF (frecuencia muy alta), que nos permite saber por dónde se están moviendo". Destaca, en el aspecto del seguimiento, que los habitantes de la zona también colaboran mucho, notificando voluntariamente cuando hay un avistamiento de la especie.
Según los especialistas, la extinción del guacamayo rojo en Argentina se debió a la caza para comercio de mascotas, el tráfico de plumas y la tala de bosques. Los incendios en Corrientes, durante el verano, aumentaron el interés de las distintas organizaciones para liberar ejemplares y lograr restaurar el ecosistema de la región.