Navidad africana

La increíble obra de un sacerdote argentino en un país invadido por el hambre

Un país dominado por el hambre, la Navidad, la reunión de las familias y el trabajo incansable de un sacerdote argentino.

Gonzalo Barrera sábado, 24 de diciembre de 2022 · 09:02 hs
La increíble obra de un sacerdote argentino en un país invadido por el hambre
El padre Juan Gabriel (abajo a la derecha) junto a los feligreses en la puerta de la Misión Mangunze Foto: Gentileza Juan Gabriel Arias

La Navidad es una fiesta tradicional que llegó a todo el mundo gracias a las misiones cristianas que existen desde hace casi 2000 años. Aunque con una fuerte impronta de las celebraciones europeas, la fiesta del nacimiento de Jesús tiene sus condimentos propios de cada cultura y circunstancia de los que festejan. El padre Juan Gabriel Arias, misionero argentino en Mozambique, habló con MDZ y contó cómo se llevan las fiestas allá, en el lejano sudeste africano.

Formado en el Seminario Metropolitano de Buenos Aires, Juan Gabriel comenzó sus viajes a Mozambique en el 2000, para luego mantenerse misionando de 2003 a 2006, y después instalarse allá desde 2014. "Cuando llegué, hacía 25 años que no había un cura en la parroquia", empezó contando el sacerdote sobre su obra en Mangunze, una pequeña localidad rural del sur de Mozambique. Sobre esos tiempos, contó que la parroquia São Benedito era atendida por el sacerdote del distrito vecino y casi no contaba con presencia del mismo. "Solo con la presencia del sacerdote y los sacramentos, las capillas se llenaron de gente. La parroquia revivió", explicó Arias.

La Misión Mangunze organiza retiros para alcanzar a más personas de la comunidad.

Sobre Mangunze, contó que es una zona rural en la que no hay servicios: "es una zona rural donde no hay asfalto en ningún lado. Hay zonas donde ni siquiera hay señal de teléfono", indicó. Esta localidad queda en la provincia de Gaza y está a poco más de 200 kilómetros de la capital nacional, Maputo.

Las fiestas en este país tan lejano son uno de los momentos más importantes del año, en estas fechas, contó el padre Juan Gabriel, que "vienen todos los familiares que trabajan o estudian en las ciudades o en Sudáfrica, ya que muchos trabajan en las minas sudafricanas". Siendo un lugar con personas de distintos credos, "la celebración religiosa es algo muy importante, sea cual sea la iglesia a la que pertenezca cada uno".

Celebración presidida por Arias en Mozambique.

En cuanto a la celebración "civil", las familias se juntan a cenar el 24 por la noche y durante el 25 tienen por costumbre hacer una comida que dura todo el día. "Los que pueden, comen mucho y le dan importancia a la fiesta", señaló Arias pero aclara que "otros la pasan mal y pasan hambre". Igualmente, destaca que entre ellos son muy solidarios y "siempre hay un vecino donde comer el 25".

Sobre esa mixtura de credos, el padre cuenta que "hay muchas actividades sociales que son para todos y todos agradecen". Su relación con los que creen en otra cosa, no es para nada conflictiva: "está todo bien", indicó. En las celebraciones, igualmente, solo participan los católicos, que son la religión que predomina con una pequeña diferencia sobre las iglesias protestantes.

El fútbol y la solidaridad

El padre Juan Gabriel es, como mínimo, un fanático del fútbol y de Racing. Allí trabajó mucho con el fútbol como herramienta misionera y dio nacimiento al Racing Club de Mozambique. En estos días mundialistas y de tanta alegría para los argentinos, contó que la gente allá celebró mucho la victoria de la Selección argentina ante Francia. Igualmente señaló que no salieron a las calles como en otros lugares: "de hecho, yo no tenía adonde salir a festejar", comentó.

Esta relación con el fútbol, es mucho mas profunda en la comunidad. El hambre y la desnutrición es uno de los problemas principales de Mozambique, por lo que por iniciativa de Arias se comenzó a preparar y dar desayunos a los alumnos de las escuelas. Este "Programa de Desayuno Escolar" comenzó con tres escuelas, hasta que llegó el apoyo del hoy campeón del mundo.

Con el apoyo de la Fundación Messi, son 40 las escuelas que reciben este desayuno, por el que se benefician 15 mil niños por año. Esto, hace que muchos más niños se acerquen a estudiar y formarse, mediante la motivación de recibir un alimento cada día, que sino les sería muy difícil de conseguir.

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