La jueza Barú Budú Budía: el día que Tato Bores sorteó la censura con humor y un coro de estrellas
La prohibición judicial de difundir los audios de Karina Milei recordó a uno de los episodios de censura más famosos de la televisión argentina: Tato Bores y su canto a la jueza Barú Budú Budía.

Tato Bores, el humorista que venció la censura con ingenio y un coro de estrellas.
Archivo MDZLa controversia judicial alrededor de la difusión de los audios de la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, fue inmediatamente comparado en las redes con uno de los episodios de censura más famosos de la televisión argentina: el día en que Tato Bores reunió a un coro de estrellas para cantarle a "la jueza Barú Budú Budía".
Los audios de Karina Milei y el recuerdo de Tato Bores
Ante un pedido de cautelar de la hermana menor del presidente, el juez Civil y Comercial Federal Alejandro Patricio Maraniello -una figura polémica que enfrenta nueve denuncias en su contra en el Consejo de la Magistratura por abuso de poder, acoso laboral y sexual, maltrato a empleados y violaciones al reglamento judicial- ordenó el inmediato "cese" de la difusión de las grabaciones atribuidas a Karina Milei en su despacho en la Casa Rosada.
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El hecho fue calificado como un avance sobre la libertad de expresión y recordó a un antecedente icónico de la televisión argentina protagonizado por el humorista Tato Bores.
El sketch que derivó en censura
La historia comenzó el domingo 10 de mayo de 1992, cuando la jueza María Servini de Cubría logró interponer un recurso para evitar la transmisión de un segmento del programa Tato de América que iba a salir ese día. Según la magistrada, había sido alertada por un llamado anónimo de que el humorista tenía previso emitir un sketch con "injuriosas y difamantes hacia su persona", aunque ella no había visto el segmento.
El sketch en cuestión mostraba una investigación en manos de uno de los personajes personificados por Bores, Helmut Strasse, un arqueólogo del año 2492 especializado en la entonces desaparecida Argentina. En él, Strasse hacía referencia a la escueta multa de 60 pesos con la cual la Corte Suprema de Justicia había sancionado el 3 de marzo de 1992 a la jueza Servini por graves irregularidades en la causa por lavado de dinero del narcotráfico conocida como Caso Yoma. El caso, del que la jueza fue apartada, vinculaba directamente a la familia política del entonces presidente de la Nación, Carlos Menem.
Pese a que en una primera instancia la jueza Alicia Barbagallo rechazó el pedido, Servini apeló y la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal obligó a suspender toda imagen o mención de la jueza. Finalmente, el programa se emitió y cuando llegaron las imágenes que hacían mención a la magistrada fueron tapadas con placas negras que rezaban "censura judicial".
La respuesta de Tato Bores que pasó a la historia
El episodio generó una fuerte repercusión en la opinión pública y Tato Bores prometió una respuesta en sus propios términos. Así, en los estudios de Canal 13 se formó un coro integrado por un extenso elenco de actores, músicos, periodistas y otras figuras públicas que juntos cantaron una y otra vez: "La jueza Barú Budú Budía, es lo más grande que hay". Una forma de aludir a "la Jueza Servini de Cubría" sin mencionarla.
Ese día, estuvieron junto a Tato figuras como Pappo, Luis Alberto Spinetta, Gustavo Cerati, Ricardo Darín, Enrique Pinti, Alejandro Dolina, Luis Brandoni, Chico Novarro, Marta Bianchi, Luisina Brando, Patricia Sosa, Cipe Lincovsky, Chunchuna Villafañe, Julián Weich, Jorge Guinzburg, Fabián Vena, Sebastián Borensztein, Reina Reech, Juana Molina, Miguel Ángel Solá, Roberto Carnaghi, Hugo Arana, Darío Grandinetti, Juan Leyrado, Soledad Silveyra, China Zorrilla, Gabriela Toscano, Magdalena Ruiz Guiñazú, Mónica Gutiérrez, Fernando Bravo, Juan Alberto Badía, Mario Pergolini, Nicolás Repetto, María Laura Santillán, Pichuqui Mendizábal, César Mascetti, Mónica Cahen D'Anvers, Víctor Hugo Morales y Zeta Bosio, entre otros.
El episodio atrapó la atención de miles televidentes y es recordado hasta el día de hoy como un ejemplo de la lucha contra la censura, la defensa de la libertad de expresión, pero sobre todo de cómo cuando se prohíbe hablar o decir algo, esto genera inmediatamente el efecto contrario.