El Gobierno apunta a retomar las negociaciones por la Corte Suprema después de las extraordinarias
Pese a la urgencia de la Casa Rosada por cubrir las vacantes en la Corte Suprema y en la Justicia Federal, cerca del presidente advirtieron que eso no sucederá hasta marzo.
El asesor Santiago Caputo y el viceministro de Justicia, Sebastián Amerio, continúan de momento al frente de las negociaciones por la Corte Suprema.
Juan Mateo Aberastain/MDZCon la tropa legislativa reforzada tras el triunfo electoral, las negociaciones subterráneas del Gobierno con la oposición para cubrir las vacantes de los jueces de la Corte Suprema y los tribunales federales forman parte de las prioridades de la Casa Rosada para esta segunda etapa. Sin embargo, en el Ejecutivo anticiparon a MDZ que el presidente Javier Milei no habilitó ninguna discusión hasta que se retomen las sesiones ordinarias del Congreso en marzo del próximo año.
Las vacantes de la Corte Suprema, tema bloqueado hasta marzo
"Hay temas más importantes y necesarios antes", remarcaron desde la mesa chica de Milei a este medio, respecto a la posibilidad de que el oficialismo decidiera retomar las gestiones para avanzar sobre el territorio judicial.
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Ocupar las sillas vacías del máximo tribunal ha sido uno de los objetivos primarios de la administración libertaria desde su llegada al Gobierno. En ese camino, el presidente ya sumó algunos episodios de frustración tras las fallidas designaciones por decreto en comisión de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, cuyos pliegos finalmente fueron rechazados por el Senado por una amplia mayoría.
La decisión de intentar avanzar sin el aval de los dos tercios de la cámara alta que exige la Constitución correspondía a la urgencia que en Casa Rosada le atribuyen a que la Corte Suprema pueda funcionar con su total capacidad, con el argumento de que continuar con tres jueces como sucede actualmente -con Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti- solo puede conducir a la parálisis del tribunal.
El Gobierno viene de sufrir una derrota importante en su misión de cubrir las vacantes de la Corte Suprema tras el fallido nombramiento de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla.
Las prioridades del presidente
En paralelo, la Justicia federal se ve atravesada por una problemática similar, con alrededor de un 33% de sus cargos vacantes entre juzgados, fiscalías y defensorías. Un panorama que no hace más que agudizarse con las jubilaciones o muertes de los actuales funcionarios.
En ese marco, el Gobierno había prometido resolver los nombramientos tras las elecciones, según dijo el viceministro de Justicia, Sebastián Amerio, en los días previos al domingo 26 de octubre. El paquete también incluye la negociación por el nombramiento del Procurador General de la Nación, el responsable del Ministerio Público Fiscal. Se trata de un cargo que desde diciembre de 2017 ocupa de manera interina Eduardo Casal.
Sin embargo, en Balcarce 50 decidieron postergar la discusión para no enturbiar la agenda del Congreso que el presidente decidió focalizar en el tratamiento del Presupuesto 2026 y la reforma laboral, la tributaria y la del Código Penal. "Quien diga lo contrario es porque no habló con el presidente", advierten en la Casa Rosada.
Para cumplir los designios del mandatario, el miércoles confirmaron a este medio desde el Gobierno que el oficialismo mantendría abierto el Palacio Legislativo entre el 10 y el 31 de diciembre con la expectativa de aprobar el paquete de reformas.
Disputa por la negociación judicial
Hasta el momento, quienes monopolizaban la rosca judicial en el Gobierno libertario era el asesor Santiago Caputo y su alter ego en el Ministerio de Justicia, Sebastián Amerio. Durante los primeros dos años de mandato de Javier Milei, fueron ellos quienes llevaron adelante las conversaciones con el kirchnerismo -el dueño de la mayoría en el Senado- personificado en el ministro de Justicia bonaerense, Juan Martín Mena, y el titular de la Auditoría General de la Nación, Juan Manuel Olmos.
Sin embargo, la dupla de Las Fuerzas del Cielo no logró su cometido, con la estrepitosa caída de los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, y su rol en el Gabinete quedó en duda en medio de la interna con el sector que responde a Karina Milei, empoderada tras el triunfo de su estrategia electoral.
En la semana previa de los comicios, el nombre de Amerio sonaba fuerte como una posibilidad clara para ocupar formalmente el Ministerio de Justicia -tarea que ya realizaba detrás de escena- luego de que Mariano Cúneo Libarona anunciara su renuncia. Finalmente la mesa chica del presidente le solicitó al abogado continuar en su puesto. ¿Fue un bloqueo al ascenso del caputista?
En paralelo, con la nueva estructura del Gabinete con Manuel Adorni -un karinista puro- como ministro coordinador y Diego Santilli en el Ministerio del Interior, volaron versiones sobre una supuesta rediscusión del rol de Santiago Caputo en el Gobierno. Eso fue también llevado al plano de la rosca judicial. Sin embargo, en los pasillos de Balcarce 50 sostienen que de momento "todo sigue como hasta ahora" y que llegado el caso, cambiar los interlocutores del oficialismo es una decisión que corresponde al presidente.


