Diez años de cornejismo: enemigos, relaciones agridulces y tensiones políticas
Alfredo Cornejo acumula una red de aliados y personas de confianza, pero también desencuentros y rupturas que marcaron la política mendocina.
Un 9 de diciembre de 2015 se materializó la llegada al Poder Ejecutivo de Mendoza de Alfredo Cornejo, dirigente radical que trabajó y gestó durante varios años —con distintos pasos en la política mendocina— su camino hacia la gobernación de la provincia, con una construcción de poder que ha ido in crescendo a lo largo de estos 10 años. Sí, con altibajos, pero con una primacía innegable en la figura del sancarlino, incluso en los momentos en los que no ocupó el sillón de San Martín.
Como toda construcción de poder en un contexto de fuertes movimientos en la política provincial y nacional, Cornejo ha generado y capitalizado cuadros de su estrecha confianza en puestos clave; pero también ha acumulado enemigos políticos.
Te Podría Interesar
Además, existen dirigentes con quienes pasó de la amistad a las relaciones agridulces, y de allí a la vereda de enfrente.
Anabel Fernández Sagasti
Sin dudas, la enemiga política predilecta de Alfredo Cornejo y viceversa. Desde el 2015, el gobierno del incipiente Frente Cambia Mendoza apuntó como principal adversario político al kirchnerismo, sobre todo en momentos de la finalización del segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner.
No obstante, este enfrentamiento fue potenciado por el propio Cornejo durante su mandato, al "elegir" también al kirchnerismo como su rival político más que al peronismo más tradicional de Mendoza, a quien había derrotado en los comicios con la figura de Adolfo Bermejo.
De hecho, el principal hecho político entre ambas figuras se dio en abril del 2018, cuando Cornejo invitó y recibió a Fernández Sagasti en Casa de Gobierno, en momentos en los que la godoycruceña ya manifestaba su interés de jugar por la gobernación.
Aquel hecho fue más un mensaje hacia la política y los medios de comunicación que en lo que seguramente se discutió dentro del despacho del cuarto piso, con un posicionamiento interno, en parte impulsado por el entonces gobernador, en el PJ.
Fernández Sagasti como principal figura adversaria, ha tenido una gran participación electoral en los últimos años, al haber sido presidenta del PJ, así como también la referente en elecciones tanto a la gobernación como al Congreso Nacional.
Francisco Pérez
El exgobernador de la provincia supo ser el blanco de las críticas y principal adversario político de Alfredo Cornejo durante el mandato de gobernación de ambos. Lo fue en un primer momento, mientras Cornejo se erigía como el principal dirigente de la oposición, mientras ostentaba el cargo de intendente de Godoy Cruz; como luego en su primer mandato de gobernador, en términos de un marcado direccionamiento de las críticas por parte de la nueva gestión radical a la "herencia recibida" del peronismo.
Pérez recibió críticas e incluso un desgaste creciente con una oposición liderada por Cornejo que apuntó directamente contra el peronista en todas sus aristas: economía, obras públicas y gestión, entre otros; además de impulsar a través del sancarlino una férrea oposición, sobre todo deste el 2013 hasta el 2015, ya en la finalización del mandato del jujeño como gobernador.
Del otro lado, Pérez acusó a Cornejo de haber puesto palos en las ruedas y de horadar su gestión de gobierno. Hasta le dijo en algún mometno que no era capaz "de gobernar ni siquiera el Rotary", en momentos en los que el radicalismo bloqueaba el proyecto del presupuesto 2015.
Laura Montero
Laura Montero fue la vicegobernadora de la primera gestión de Alfredo Cornejo. La fórmula surgió en momentos de discusión interna del radicalismo a comienzos del 2015, cuando aparecían los principales dirigentes con aspiraciones para competir por parte de las líneas internas del partido centenario, y Montero tuvo el aval de Julio Cobos, dirigente que en ese entonces contaba con buena popularidad a nivel nacional y sobre quien se especulaba también un posible "retorno" a la provincia.
Lo cierto fue que el nacimiento del frente Cambia Mendoza se dio con esta fórmula, que funcionó bien durante la primera etapa de la gestión más allá de algunas "inquietudes" entre ellos por pensamientos distintos. No obstante, los constantes cortocircuitos generaron problemas ya insalvables entre ambos dirigentes políticos. Uno de los principales contrapuntos se dio con la postura en contra por parte de Montero a la ampliación de los miembros de la Suprema Corte, que impulsó en su momento el Gobernador, y que no consiguió el apoyo necesario en la Legislatura.
De hecho, la gestión terminó prácticamente sin diálogo entre Montero y Cornejo, y la sanrafaelina admitió, hacia el final de su mandato, la dificultad de la relación política que mantuvo con Cornejo y que muchas veces debió "ceder" en discusiones para "no dañar la institucionalidad". Luego de su paso como vicegobernadora, decidió dejar de lado la política y abocarse de lleno en la gestión privada.
Omar De Marchi
Otro ejemplo de amistades políticas que terminaron en rivalidades completas es el de Omar De Marchi - Alfredo Cornejo. El lujanino fue uno de los integrantes y fundadores del Frente Cambia Mendoza en la previa de los comicios del 2015.
La sociedad fue perfecta en su momento. De Marchi retornó a Luján como intendente y potenció con fuerza el Pro como líder, mientras que Cornejo hizo lo mismo, pero a escala provincial y en la cabeza del radicalismo.
Pero el líder del Pro siempre tuvo aspiraciones mayores a las de la intendencia y de permanecer bajo la sombra radical. Dentro de Cambia Mendoza y con relaciones cordiales con el radicalismo y Cornejo en sí, compitió para ser gobernador y perdió la interna con Rodolfo Suarez, quien luego alcanzó la gestión de la provincia.
El quiebre llegó en 2023, y provocó un cisma completo en la alianza gobernante. La salida de De Marchi se dio con todo: una buena porción de seguidores y de desencantados de la supremacía de Cornejo dentro de Cambia Mendoza, conformaron La Unión Mendocina, junto con otros dirigentes que provenían de afuera, incluso con dirigentes del peronismo.
Al romper relaciones, De Marchi desplazó a un peronismo en crisis y se transformó en el principal opositor al retorno del sancarlino. De hecho, todo lo "bueno" que tenía la gestión de Cambia Mendoza se transformó en una crítica "construcción de poder desmedida de Cornejo" y con acusaciones de injerencia y control de los organismos de contralor al sostener que Mendoza iba camino a un "feudo", además de hablar de un "estancamiento" de la provincia.
Daniel Orozco
Alguna vez Alfredo Cornejo dijo que Daniel Orozco era "el intendente más exitoso del '83 a la fecha". La fecha de esas declaraciones fueron el 8 de febrero del 2023. Dos meses más tarde, Orozco y Cornejo rompieron relaciones y el médico lasherino, que había llegado al poder en 2015 impulsado en su momento por Julio Cobos, pegó el salto a La Unión Mendocina que gestó Omar De Marchi, ya recordado exaliado del radicalismo.
Entre las especulaciones que rondaron, se advirtió que Orozco no aceptó no haber sido elegido como compañero de fórmula del sancarlino, así como tampoco no haber podido imponer el nombre de la "sucesión" en Las Heras con alguien de su entorno, ya sea con Janina Ortiz (exfuncionaria y pareja de Orozco) o Martín Bustos (quien terminó siendo su candidato en LUM).
Lo cierto fue que, lo que era una buena relación entre ambos dirigentes, terminó de la peor manera y todo se fue a pique, con cambios drásticos en la gestión del departamento norteño y luego investigaciones judiciales que han desembocado en imputaciones por presunta corrupción tanto de Orozco como también de Ortiz, quien incluso ha sido suspendida de su cargo como diputada.
Julio Cobos
La relación entre Julio Cobos y Alfredo Cornejo lleva varios años más que esta última década "cornejista", y se remonta, al menos, a la gestión del radical entre 2003 y 2007, donde el sancarlino ocupó varios puestos en el gabinete de Cobos, como ministro de Seguridad y también de Gobierno.
Además, Cornejo fue uno de los "armadores" de la Concertación con el kirchnerismo, que terminó con el godoycruceño como vicepresidente de la gestión de Cristina Fernández de Kirchner.
No obstante, conforme fueron avanzando los años, la relación entre ambos dirigentes radicales fue cada vez más fría.
Ya en 2023, Cobos había venido cuestionando la forma de hacer política del propio radicalismo en sus asuntos internos. De hecho, Cornejo acusó a Cobos de ser "contradictorio" en momentos en los que el expresidente lanzaba guiños a Petri en la interna a la gobernación.
En la actualidad, los cruces entre Cornejo y Cobos se han dado en términos de la alianza electoral con La Libertad Avanza, teniendo en cuenta que el ingeniero ha estado alejado de la figura de Javier Milei y ha cuestionado el acercamiento del radicalismo mendocino.
Rodolfo Suarez
En el caso de Rodolfo Suarez, la relación entre ambos ha sido correcta, aunque ha tenido sus momentos de idas y vueltas, con pactos de no agresión.
En un primer momento, fue un acuerdo de conveniencia, teniendo en cuenta que el exintendente capitalino no ha sido de extrema confianza de Cornejo, pero sí ha gozado de buena popularidad política en el electorado mendocino, lo que le ha servido para ganar territorio interno en el radicalismo.
El caso más claro se dio en 2019, cuando en momentos de finalización de la gestión de Cornejo, éste no ungió en un primer momento como su sucesor a Suarez, sino que midió internamente a propios "cornejistas" para intentar seguir el "legado" que había gestado en sus cuatro años de gobierno.
Pero ninguno de ellos alcanzó el nivel de conocimiento y aprobación del electorado en comparación con el sancarlino Suarez, quien finalmente fue el "elegido" para competir en la elección, que finalmente terminaría ganando (primero a Omar De Marchi en la interna, y luego a la oposición).
Si bien Cornejo respetó por conveniencia política la gestión de Suarez, hubo críticas solapadas en varias cuestiones de accionar político y toma de decisiones, ya sea en el ámbito del frustrado impulso de la minería metalífera a fines del 2019 (ndr: casualidad o no, hoy tendrá una página importante en la historia de Mendoza con la votación del Senado); las modificaciones al proyecto inicial del Ecoparque, que hace casi 10 años que está cerrado al público; así como también demoras en la licitación de Penitentes, donde también se perdió tiempo por problemas del propio Ejecutivo.
Al margen, esta relación se ha potenciado sobre todo en lo electoral. Cornejo logró en 2023 volver a la provincia, y mediante una jugada política -que incluso terminaría objetada en la Corte- Suarez logró ser suplente de Cornejo en 2019 como senador nacional. Al ganar Cornejo la elección, "intercambiaron" cargos y ambos se mantendrán en los puestos que actualmente ocupan hasta el 2027.
Luis Petri
Sin dudas el caso más actual en el oficialismo de una sociedad por conveniencia en la política mendocina. Luis Petri no es de las personas de confianza de Cornejo, y de hecho, lo ha enfrentado en elecciones. El hecho puntual se dio en las PASO del 2023, donde perdió contra el sancarlino en un 60-40 por ciento de los votos de Cambia Mendoza, una porción para nada despreciable que lo impulsó incluso a escala nacional para ser el compañero de fórmula de Patricia Bullrich a la Nación.
Esa interna caló hondo dentro de CM, ya que Petri, más allá de cuestionar la gestión de Suarez, lo hizo de lleno a todo lo que fue el esquema cornejista, con un mensaje de una Mendoza "en pausa" y "estancada" que impactó dentro de la conducción oficialista del radicalismo.
La tensión escaló este año cuando se debían discutir los puestos de las candidaturas para la Legislatura y la Cámara Baja del Congreso, con críticas por parte del petrismo al cornejismo y presión por mejores lugares en las listas. La queja surtió efecto para el sector sanmartiniano, quien consiguió más lugares "entrables", pero el enojo radical se incrementó cuando se consolidó la afiliación de Petri a La Libertad Avanza, por haber negociado "en las dos caras del mostrador".
De hecho, hay una porción de radicales, entre intendentes y personas de confianza de Cornejo, que ya no disimulan a la hora de establecer distancia con Petri.
El resto es conocido. Petri pasó a las "fuerzas del cielo" y se fue del radicalismo, lo que generó mayor discordia con el radicalismo. Si bien no hay críticas cruzadas entre ambos dirigentes, en los hechos se nota el distanciamiento, sobre todo teniendo en cuenta que en los últimos actos que el saliente ministro de Defensa ha realizado en Mendoza, no ha participado ningún dirigente del cornejismo.
El nuevo capítulo de esta historia transcurrirá en los próximos dos años, con un Cornejo que actualmente está aliado al presidente Javier Milei; y un Luis Petri que será la "espada" mileísta en la Cámara de Diputados del Congreso. ¿Seguirá la alianza UCR-LLA? ¿Qué pasará en 2027 y las aspiraciones de Petri al sillón de San Martín? ¿Habrá internas con un "representante radical" y el apoyo de Cornejo? Todo estará por verse.
Disputas con referentes judiciales
En términos de Justicia, Cornejo ha sido uno de los gobernadores que más ha trabajado e impulsado reformas. El ejemplo está presente en lo que fue su primera gestión, con la aplicación de la oralidad en los procesos, cambios en los códigos de faltas, además de modificaciones de fondo en los códigos procesales, entre otros.
Pero además, el actual mandatario ha tenido fuertes enfrentamientos ideológicos y políticos con varios de los ministros de la Suprema Corte de Justicia. De todos ellos, se puede nombrar a por lo menos tres: Alejandro Pérez Hualde (hoy exministro), Omar Palermo y Mario Adaro.
En el caso de Pérez Hualde, la disputa se dio en términos de un convencimiento del letrado que Cornejo ha querido avanzar en el "control" o influencia en el máximo tribunal, mientras que desde el cornejismo indicaban la constante de "frenar" reformas dentro de ese poder por parte de quien era ministro de la Corte. De hecho, Pérez Hualde fue uno de los que firmó a fines del 2015 (con apenas días de asunción de Cornejo) un hábeas corpus colectivo -junto a otros ministros del ala filoperonista- que podría haber desencadenado a la liberación de más de 800 internos (presos que no tenían sentencia), lo que profundizó -entre otras acciones más- la interna.
Con Palermo la cuestión ha sido particularmente ideológica, por estar en las antípodas en términos de pensamiento judicial y con visiones -calificadas de forma simplista- como "garantismo" o "mano dura". De hecho, el gobernador lo ha comparado con el exministro de la Corte Nacional, Raúl Zaffaroni, al indicar que ha "privilegiado el cuidado del victimario por encima de la víctima".
A Palermo, junto con Adaro, Cornejo los ha calificado de ser jueces "provagos" en términos de diversos fallos firmados por ambos beneficiando en algunos casos a empleados estatales echados por la gestión. En el caso del juez palmirense, también la disputa se ha dado por su pasado peronista y visiones distintas en términos de algunas reformas judiciales.
Sindicalismo mendocino
Estos 10 años han marcado también un fuerte enfrentamiento de Cornejo con diversos sindicatos estatales por paritarias, pero también con profundas reformas donde los gremialistas han indicado que los derechos de los trabajadores "se han visto perjudicados".
Aquí se pueden englobar varios referentes. Por un lado, con ATE y las figuras de Roberto Macho (quien ha sido incluso detenido por cortar calles) y Raquel Blas (algunos años atrás); Ampros, con enfrentamientos con Claudia Iturbe, que hoy milita en Provincias Unidas y ha cuestionado un nuevo régimen de profesionales de la Salud; y sobre todo el Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE), con figuras como Adrián Mateluna, Sebastián Henríquez, Carina Sedano y también Gustavo Correa.
En este último caso, el hecho que ha agrupado por años el enojo del sindicato docente se explica en su cuestionamiento al controversial Ítem Aula, ítem que representa un 10% del salario que lo perciben los docentes que cumplen una serie de requisitos vinculados al presentismo.











