Un líder estoico para un país en crisis y un peronismo en guerra permanente
El PJ busca posicionar a Javier Milei y apuesta al caos. Patricia Bullrich transformará permanencia en experiencia y exhibirá las falencias anímicas del economista liberal. Crisis y empresarios apostando por la exministra de Seguridad.
En menos de dos meses, la Argentina tendrá una certidumbre: el kirchnerismo dará por terminada la figura de Cristina Kirchner o desaparecerá para ser una fuerza dogmática y bonaerense. El deterioro de la economía, el repudiado homenaje al gran Marcel Marceau de la vice ante la crisis y saqueos, y la falta de armado en el interior que generó el exilio de la mayoría de gobernadores y armadores le firmaron el final a la viuda de Kirchner, que sólo empieza a digerir su derrota entre las malas y confirmadas próximas novedades judiciales y su pésima performance electoral. Sabe que necesitará moverse a favor de Patricia Bullrich, algo que jamás pensó tener que hacer.
La Argentina busca y necesita imperiosamente un líder estoico con el temple para que en un país recesivo, con aumento de conflictividad social, inflación histórica y poco y caro acceso al crédito termine la agonía actual y llegue la nueva gestión. Nadie, ni Sergio Massa. cree que será presidente en diciembre, sólo Patricia Bullrich y Javier Milei serán parte de la próxima gestión, tal vez los dos, dependerá de su evolución y capacidad de adaptación según el resultado dictado por los votantes.

"Si gana Milei, el país se va a arruinar, nosotros necesitamos el caos y Javier es el caos asegurado, con Milei volvemos en seis meses". El peronista trabaja en a Casa Rosada y es parte de los que, de a miles, se van quedando sin señal cuando Kirchner convoca. El peronismo busca entonces en el economista liberal un Gobierno de transición con estallido social y represión que vuelva a poner al partido de Juan Perón en el poder, sin haber pagado el costo político. Una remake de 2015 en términos energéticos y sociales.
La semana pasada en el colegio La Anunciata este cronista dio una charla a chicos de 17 años. Entre Milei y Bullrich, el 90% de los votantes. Es un colegio austero de Recoleta, donde no hay lujos y conviven hijos de banqueros con los de encargados de edificio o empleadas domésticas. Es verdaderamente inclusivo y comandado por monjas humanistas que hacen de lo sobrio un ejemplo de vida. Las frases fueron disímiles por parte de los chicos. Milei lleva las de ganar, pero genera incertidumbre, incluso pánico en los votantes de Patricia Bullrich. "Está loco, no quiero, me da miedo, quiero una persona con experiencia que se banque lo que viene", definieron varios bullrichistas.

Argentina va a recibir piedras, muchas y frecuentemente. El peronismo es un partido del poder, siempre le costó el despoder y lo sabe bien la historia reciente, con la caída de Fernando De la Rúa, donde cada uno colaboró con su parte y terminó un gobierno con represión y muerte. Al peronismo le cuesta incluso soltar el poder, lo sabe bien Adolfo Rodríguez Saá, quien cuentan los amigos, debió firmar su renuncia al Ejecutivo de la misma forma que el director de cine de El Padrino. Recibió una oferta que no pudo rechazar con un revólver sobre la mesa mediante en las postrimerías de la democracia radical.
Jorge Macri se encamina al desembarco en el gobierno porteño. Habrá espacio para los que piensen distinto y hayan pegado por sobre el cinturón. Los códigos se rompieron, la campaña sucia de SMS que Macri denunció fue el epitafio para la carrera de dirigentes que apostaron a Martín Lousteau sin respetar el manual de internas del PRO, donde esas cosas no se aceptan. El ministro de Gobierno sabe que Ramiro Marra recibirá comentarios, halagos y todo lo que haga falta por parte del peronismo del cual formó parte y del radicalismo que Daniel Angelici y Emiliano Yacobitti vieron fracasar hace pocos días.

Días de mucho análisis y debate interno en los equipos de los dos probables ganadores de la elección presidencial. Un dirigente liberal reconoció en voz baja estos días: "No me imagino un caso Maldonado o el desastre de las piedras por la ley de reforma jubilatoria con Javier fuera de eje, podría ser una carnicería como diez 2001". Quienes acompañan entonces al gran ganador de las PASO tienen el desafío de la confianza, lo predecible y el temple, algo que Bullrich debió trabajar en su gestión de Seguridad y la campaña repleta de golpes bajos por parte de algunos larretistas que ya actualizan currículum a partir de diciembre. Estoicismo y amnesia no son lo mismo.
Patricia Bullrich logró ya granjear a todo el macrismo y va en busca de los liberales. La llaman empresarios y hacen filas para financiar: el pánico del círculo rojo por Milei es explícito. La sociedad y Bullrich saben que Milei es lo nuevo, tal vez sea su experiencia lo que le permita llegar al balotaje, donde la sociedad decida entre lo novedoso y lo conocido. No hace falta que nadie se abra las venas y tome cicuta como Séneca, sí sostener su capacidad de resiliencia tras ser enviado al exilio por los celos del César. "Esta crisis que viene está recién empezando y va a atravesar todo nuestro Gobierno, lo necesitamos a Javier trabajando con nosotros para que la sociedad acompañe y apoye", grafican armadores del macrismo.
El desafío de los equipos de Patricia Bullrich será entonces no buscar la novedad, no querer ser lo nuevo, no ser estridentes como Milei, no levantar la voz ni querer ser Milei. La forma de derrotar al liberal será sólo si la exministra de Seguridad explica el peligro de una persona que no puede soportar situaciones estresantes, que no sabe trabajar con disenso, que no puede hacerse cargo de la tensión lógica de un país de crisis constante que vendrá.
La lógica describe que Bullrich si triunfa tendrá el consenso parlamentario que no puede ni pensar hoy Javier Milei, por lo que la incapacidad de diálogo y de tejer acuerdos coherentes también expondrán los veinte años de Parlamento de Bullrich por sobre una corta y escasa trayectoria del liberal.
El odioso teorema de Baglini en honor al gran Raúl el año que Argentina ganó el mundial de México aplica a Milei y no a Bullrich. La dolarización entró en un letargo de análisis y progresión, no es más un plumazo como explicaba cuando era panelista de Alejandro Fantino, veinte meses atrás. Los cambios serán relativamente estructurales, en el tiempo y con debate. El achicamiento del Estado será parcial y se aumentará el gasto público en Defensa, tal como aseguró Victoria Villarruel, la vice de Milei.
Si el equipo de Bullrich logra encauzar su discurso en torno a la transformación de novedoso en incierto, conocido o casta en experiencia y previsibilidad, y Baglini en practicidad y aplicabilidad de plataforma, la exministra y heredera de la marca PRO tendrá un camino allanado para meterse en la gran final de noviembre.

Luis Caputo se reunió con la titular del FMI en Estados Unidos

El Gobierno salió a responderle a Macri, tras su acusación: “Está desesperado"

Santiago Bausili explicó ante el FMI cual será el rumbo del dólar

El video con el que el Gobierno busca apelar a una épica libertaria

Bermejo desmintió que una comitiva de diputados vaya a viajar al funeral del papa

Un mendocino coordinará un organismo nacional clave para el desarrollo internacional

La CGT y movimientos sociales asistirán a la misa por el funeral del Papa
