Pese a los anuncios, sigue cayendo la imagen de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner
Tras la derrota en las PASO y pese a los anuncios económicos, la imagen positiva del presidente y la vicepresidenta se derrumbó estrepitosamente producto de su feroz pelea.
La derrota en las PASO y el posterior enfrentamiento público cargado de tensión y violencia política no favoreció en nada al presidente Alberto Fernández ni a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que en los últimos días vieron derrumbar su imagen positiva pese a los anuncios económicos y las promesas electorales.
Si bien hay pocas encuestas que reflejen el estado de opinión posterior a las elecciones primarias del pasado 14 de septiembre, algunos números comienzan a ver la luz y no son para nada agradables con el Frente de Todos. Una encuesta de la consultora Aresco difundida por Carlos Pagni en su programa Odisea Argentina, del canal LN+, mostró que en los últimos quince días Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner empeoraron su imagen entre los argentinos.
"Entre las PASO y hoy, Alberto Fernández subió su imagen negativa de 66,3 a 68,3% y bajó la positiva de 33 a 31%", explicó Pagni.
Por su parte, Cristina Fernández de Kirchner "aumentó su imagen negativa en 11 puntos, de 60 a 71%, por efecto de la carta y la guerra interna dentro del oficialismo", indicó el periodista. Al mismo tiempo, la imagen positiva de la vicepresidente se derrumbó en idéntica proporción: de 39 a 28%.
La rápida maniobra del oficialismo para anunciar o dejar trascender una batería de medidas económicas tendientes a mejorar los ingresos, junto con tácticas territoriales de clientelismo en sectores vulnerables, no parece ser suficiente para remontar un desprestigio social cada vez más importante.
Esto se evidencia en otra encuesta de la consultora Fixer que analiza la caída de Alberto Fernández entre los votantes kirchneristas: su imagen positiva pasó del 60% en agosto al 52% en septiembre. En tanto, la imagen de la gestión del Gobierno nacional cayó del 60% al 51% en el último mes.
"Eso es lo que preocupa a Cristina, Máximo Kirchner y el peronismo en general: que hay una frustración del propio militante", concluyó Pagni.