Análisis

Reveladores grafitis anuncian una candidatura de CFK en 2023 y la división del Frente de Todos

La capital de la provincia de Buenos Aires, La Plata, que la vio nacer en todo a Cristina Fernández de Kirchner, está inundada por pequeñas pintadas que la piden para que reemplace a Alberto Fernández en la próxima elección presidencial. Sordos ruidos, que hacen crecer la desconfianza interna.

Alejandro Cancelare
Alejandro Cancelare domingo, 12 de diciembre de 2021 · 15:21 hs
Reveladores grafitis anuncian una candidatura de CFK en 2023 y la división del Frente de Todos
En La Plata aparecieron grafitis que piden por una candidatura de Cristina Fernández de Kirchner para la presidencia de Nación en 2023

Mientras se preparaba el acto para conmemorar el Día de la Democracia, La Plata apareció con pequeños sellos impresos en las paredes más visibles con el slogan CFK 2023. En el acto del viernes, este deseo quedó más que evidenciado con el discurso de Cristina Fernández de Kirchner, quien se quedó con el derecho a veto por si "algo sale mal" en el acuerdo que el gobierno argentino, del cual es vicepresidenta, pretende alcanzar con el FMI y su posterior ejecución presupuestaria. 

Grafitis con las iniciales de Cristina Fernández de Kirchner para el 2023

Esta puja se da cuando ya todos hablan de "ellos" y "nosotros", "los pibes" o "los burócratas", según sea un referente cercano a Alberto Fernández o La Cámpora quien pronuncia la frase. La desconfianza es cada vez mayor y nadie la oculta, y la unidad siempre parece estar en un plazo fijo cuyas partes están obligados a renovar hasta que la tasa en la que pusieron su capital empiece a ser desfavorable contra la necesidad de la subsistencia. 

Por eso no es descabellado pensar en un proyecto presidencial que se bifurque en el futuro. Todas las mesas frentetodistas que se habían entusiasmado con la realización "sí o sí" de las PASO del oficialismo en 2023 hoy ya empiezan a relativizarlas. "Estamos acostumbrados a que nos cambien las reglas de juego... Si ven que perdemos todos juntos, directamente romperán. Y si creen que hay una chance de sobrevida, pero con todos adentro, arreglarán. No los veo compitiendo", le dijo a MDZ un reconocido operador de Alberto Fernández de la Ciudad de Buenos Aires. 

Quien modificaría siempre el lugar, la forma y el ámbito de la discusión interna sienten que es el Instituto Patria, hasta ahora el único que se muestra capaz de mantener, per sé, la mayor parte del electorado que siempre vota al peronismo. Pero también tienen una dificultad. Alberto Fernández, a pesar de sus malos números personales y la derrota política de noviembre, es el que mejor está del resto ante la opinión pública. Ni Cristina, ni su hijo ni Sergio Massa pueden aspirar a llegar donde él está. Y Axel Kicillof ya se resignó.

La realidad le demostró que no siempre es como se proyecta en el Excel. Y mucho menos en una provincia donde todo era desconocido para él y en la que tampoco hizo mucho esfuerzo para conseguir nuevos amigos. La idea de ser el "preferido" de la expresidenta lo hacía moverse con una sensación de invulnerabilidad que la realidad le mostró que no tenía. 

Mientras tanto, el hijo de los dos presidentes prepara su propia fiesta personal para el viernes próximo, fecha en la que debería asumir al frente del PJ bonaerense. Todo indica que se lo dejarán hacer, pero, atento a que hubiera algún congresal díscolo o que pretendiera decir algo incorrecto, todavía no hay nada confirmado sobre la forma que elegirá para su primer acto oficial como presidente partidario.

"No hay motivos legales ni jurídicos para impedir su asunción. La presentación de Fernando Gray fue porque vio avasallados sus derechos de ser parte de la conducción partidaria hasta el fin de su mandato, que será el 17 de diciembre próximo, así que está todo preparado, desde lo formal, para que Kirchner presida por cuatro años el partido Justicialista Bonaerense", expresó una importante fuente partidaria. 

"La candidatura de Cristina Fernández correrá la misma suerte que la de Carlos Menem en el 2003... Ya fue", dijo, tajante, un estudioso del peronismo en todas sus formas que reunió, la semana pasada, a buena parte del esquema de poder institucional en su despacho cercano a la Casa de Gobierno. 

Así las cosas, nada tiene más certeza que una próxima traición o conflicto. Máximo Kirchner hace todo para armarse de la mejor manera posible. Pero, en política como en otros ámbitos de la vida cotidiana, el futuro es mucho más que el pasado, y él no parece poder ofrecer eso tan preciado para sus propios aliados.

Él debería haber heredado a sus dos padres presidentes, pero nada indica que lo pueda lograr. 

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