Curiosidad: los países más prósperos no tienen abogados como presidentes
La Argentina tiene una larga experiencia en presidentes abogados. Desde Raúl Alfonsín hasta Alberto Fernández, salvo Mauricio Macri, todos lo fueron. En el resto del mundo, quienes manejan los países muestran actividades diversas, especialmente entre las naciones de mejor calidad de vida.
En la Argentina, la forma más segura para llegar a ser presidente es tener un título de abogado. Así lo demuestra la historia reciente. Desde el regreso de la democracia, salvo el caso de Mauricio Macri, de profesión ingeniero, todos los mandatarios salieron de la facultad de Derecho. Raúl Alfonsín, Carlos Menem, Fernando de la Rúa, Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner, Cristina de Kirchner y Alberto Fernández forman parte de ese club de letrados.
Una característica de los mandatarios argentinos que muestra, seguramente, una forma de gobernar y, por consiguiente, de los resultados.
Sin embargo, este no es un fenómeno que se repite en otros países que ofrecen una variedad mucho más amplia de profesiones entre quienes son elegidos para conducir los destinos de una nación.
En la región, por ejemplo, sólo los casos actuales de Uruguay y Colombia tienen abogados en la presidencia, pero no sucedieron a colegas sino a mandatarios con otros estudios. Así, los jefes de gobierno sudamericanos tienen profesiones diversas. Médicos, economistas, ex militar, docente, empresario, entre otras ocupaciones. Lo mismo sucede en otros continentes.
Si la profesión de quienes gobiernan influye en la suerte del país, la Argentina estaría en problemas. Esto se debe a que los países donde mejor se vive no están gobernados por abogados.
El dato surge del informe realizado por las Naciones Unidas sobre los países con mayor desarrollo humano. Es un índice que elabora el organismo internacional sobre la base de distintas variables como educación, salud, calidad de vida, indicadores económicos y grados de libertad.
En el trabajo de este año, la Argentina está ubicada en el puesto 47 y estos son los diez países que encabezaron el ranking: Noruega, Suiza, Irlanda, Alemania, Hong Kong, Australia, Islandia, Suecia, Singapur y Países Bajos.
En el caso de Noruega, su primer ministro es Jønas Gahr Store tiene un doctorado en ciencias políticas del Instituto de Estudios de París y otro de una universidad inglesa.
En Suiza, el presidente de la confederación es Guy Parmelín, que está lejos del modelo tradicional de político ya que se trata de un agricultor y viticultor.
El presidente de Irlanda, desde hace 10 años, es Michael Higgins con una formación académica varias. Su biografía señala que es poeta, escritor, profesor, politólogo y cuenta con un máster en sociología.
En Alemania, el caso es más conocido. Angela Merkel es Canciller de su país desde el 2005 y es licenciada en física. Sus años de gobierno consolidaron a su país como potencia. Su posible sucesor es abogado. ¿Logrará el mismo éxito?
Hong Kong es un territorio autónomo que tiene una jefa de gobierno graduada en sociología. Carrie Lam hace cuatro años que está en el máximo cargo.
El primer ministro de Australia, Scott Morrison está graduado en Geografía Económica.
Por su parte, Guoni Thorlacios Jóhannesson es el presidente de Islandia y es licenciado en historia y ciencias políticas.
En Suecia, el primer ministro es Stefan Löfven. Viene del ámbito sindical. Trabajó en el sector metalúrgico, especializado en soldadura.
En Singapur se da el único caso, entre las naciones más desarrolladas, que el gobierno está a cargo de una persona que curso de la facultad de Derecho. Su presidenta es Halimah Yacob que previo a conducir el país tuvo participación sindical.
El último integrante de este “top ten” son los Países Bajos. Su Primer Ministro, Mark Rutte, es graduado en Historia en la Universidad de Leiden. Tiene una larga trayectoria en la actividad privada como empleado de una multinacional.