Elecciones

La duda acerca de si alguna fuerza romperá la polarización en Mendoza

En las últimas elecciones de medio término, las terceras fuerzas rondaron los 15 puntos y cosecharon el voto "antisistema". En un escenario de fuerte polarización esa posibilidad aparece lejana para 2021. Cambio de perfil y un candidato más volcado a la derecha, la aparente búsqueda del electorado.

Marcelo Arce
Marcelo Arce miércoles, 30 de septiembre de 2020 · 06:35 hs
La duda acerca de si alguna fuerza romperá la polarización en Mendoza
Foto: ALF PONCE / MDZ

La Argentina, y Mendoza en este contexto, ya tienen en el horizonte las elecciones de medio término con un escenario que, se descarta, será de fuerte polarización. Pero como ocurrió históricamente en comicios anteriores, la renovación legislativa siempre ha sido propicia aquí para el surgimiento de terceras fuerzas que lograron dar el batacazo y colar, entre el peronismo y los radicales, al menos a uno de sus candidatos a diputados en el Congreso y sentar en sus bancas a legisladores y concejales.

Cuando todavía falta para el 2021, ese espacio en la provincia está vacante. El punto es quién lo ocupará. Una de las ultimas mediciones de Reale - Dalla Torre sobre este punto del panorama electoral, realizada en agosto, marca que Cambia Mendoza y el Frente de Todos acaparan la voluntad del electorado con una intención de voto que roza el 80% (48,9% para el oficialismo y 31,3% para la oposición respectivamente), pero también aparecen en las mediciones el Frente de Izquierda con un 3,4% y el ya disuelto Protectora que logra figurar en la encuesta con un 2%. Hoy, aparecen como lejanos de los 15 puntos en promedio que este tercer espacio obtuvo en elecciones pasadas.



Precisamente la Izquierda, con la irrupción en la escena política de Nicolás Del Caño en 2013 y Protectora, que consiguió llevar a José Luis Ramón a la Cámara de Diputados en 2017, fueron los dos últimos protagonistas de este fenómeno. Varios años antes, en 2001, el partido Fiscal que construyó Aldo Giordano había conseguido un objetivo similar cuando Daniel Esaín fue votado para representar a Mendoza en la Nación.

Una característica tuvo el votante que optó por alguna de estas opciones: a través del largo período que llevó la disolución del Partido Demócrata, Del Caño llegó en su momento al 14% de los votos y Ramón al 17%, empujados por una fuerte tendencia de un franja del electorado a elegir a quienes encarnaran el voto antisistema. ¿Será ese el perfil que deberá adoptar otra vez el candidato que quiera seducir a esta franja que no se siente representada ni por el Gobierno provincial o por el peronismo? Quizás no.

La crisis económica y la situación social están demandando por parte de la ciudadanía respuestas más concretas a problemas estructurales y en ese punto puede llegar a no alcanzar con la idea de que un diputado solo, desde el Congreso, pueda llegar a cambiar esa realidad. Y es muy probable que se repita además otro hecho que ha sido la característica detrás del surgimiento de estas terceras opciones: apostaron más a consolidarse como fuerzas electorales, que como opciones de poder.

“El voto de las terceras fuerzas en elecciones legislativas en la provincia siempre ha sido antisistema. Los mendocinos, en elecciones legislativas, tiene un compromiso mas laxo que en elecciones ejecutivas y buscan figuras que funcionen como contrapeso en términos de equilibrio de poder. Eso ha sido históricamente así, siempre aparece alguna figura de esas características, aunque después se diluye en las elecciones ejecutivas. Lo que no está claro ahora es quién está en condiciones de ocupar ese espacio, porque la ciudadanía esta cada vez más exigente y no cualquiera va a tener la talla para obtener el favor popular”, describe la consultora Martha Reale.

La construcción política de una tercera fuerza se está explorando hoy por varios caminos. La izquierda, por caso, intentará sostener la presencia que, elección tras elección, se ha ido acotando en la Legislatura y en algunos Concejos. Otro partido en construcción, está relacionado con la diáspora de dirigentes que generó en Protectora el alineamiento de Ramón con el kirchnerismo en el Congreso. Los dirigentes que se quedaron acá, los legisladores Marcelo Romano, Mario Vadillo y un grupo de concejales departamentales, ya definieron presentarse con sello propio, Ciudadanos por Mendoza, y ya sin su figura principal al frente que podría terminar buscando una renovación de su banca compartiendo listas con Anabel Fernández Sagasti.

Para el gobierno de Rodolfo Suárez, la preocupación mayor está centrada en la alternativa muy probable de que, luego de cinco años y de tres elecciones, finalmente se rompa Cambia Mendoza. El senador Jorge Difonso, todavía cercano de Sergio Massa e integrante del Frente, mantiene un diálogo político fluido con Romano y además tiene rotos todos los vínculos con Alfredo Cornejo. Los gansos podrían dar la nota: el presidente partidario, Roberto Ajo, ya anunció que el PD hará campaña por el NO a la reforma de la Constitución y esa podría ser la plataforma para que los gansos intenten recobrar protagonismo.

Queda la expectativa de hasta dónde llegará el armado de aquellos que se subieron al particular sueño independentista alimentado hace unos meses por Cornejo. El “Mendoexit” apunta a canalizarse a través de un partido para recolectar una supuesta intención separatista de mucha gente. El intento está encabezado por Hugo Laricchia, un hombre vinculado al negocio del turismo y que se autodefine como “liberal”. Un poco de viento de cola trae esta propuesta: un sondeo detectó que si bien un 60% no ve con buenos ojos separarse de la Nación, existe sin embargo un 35% que reclama que se termine con la discriminación a la hora del reparto de recursos nacionales hacia la provincia, idea fuerza de aquella propuesta inviable desde lo institucional largada por el exgobernador en julio.

Sin embargo existen por ahora algunos puntos complejos en la arquitectura electoral de estos sectores y es, por un lado, quién encabezará la lista de senadores nacionales que, en los hechos, será la cara visible de la campaña de cada uno. Y aquí podría haber un cambio en el perfil buscado. “Hoy tenemos un espacio mas corrido a la centro derecha y no tanto a la izquierda, como en 2013. Eso se ve en los estudios de opinión”, analiza Reale.

Y el otro aspecto ya fue dicho: la crisis demanda respuestas a otro nivel y las ultimas experiencias de voto antisistema, en particular la de Ramón, derivaron en decepción y la gente puede reaccionar con descreimiento ante estas alternativas. O dicho de otro modo, es probable que para seducir al electorado ya no alcance con la propuesta de que un diputado cobre lo mismo que un docente o salir a vociferar en un auto un tanto destartalado propuestas en favor de los consumidores.