Mendoza

El apuñalador de Ciudad tuvo un nuevo revés y no saldrá de la cárcel

El sujeto continuará aprehendido mientras continúa la investigación. Está acusado de apuñalar a su expareja en el Centro de Mendoza, intentar quemarle la casa, abusarla sexualmente y asfixiarla en dos oportunidades.

Ángeles Balderrama
Ángeles Balderrama domingo, 5 de marzo de 2023 · 11:02 hs
El apuñalador de Ciudad tuvo un nuevo revés y no saldrá de la cárcel
Así dejó a su expareja

Tras la suspensión de la audiencia de acusación, el pasado viernes 24 de febrero, el caso contra Jonathan Leonel Sassone Herrera se encontraba a la espera. El hombre posee dos denuncias de su expareja: una por apuñalamiento en pleno centro de la Ciudad de Mendoza y otra por intentar quemar la casa de la joven. Si bien este viernes 3 se esperaba conocer si finalmente salía en libertad, hubo una nueva suspensión y ahora será investigado por la fiscalía de Homicidios.

La pesquisa había iniciado a través de la fiscalía de Violencia de Género, luego de que una joven de 28 años, y estudiante de enfermería, denunciara que fue apuñalada por su expareja en la Ciudad de Mendoza, en el mes de diciembre. Sin embargo, diez días antes, el mismo sujeto intentó prender fuego su casa.

Tras ser detenido por el apuñalamiento contra la joven, el viernes 24 se esperaba la conocer la acusación en su contra, pero un contratiempo de la Justicia, el cambio de unidad fiscal, generó la suspensión de la audiencia. Sin embargo, la joven no tenía esperanzas.

Algunas de las marcas que dejó en su cuerpo.

"Ya nos dijeron que lo más probable es que le den amenazas simples y que él salga a la calle. Lo que van a hacer es ponerle una prohibición de acercamiento y tobillera electrónica. Tengo miedo porque si fue capaz de apuñalarme ante la vista de tantas personas, es capaz de lo que sea", había expresado la mujer a este diario.

Así, con la nueva audiencia planificada para este viernes 3 de marzo, hubo un revés para el sujeto denunciado: la causa ahora será investigada por la fiscalía de Homicidios y Violencia Institucional, por lo que el delito de amenazas simples se modificaría por uno más grave.

El caso

G. A. inició la relación con el hombre en febrero de 2018 y luego de estar más de cuatro años junto a él decidió alejarse, en julio de 2022. La joven remarcó que la situación dentro de su casa era insostenible y que "había optado por ignorarlo" para que no la celara, ya que ese era el motivo inicial de los conflictos.

"Él podía tener amistades, salir de fiesta, tomar, pero yo no; yo tenía que estar encerrada en mi casa y solo podía salir a trabajar. La primera agresión fue a principios de 2022, pero no fue la única. Él me ahorcaba y no me metía piñas ni cachetadas porque en mi casa iban a notar las marcas, pero hubo dos asfixias que me dejaron inconsciente y me despertó con un vaso de agua en la cara", relató la denunciante.

Los episodios de violencia fueron traumáticos para ella y desde mediados del año pasado ha intentado borrar algunos de su mente, pero otros no se le olvidaron. "Así como me asfixiaba, también me maltrataba psicológicamente y en el último tiempo hubo abusos sexuales porque yo no quería tener relaciones, pero é me obligaba".

Durante el mes de julio, G. A. finalmente logró separarse del hombre y ahí comenzaron las amenazas de muerte en las que le indicaba por WhatsApp que si ella no accedía a verlo, "la iba a matar a ella y a su hija". Luego de que la mujer abría los mensajes que el agresor le enviaba, automáticamente el sospechoso los eliminaba. Aunque al principio intentó mantener silencio, la situación se hizo insostenible.

"Yo no tengo amistades porque me alejó de todo y la única persona que me quería hacer daño era él. El 5 de diciembre llegué a mi hogar y vi nafta hasta el interior de mi habitación, que da hacia la calle. Apenas vi eso grité, saqué a mi hija de ahí y corrí porque no sabía en qué momento tiraba algo y se prendía fuego. Eran dos bidones de cinco litros que estaban volcándose hacia el interior de mi pieza", recordó.

Desde ese momento, ella le confió a su madre la grave situación que vivía y juntas fueron a denunciar al dtenido. Casi dos semanas más tarde, el 16 de diciembre, la Justicia otorgó la prohibición de acercamiento, pero esta medida desató la furia del hombre en plena calle Rioja y Buenos Aires del Centro de Mendoza.

"Yo estudio enfermería y el 16 de diciembre salía con una compañera de estudiar y estaba por cruzar la calle. Fue todo muy rápido, fueron segundos en donde yo lo veo y grito '¡Policía!'. Con la cara seria, sin decirme nada, sacó del bolsillo derecho un cuchillo y me empezó a apuñalar. Yo trataba de cubrirme el cuello, la yugular y él me daba en las costillas, pero gracias a una faja que tenía puesta el cuchillo se frenó ahí", dijo.

Y agregó: "Entre cinco hombres intentaban sacármelo de encima y no podían, hasta que llegaron más y lograron tirarlo al piso y sacarle el cuchillo. Con el otro brazo él me agarró del cabello, me arrancó muchísimo pelo y me tiró, después me golpeaba la cabeza contra el suelo. Yo creo que si no hubiesen estado ellos, yo no lo estaría contando, yo creo que me mataba".

La joven quedó en shock y fue trasladada al Hospital Central. Recibió dos heridas en el brazo izquierdo -una revestía mayor gravedad que la otra-, una puñalada en la espalda y un corte en la cabeza. A su vez, también ingresó con golpes.

Por su parte, su expareja fue trasladado hasta la Comisaria 3°, ubicada en calle Rioja, a tan solo una cuadra de donde sucedió el brutal episodio. "De todos los que ayudaron solo uno de los hombres se quedó como testigo, además de mi compañera. Las cámaras de ahí al parecer no captaron nada".

"Mi vida se hizo una pesadilla. Nunca le tuve tanto miedo a algo. Ya no tengo miedo a los ladrones, le tengo más miedo a este", expresó la joven a MDZ.

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