Horror y violencia

Su ex la apuñaló en pleno Centro de Mendoza y ahora el acusado podría quedar libre

Una joven de 28 años vive con pánico luego de que su expareja la apuñalara en el mes de diciembre. Sin embargo, no se trató del único episodio ya que dos semanas antes intentó quemarle la casa. Con "pocas pruebas" ahora se espera una resolución judicial.

Ángeles Balderrama
Ángeles Balderrama sábado, 25 de febrero de 2023 · 07:00 hs
Su ex la apuñaló en pleno Centro de Mendoza y ahora el acusado podría quedar libre
Alguna de las heridas que sufrió la denunciante
Su ex la apuñaló en pleno Centro de Mendoza y ahora el acusado podría quedar libre
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Los episodios de violencia de género y abusos son, lamentablemente, parte de la vida de muchas mujeres en Mendoza. Con solo 28 años, una joven estudiante de enfermería se enfrentó a un momento extremo: su expareja no soportó que ella lo dejara y la apuñaló en pleno centro de la ciudad, a la vista de testigos. Pero no fue lo único: el sujeto también la habría abusado y hasta intentado quemarle la casa. Pese a que se encuentra detenido, ahora está a solo un paso de quedar en libertad.

Este viernes al mediodía se esperaba conocer la acusación contra Jonathan Leonel Sassone Herrera, de nacionalidad peruana, pero por un contratiempo del Ministerio Público Fiscal (el cambio de unidad fiscal) se solicitó la suspensión de la audiencia. Con esa novedad, G. A. (28), la víctima, se encuentra a la espera de conocer cómo vivirá sus próximos meses.

Desde hace tiempo, según la joven indicó a MDZ , no come ni duerme porque tiene miedo a ser agredida nuevamente. Si bien por el momento sabe que su expareja se encuentra preso, teme que cualquier otra persona la ataque en nombre de él. De hecho, su madre explicó desconsoladamente que "ya no pueden vivir más así" y que "teme que maten a su hija".

Según los detalles a los que accedió la familia, es posible que el sujeto sea acusado por "amenazas simples" contra la joven ya que solo quedaron algunas pruebas: un apuñalamiento en pleno Centro de Mendoza que no fue captado por cámaras -aunque tuvo testigos y una internación-, amenazas verbales y a través de WhatsApp que fueron eliminadas por el agresor y un intento de incendio en la habitación de la joven. A eso se suman los abusos sexuales que sufrió durante los últimos meses de relación y otras amenazas contra su hija de 9 años.

Una de las denuncias realizadas.

"Ya nos dijeron que lo más probable es que le den amenazas simples y que él salga a la calle. Lo que van a hacer es ponerle una prohibición de acercamiento y tobillera electrónica. Tengo miedo porque si fue capaz de apuñalarme ante la vista de tantas personas, es capaz de lo que sea", expresó la mujer a este diario.

Una historia de terror

G. A. inició la relación con el hombre en febrero de 2018 y luego de estar más de cuatro años junto a él decidió alejarse, en julio de 2022. La joven remarcó que la situación dentro de su casa era insostenible y que "había optado por ignorarlo" para que no la celara, ya que ese era el motivo inicial de los conflictos.

"Él podía tener amistades, salir de fiesta, tomar, pero yo no; yo tenía que estar encerrada en mi casa y solo podía salir a trabajar. La primera agresión fue a principios de 2022, pero no fue la única. Él me ahorcaba y no me metía piñas ni cachetadas porque en mi casa iban a notar las marcas, pero hubo dos asfixias que me dejaron inconsciente y me despertó con un vaso de agua en la cara", relató la denunciante.

Los episodios de violencia fueron traumáticos para ella y desde mediados del año pasado ha intentado borrar algunos de su mente, pero otros no se le olvidaron. "Así como me asfixiaba, también me maltrataba psicológicamente y en el último tiempo hubo abusos sexuales porque yo no quería tener relaciones, pero é me obligaba".

Durante el mes de julio, G. A. finalmente logró separarse del hombre y ahí comenzaron las amenazas de muerte en las que le indicaba por WhatsApp que si ella no accedía a verlo, "la iba a matar a ella y a su hija". Luego de que la mujer abría los mensajes que el agresor le enviaba, automáticamente el sospechoso los eliminaba. Aunque al principio intentó mantener silencio, la situación se hizo insostenible.

"Yo no tengo amistades porque me alejó de todo y la única persona que me quería hacer daño era él. El 5 de diciembre llegué a mi hogar y vi nafta hasta el interior de mi habitación, que da hacia la calle. Apenas vi eso grité, saqué a mi hija de ahí y corrí porque no sabía en qué momento tiraba algo y se prendía fuego. Eran dos bidones de cinco litros que estaban volcándose hacia el interior de mi pieza", recordó.

Desde ese momento, ella le confió a su madre la grave situación que vivía y juntas fueron a denunciar al dtenido. Casi dos semanas más tarde, el 16 de diciembre, la Justicia otorgó la prohibición de acercamiento, pero esta medida desató la furia del hombre en plena calle Rioja y Buenos Aires del Centro de Mendoza.

"Yo estudio enfermería y el 16 de diciembre salía con una compañera de estudiar y estaba por cruzar la calle. Fue todo muy rápido, fueron segundos en donde yo lo veo y grito '¡Policía!'. Con la cara seria, sin decirme nada, sacó del bolsillo derecho un cuchillo y me empezó a apuñalar. Yo trataba de cubrirme el cuello, la yugular y él me daba en las costillas, pero gracias a una faja que tenía puesta el cuchillo se frenó ahí", dijo.

Y agregó: "Entre cinco hombres intentaban sacármelo de encima y no podían, hasta que llegaron más y lograron tirarlo al piso y sacarle el cuchillo. Con el otro brazo él me agarró del cabello, me arrancó muchísimo pelo y me tiró, después me golpeaba la cabeza contra el suelo. Yo creo que si no hubiesen estado ellos, yo no lo estaría contando, yo creo que me mataba".

La joven quedó en shock y fue trasladada al Hospital Central. Recibió dos heridas en el brazo izquierdo -una revestía mayor gravedad que la otra-, una puñalada en la espalda y un corte en la cabeza. A su vez, también ingresó con golpes.

Por su parte, su expareja fue trasladado hasta la Comisaria 3°, ubicada en calle Rioja, a tan solo una cuadra de donde sucedió el brutal episodio. "De todos los que ayudaron solo uno de los hombres se quedó como testigo, además de mi compañera. Las cámaras de ahí al parecer no captaron nada".

"Mi vida se hizo una pesadilla. Nunca le tuve tanto miedo a algo. Ya no tengo miedo a los ladrones, le tengo más miedo a este", expresó la joven a MDZ.

Así le dejó el cuero cabelludo.

 

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