La dura respuesta de la Justicia contra un femicida mendocino

La Justicia nuevamente dictó un duro fallo contra un joven acusado de matar a su novia en Mendoza. Si bien el máximo tribunal ya se había pronunciado, la defensa insistió para conseguir una pena menor.

Andrés Di Césare (26) fue condenado en 2019 a 18 años de prisión por el crimen de Julieta González (21), en un caso que generó gran repercusión en la provincia.

En ese momento, familiares y organizaciones se mostraron disconformes con el fallo ya que los jueces Mauricio Juan, María Alejandra Ratto y Jorge Coussirat no tuvieron en cuenta que se trató de un caso de violencia de género.

La familia de la víctima recurrió a la Suprema Corte y en 2021 los jueces Mario Adaro, Omar Palermo y José Valerio consideraron que Di Césare debía ser condenado por femicidio -la misma calificación con la que llegó a juicio- y recibió una condena de prisión perpetua.

Luego fue el turno del acusado, quien nuevamente acudió a Casación -conocida como Casación Horizontal- para que el caso vuelva a ser considerado como homicidio simple, pero nuevamente la Corte -esta vez el tribunal conformado por Teresa Day, Pedro Llorente y Dalmiro Garay- mantuvo su fallo y Di Césare mantiene la máxima condena en su contra.

En este caso, el tribunal sostuvo que "la valoración probatoria jurisdiccional debe ser con perspectiva de género, la que no constituye un estándar de prueba diferenciado, sino el mismo estándar directo e indirecto que supere cualquier sesgo discriminatorio y respetuoso de los derechos humanos de las mujeres".

El femicidio

El 27 de setiembre de 2016 la Policía encontró el cuerpo de Julieta González en un descampado de Cacheuta, en Luján de Cuyo.

Su cuerpo presentaba golpes y las pericias confirmaron que recibió piedrazos y fue estrangulada. En ese momento la joven estaba de novia con Di Césare, quien durante la instrucción sostuvo su inocencia. Pero las pruebas contra él eran abrumadoras.

Los investigadores hallaron manchas hemáticas de González en su auto y restos de piel de la joven debajo de las uñas de Di Césare, además de que las antenas de los celulares de ambos coincidieron el día de la desaparición.

La pesquisa demostró que el hombre asesinó a González y trasladó el cuerpo en su auto para abandonarlo en un descampado.

En ese momento indicaron que la víctima quería cortar la relación con Di Césare y esto habría molestado al femicida.

Si bien la causa fue elevada a juicio como femicidio, el tribunal consideró que no había elementos suficientes para considerar que entre ambos existía una relación estable.