"No se mueva, tengo un pepino": los cinco ladrones más fáciles de atrapar

Algunos ladrones pasan meses planificando sus robos. En ellos, sus estrategias llegan a ser tan complejas que parecen trabajos perfectos. Sin embargo, otros no tienen la misma experiencia o talento y, por el contrario, son atrapados en cuestión de minutos. 

En 2014, Martin Holtby y Pat Dyson, una pareja de jubilados de Reino Unido, entraron a su casa ubicada en Lancanshire luego de disfrutar unas vacaciones. Al ingresar se encontraron con algo extraño: un ladrón durmiendo en su cama.

El hombre había lavado los platos, limpiado su ropa e incluso se había tomado el atrevimiento de comprar algunos víveres. La mujer, que denunció el hecho a la policía, afirmó que cuando se retiraron para pasar unos días de descanso, la casa "no estaba demasiado ordenada".

El ladrón, identificado como Lukasz Chojnowski de 28 años, amablemente había puesto todo en orden. "Quemó una vieja cacerola, pero esas cosas pasan", justificó la dueña de la casa. 

El hombre admitió el robo y le dieron libertad condicional por dos años. Además, pagó 285 dólares por los costos del proceso.

Un terrorista en apuros

Mohammad Ashan, un comandante talibán de medio a bajo nivel, dejó desconcertados a los funcionarios estadounidenses. El hombre era sospechoso de organizar ataques contra las tropas estadounidenses y afganas en el país árabe. Por este motivo, existía una recompensa para encontrarlo.

Según los informes policiales, Mohammad se acercó a un puesto de la Policía, señaló un cartel que mostraba su rostro y reclamó los 100 dólares de recompensa por su propia captura. 

Las autoridades estaban desconcertadas e incluso un funcionario estadounidense afirmó a la prensa: "Claramente este hombre es un imbécil".

"No se mueva, tengo un pepino"

Un ladrón intentó robar una casa de apuestas en Glasgow, Escocia, pero fue detenido rápidamente por un policía fuera de servicio.

Armado con un pepino envuelto en una media negra, Gary Rough apuntó hacia la empleada de Ladbrokes, ubicada en Shettleston, al este de la capital escocesa y exigió dinero en efectivo. Pero la mujer se negó.

Rápidamente, Rough fue derribado y arrestado. Al inicio afirmó que "era una broma" y preguntó si iría a la cárcel por el incidente. El hombre admitió el delito de tentativa de asalto y fue a la cárcel.

El problema del tire y empuje

James Allan (29) fue capturado robando una tienda en Oxfordshire, Reino Unido. Sin embargo, cuando intentaba huir, se quitó el pasamontañas con el que tapaba su cara, se tropezó con un exhibidor de bebidas y no pudo salir de la tienda: aunque golpeaba la puerta de vidrio, en vez de empujar, estaba tirando.

La mujer que había sido robada por el hombre con un arma de juguete se acercó y le abrió la puerta. Tres horas más tarde, la Policía lo encontró en la misma calle en donde sucedió el hecho. Cuando lo subieron al móvil policial, el acusado comenzó a llorar.

El ladrón fue sentenciado a tres años de prisión por el delito y dos años más por posesión de una imitación de arma de fuego.

Atrápenme si pueden

Logan James (19) era buscado por incumplir con los términos de su libertad condicional. El joven había cumplido una pena en la cárcel por los delitos de lesiones, riñas, robo y posesión de un cuchillo.

Por este motivo, la Policía de Gwent, Gales, publicó una foto de James en su página de Facebook en donde solicitaban colaboración para localizarlo.

"Jaja, atrápenme si pueden", les escribió en los comentarios el joven de 19 años a la Policía. Luego, afirmó a una agencia de noticias: "Estuve caminando cerca de mi casa, así que no se están esforzando mucho en intentar atraparme".

Durante esa jornada fue atrapado. La policía le agradeció por "destacar sus esfuerzos para devolverlo a la cárcel".