Paracaídas, túneles y más

Bentogate: las desopilantes teorías que propone un imputado

Se trata de Jaime Alba, uno de los abogados acusados de ser parte de la presunta asociación ilícita que operaba en los tribunales federales. En una presentación llena de ironías y tesis cómicas, sorprendió por su desparpajo e introdujo un nuevo registro dentro de una causa ya de por sí llamativa.

Facundo García
Facundo García martes, 7 de septiembre de 2021 · 09:45 hs
Bentogate: las desopilantes teorías que propone un imputado
El abogado Jaime Alba cargando en sus brazos el expediente de la causa Aliaga, un asunto que derivó en investigación por las coimas en la Justicia Federal

El abogado Jaime Alba está detenido, acusado de formar parte de una presunta asociación ilícita que cobraba coimas a cambio de otorgar beneficios a presos de la Justicia Federal. Según la tesis del fiscal Dante Vega, el letrado habría sido uno de los colaboradores del juez Walter Bento, quien a su vez era el supuesto líder de la banda. Pero ahora, con una estrategia al mismo tiempo sorpresiva y desopilante, Alba salió a desmentir algunas de las ideas del Ministerio Público.

En un manuscrito que escribió desde la cárcel, Alba arremete contra las supuestas reuniones que se producían en el barrio Palmares, donde habrían participado el juez Bento, el propio Alba, el ahora muerto Diego Aliaga, Luciano Ortego y los arrepentidos Martín Ríos y Matías Aramayo, entre otros. Pues bien: los informes del barrio privado -apunta Alba- no registran los ingresos de esas personas en las fechas señaladas.  

"El doctor Ríos manifiesta en su acuerdo de colaboración que ingresó a la asociación ilícita entre junio y septiembre de 2019 a través de una reunión que se llevó a cabo en la casa de Aliaga (...) Esta reunión también fue reconocida por el Dr. Aramayo en el marco de su acuerdo", recapitula Alba. Sin embargo, el letrado agrega que -de acuerdo con los registros de Palmares- "no hay coincidencia alguna entre las fechas referidas" y las entradas registradas.

Por eso, "a efectos de colaborar en la investigación" del fiscal Vega, Alba enumera una serie de hipótesis "ciertas, probables, posibles y no excluyentes entre sí" para sostener la existencia de los encuentros. Ahí van:

  • Ingreso clandestino: "el ingreso podría haberse efectuado con unos disfraces que alquilamos junto a Ortego y obviamente con documentos falsos".
  • Túnel: "el mismo nacería en el Corredor del Oeste y terminaría en el patio de la casa de Aliaga (...) Si el fiscal y el juez lo consideran justo y oportuno, se podría ordenar una inspección ocular en el Corredor del Oeste, a la altura de la casa de Aliaga, y en el patio de la misma". 
  • Paracaídas: "confieso que cuando tomé conocimiento de esta posibilidad -escribe Alba-, me generó cierto grado de inseguridad y adrenalina. Entiéndase que nos dirigimos con Ortego al Aeroclub de La Puntilla, alquilamos una avioneta, como así también los paracaídas. Estando en posición, nos arrojamos para caer en la casa de Aliaga, ya que Ortego tenía la ubicación en su dispositivo móvil". 
  • Pijamada: "el Dr. Bento tuvo la brillante idea de proponer que la noche anterior hiciéramos una pijamada en la casa de Aliaga, para esperar a Ríos y apaciguar de esta manera las expectativas que la reunión nos generaba (...) Estando allí es que Aliaga nos invitó a cenar comprando 4 cajitas felices que pidió por delivery". 

Todos estos escenarios, añade Alba, comparten un denominador común: que "Ríos nos plantó: no fue a ninguna de las reuniones". Lo que intenta demostrar el imputado, a través de la enumeración surrealista, es que el encuentro del que se habla no existió y que la información que se ha dado sobre la presunta organización es falsa. 

Habrá que ver qué postura asume la fiscalía frente a estos planteos. Lo cierto, por ahora, es que Alba sigue detenido.

Críticas a un testigo clave

Por otro lado, el letrado criticó a Diego Barrera, quien además de estar acusado por el presunto secuestro y muerte de Diego Aliaga se ha convertido en un testigo importante en la causa de las coimas.

"Es increíble cómo miente", apunta Alba en su presentación; y señala otras contradicciones que ese declarante a su criterio comete. En consecuencia, lo acusa de falso testimonio.

Y en el final del texto, introduce una advertencia al juez de la causa, Eduardo Puigdéngolas, asegurándole que debe distanciarse del fiscal Vega porque -en su opinión- "ni él, ni Ríos ni Aramayo lo van a ayudar o sostener cuando las consecuencias jurídicas, penales, civiles y patrimoniales recaigan sobre su persona". En ese aspecto coincide en el tono admonitorio que suelen tener algunos escritos de la defensa de Bento. 

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