Un crimen absurdo

Salía a robar con su hijo, balearon a una verdulera y ahora lo juzgan

Este lunes arrancó el juicio por la muerte de Carina Rodríguez, la verdulera que recibió un tiro en la nuca en noviembre de 2019. Un jurado popular deberá dar su veredicto sobre Genaro Pantaleón Lucero, el principal sospechoso de haber disparado. Si lo encuentran culpable, puede recibir perpetua.

Facundo García
Facundo García lunes, 8 de noviembre de 2021 · 22:51 hs
Salía a robar con su hijo, balearon a una verdulera y ahora lo juzgan
Lucero podría recibir una pena de prisión perpetua

El hecho ocurrió el 21 de noviembre de 2019 en San Martín (Mendoza). Fue "a la siesta", como define el habla cuyana a las horas que van del mediodía a las postrimerías de la tarde. Cuatro ladrones ingresaron a una verdulería y se llevaron las pocas cosas que Carina Rodríguez tenía a mano. Luego huyeron. Y se cree que uno de los delincuentes, precisamente el imputado Genaro Pantaleón Lucero, gatilló el tiro que terminó con la vida de la mujer.

Este lunes empezó el juicio que intentará dilucidar si Lucero es culpable de homicidio criminis causa, es decir de haber matado a la verdulera para ocultar el robo, lo que podría valerle una condena a prisión perpetua. Su defensa insiste en que se trató de una muerte en ocasión de robo. Y según pudo saber MDZ, el jurado también tendrá la posibilidad de decidir que no hay pruebas suficientes para sentenciar al acusado. La jueza María Victoria Franano estará a cargo del debate.

Lucero participó del hecho junto a otros tres sujetos que ya fueron condenados en juicio abreviado, entre ellos su hijo. Se trata de David Bravo Chaile, Gonzalo Bravo Corso y Genaro Lucero (h), quienes recibieron penas de entre 13 y 15 años de prisión como coautores por "homicidio en ocasión de robo agravado por el uso de arma de fuego".

Los fiscales Oscar Sívori y Martín Scatareggi durante los alegatos de esta mañana. 

El punto clave

Aquel día, los 4 hombres llegaron al comercio que atendía Carina en la esquina de Soler y Lima, en el departamento de San Martín. Una vez en el lugar, le robaron la balanza y una billetera con la recaudación del día y luego escaparon. Previo a la fuga -y cuando sus cómplices estaban esperándolo en un auto- se cree que Lucero efectuó el disparo que acabó con la vida de la víctima.

Esta mañana tuvo lugar la audiencia de selección de jurados populares y los alegatos de apertura de la fiscalía y la defensa.
Los fiscales Oscar Sívori y Martín Scatareggi están convencidos de que el acusado disparó a matar y para lograr la impunidad. En cambio la defensa técnica de Lucero, ejercida por Pedro Sosa, buscará convencer a los 12 ciudadanos y ciudadanas del este mendocino de que se trató de un homicidio en ocasión de robo.

"No había necesidad de dispararle. La mataron por una balanza, un parlante, las pocas monedas que tenía y tres botellas de vino", recalcó Sívori -que vive cerca del comercio que atendía la imputada- en su alegato de apertura.

Varios detalles pueden agravar el panorama para Lucero. Por ejemplo, que -según la investigación- los asaltantes se acercaron dos veces al comercio. En la primera compraron una docena de naranjas y verificaron si había alguien más. Una vez comprobado que se trataba de una víctima indefensa, retornaron para concretar el asalto. 

"La mataron adelante de su hija de 12 años. Le robaron la vida, de eso se trata este caso", siguió Sívori.

La búsqueda 

El Ministerio Público tuvo a Lucero como sospechoso desde el primer momento. Las cámaras de seguridad de la zona mostraban a cuatro individuos: uno de ellos, en efecto, cayó a una hora y media de producido el robo. Al quedar detenido, le contó a otras dos presas que había sido Lucero el que mató a la verdulera

Los otros partícipes también fueron capturados, y uno de ellos confirmó que había sido Lucero el homicida y que no pensaba hacerse cargo de la "boleta" que le querían endilgar. 

Además, es posible que Lucero y la víctima se conocieran: Carina tenía 45 años y el acusado 42, y además habían crecido en barrios cercanos. Tal vez ella lo identificó y él quiso evitar las consecuencias disparándole en la nuca.

Una vez efectuado el disparo, Lucero volvió al auto. El resto de los involucrados indican que él nunca mencionó que había matado a la mujer.

La defensa considera que "no están dadas las condiciones para la calificación del delito de criminis causa" y defiende la hipótesis de que a Lucero se le escapó un balazo durante un forcejeo. Habrá que ver: a partir de mañana se ventilarán pruebas y testimonios. Será tarea del jurado dilucidar cuál de las partes ofrece los argumentos más convincentes.

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