El misterioso vuelo privado de Bento y su mujer junto a un exmagistrado federal y a una exfuncionaria federal

Cuando el pasado 5 de mayo el fiscal general federal Dante Vega imputó al juez Walter Bento y a su mujer Marta Boiza por graves delitos, ordenó -entre varias medidas probatorias- el allanamiento del domicilio familiar del matrimonio, en el barrio privado Palmares (Godoy Cruz, Mendoza). A ello le sumó el secuestro de los dispositivos tecnológicos que se hallaron allí y en el despacho del magistrado. Los resultados de esas acciones abren otro capítulo de la ya célebre causa de las coimas; y muestran por una rendija lo que parece haber sido un ritmo de vida bastante entretenido.

Los investigadores recolectaron en la casa del juez cuatro teléfonos y una notebook con documentación fotográfica que podría resultar comprometedora para el matrimonio, ya que ilustra sus onerosos viajes al exterior. Uno de los celulares era un viejo iphone que utilizaba el juez, donde tenía agendadas a diversas personalidades de Mendoza y del país.

El informe tecnológico de los aparatos ya está agregado al expediente penal. Lleva la firma del subcomisario Jesús Darío Cepeda, del Departamento de Asistencia Tecnológica y Apoyo Investigativo de la Dirección Investigación de la Policía de Mendoza. Del total de material se consiguió rescatar imágenes de los Bento en distintos sitios: París, Las Vegas, Orlando y diversas localidades de Alemania; pero lo que llamó poderosamente la atención de los pesquisas fue un par de fotos de Bento y su pareja acompañados por un exmagistrado federal y una exfuncionaria judicial, en un vuelo privado con fecha del 5 de diciembre del 2008.

Un taxi bastante caro

Contrastando esta documentación con el informe de Migraciones que está agregado al expediente y que detalla los egresos e ingresos a nuestro país de Bento y Boiza, surge que el juez salió desde Mendoza con destino a Uruguay el 5 de diciembre del 2008, regresando el 8 de diciembre del mismo año. 

Justamente en el informe de la Policía de Mendoza hay cuatro fotografías tomadas con uno de los teléfonos iPhone secuestrados en el domicilio de Palmares. Los archivos son del 5 de diciembre, y en ellos se ve al matrimonio en un vuelo privado. Es decir que coinciden las fotos con el viaje al extranjero que registró Migraciones.

Aparentemente, esos retratos fueron captados en el "taxi aéreo" que tomaron los Bento hacia Uruguay. El precio actual de un charter de este tipo para 4 personas puede ser consultado aquí: en el avión más pequeño -un Cesna Chancellor- la tarifa es de $800.760, mientras que en un King Air B200 asciende a $2.664.300. Sólo ida y por el alquiler de la aeronave entera.

Con esas cifras en mano, el Ministerio Público afina el lápiz para verificar si es posible que con su sueldo del sector público el juez federal acusado pudiera costearse esos caprichos. Lo mismo hará, probablemente, el equipo de contadores que ha contactado la defensa con la intención de refutar al fiscal Vega. En medio, una causa que sigue acumulando fojas y el interrogante ante estos viajes tan breves y misteriosos. 

Última aclaración importante: el teléfono que Bento utilizaba diariamente en la época de los allanamientos a su casa y su despacho no fue analizado, ya que el juez se negó a entregarlo a la Justicia. Lo único que se sabe de ese artefacto es lo que pudo rescatarse del clonado de su tarjeta SIM: allí se ven numerosas charlas de Telegram que fueron borradas, incluyendo diálogos con figuras influyentes de la provincia y con el difunto excorredor de aduanas Diego Aliaga.

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